Notable artículo
de Thierry Meyssan sobre los cambios que están ocurriendo en Medio Oriente, muy a propósito de nuestro anteúltimo post (“Usos de Nisman”).
El mismo apareció hoy en la sección “Ante Nuestra Mirada” de Red Voltaire
(http://www.voltairenet.org/article186930.html).
Título: El futuro
del Medio Oriente
Epígrafe: Hace
meses que Barack Obama viene tratando de modificar la política estadounidense
para el Medio Oriente para poder eliminar el Emirato Islámico con ayuda de
Siria. Pero no logra concretar esa modificación. Por un lado, porque durante
años estuvo repitiendo constantemente que el presidente Assad tenía que irse. Y
también porque sus aliados regionales apoyan al Emirato Islámico en contra de
Siria. A pesar de eso, la situación va evolucionando lentamente y finalmente
debería lograrlo. Parece, por el momento, que todos los Estados que apoyaban al
Emirato Islámico han dejado de hacerlo, abriendo así el camino a una
redistribución del juego.
Texto: El mundo
está pendiente de la conclusión de un acuerdo global entre Washington y Teherán
–bajo el ridículo pretexto de poner fin a un programa atómico militar que no
existe desde 1988, cuando terminó la guerra entre Irak e Irán. El verdadero
objetivo del acuerdo entre Washington y Teherán será garantizar la seguridad de
Israel a cambio del reconocimiento de la influencia iraní en el Medio Oriente y
en África.
Sin embargo, es
probable que el esperado acuerdo se concrete únicamente después de las
elecciones legislativas que tendrán lugar en Israel el 17 de marzo de 2015. La
posible derrota de Benyamin Netanyahu volvería a fortalecer los vínculos entre
Washington y Tel Aviv y facilitaría el acuerdo con Teherán.
En ese contexto,
las élites estadounidenses están tratando de ponerse de acuerdo sobre su futura
política, mientras que los aliados europeos de Estados Unidos se preparan para
alinearse con lo que será la nueva política estadounidense.
La búsqueda del
consenso en Estados Unidos
Al cabo de 2 años
de políticas incoherentes, Washington trata ahora de lograr un consenso sobre
lo que debería ser su política en el «Medio Oriente ampliado».
- 1. El 22 de
octubre de 2014, la Rand Corporation –principal tanque pensante del complejo
militaro-industrial– modificaba radicalmente su posición. Después de haber
hecho campaña a favor de la destrucción de la República Árabe Siria, la Rand
Corporation ahora afirma que, en este momento, lo peor que podría suceder para
Estados Unidos e Israel sería la caída del presidente sirio Bachar al-Assad
[1].
- 2. El 14 de
enero de 2015, Leslie Gleb, presidente emérito del Council on Foreign Relations
(CFR), el club de las élites estadounidenses, advertía contra las divisiones
que existen en el seno de la administración Obama y que amenazan su autoridad a
nivel mundial. El CFR aconsejaba por lo tanto crear una especie de nueva
«Comisión Baker-Hamilton» para revisar a fondo la política exterior [2].
- 3. El 24 de
enero, el New York Times publicaba un editorial donde respaldaba el viraje de la
Rand Corporation y llamaba a un cambio radical de política hacia Siria [3].
- 4. El 6 de
febrero, la administración Obama publicaba su nueva doctrina estratégica. Y ya
no se trataba de garantizar la seguridad de Israel mediante la destrucción de
Siria sino creando una alianza militar regional con las monarquías musulmanas
sionistas. Cuando más, el Emirato Islámico («Daesh») podría ser utilizado para
impedir que Siria llegue a desempeñar nuevamente un papel político a nivel
regional [4].
- 5. El 10 de
febrero, la National Security Network (NSN), un tanque pensante bipartidista
que trata de difundir la geopolítica en Estados Unidos, publicaba un informe
sobre las posibles opciones ante el Emirato Islámico. El documento pasaba en
revista unas 40 opiniones de expertos y concluía que es necesario «contener y
posteriormente destruir» el Emirato Islámico buscando el apoyo de Irak, en
primer lugar, y de… la Siria de Bachar al-Assad. La NSN fue fundada por Rand
Beers, un ex consejero de John Kerry actualmente convertido en subsecretario
del Departamento de Seguridad de la Patria [5].
- 6. El 11 de
febrero, la administración Obama presentaba al Congreso un pedido de
autorización para el uso de la fuerza militar contra el Emirato Islámico,
pedido que echaba a la basura la idea de derrocar al presidente Bachar al-Assad
y de destruir Siria [6].
- 7. El 23 de
febrero, el nuevo secretario de Defensa, Ashton Carter, reunía un grupo de
expertos en una cena de trabajo. Y estuvo escuchando sus opiniones durante 5 horas…
sin revelar su propio punto de vista. Lo que quería el señor Carter era
verificar por sí mismo el trabajo de la NSN. Entre los invitados de Ashton
Carter se encontraban no sólo el ex embajador de Estados Unidos en Siria,
Robert Ford, y varios viejos especialistas de los tanques pensantes sino
también Clare Lockhart, conocida por sus notorios vínculos con el mundo de la
finanza, y también el presidente de la Escuela de Periodismo de Columbia, Steve
Coll, para evaluar las posibles reacciones de los medios de prensa [7].
Lo que ha
cambiado en el terreno
Varios factores
han evolucionado en el terreno durante los últimos meses.
- La «oposición
moderada» siria ha desaparecido por completo. El Emirato Islámico la absorbió.
A tal punto que Estados Unidos no logra encontrar combatientes a quienes formar
con vistas a la construcción de una «nueva Siria». El ex embajador Robert S.
Ford, hoy asalariado del tanque pensante del AIPAC [8], el mismo embajador que
organizó las manifestaciones que se registraron en Siria en 2011 y que apoyó a
la «oposición moderada» hasta el último momento, ha cambiado oficialmente su
posición. Ahora piensa que la única oposición real que existe en Siria se
compone de yihadistas y que entregarles más armamento sería extremadamente
peligroso [9]. Retrospectivamente resulta que el término «oposición moderada»
no designaba a los combatientes civilizados sino a sirios dispuestos a
traicionar su país aliándose a Israel, lo cual por cierto ni siquiera ocultaban
[10]. Desde el primer momento, esa oposición estuvo dirigida de facto por
miembros de al-Qaeda –como el libio Abdelhakim Belhadj y posteriormente el
iraquí Abu Bakr el-Baghdadi– y perpetraba las peores atrocidades –incluyendo el
canibalismo [11]. En definitiva, todos esos líderes son actualmente
dirigentes... del Emirato Islámico.
- El 28 de enero
de 2015 –fecha de la respuesta del Hezbollah al asesinato de varios de sus
responsables en Siria–, Israel puso fin a su respaldo a las organizaciones
yihadistas que operan en Siria. Durante 3 meses y medio, Tel Aviv les había
entregado armas, les había garantizado cuidados médicos en los hospitales
militares israelíes y la aviación israelí había proporcionado cobertura aérea a
las operaciones de los yihadistas mientras que Tel Aviv justificaba sus
incursiones aéreas contra Siria afirmando que se trataba de impedir entregas de
armas al Hezbollah libanés. En definitiva, Tel Aviv ponía la seguridad de su
frontera en el Golán en manos de los yihadistas, en detrimento de las fuerzas
de la ONU.
- El 30 de enero
de 2015, el nuevo rey de Arabia Saudita excluyó al príncipe Bandar y prohibió a
todos sus súbditos cualquier forma de apoyo al Emirato Islámico. El reino
dejaba así de desempeñar un papel en la manipulación del terrorismo
internacional, función que le había confiado la CIA después de la revolución
islámica iraní de 1979 y que durante 35 años fue la carta de triunfo de Riad.
- Turquía también
parece haber puesto fin a su apoyo a los yihadistas desde el 6 de febrero y la
dimisión de Hakan Fidan, jefe del MIT (la inteligencia militar turca). Además,
en la noche del 21 a 22 de febrero de 2015, el ejército turco penetró
ilegalmente en Siria, a unos 30 kilómetros de la frontera, para llevarse los
restos de Suleiman Shah, el abuelo del fundador del Imperio Otomano, del
mausoleo que el Tratado de Ankara atribuyó en 1921 a Turquía en territorio
sirio. Aunque la operación incluyó un impresionante despliegue de fuerza, el
ejército turco no luchó contra el Emirato Islámico, cuyos hombres controlan esa
zona. Los restos de Suleiman Shah no fueron repatriados a Turquía sino
solamente trasladados un poco más lejos, a otro punto en territorio sirio.
Turquía mostraba así que no tiene intenciones de actuar en contra del Emirato
Islámico y que mantiene sus ambiciones anti-sirias.
Las posibles
opciones estadounidenses
En Washington se
discuten actualmente seis opciones:
- Acabar con el
Emirato Islámico y destruir Siria después. Es el punto de vista de Raytheon,
primer productor mundial de misiles, punto de vista que defiende el cabildero
de esa compañía, Stephen Hadley, ex consejero de seguridad nacional de George
W. Bush. Un punto de vista que no vaya más allá de hacer la guerra por hacer la
guerra, sin preocuparse por los intereses nacionales. Ningún responsable
político apoya ese punto de vista extremista, reflejado en los medios de prensa
únicamente para inclinar la balanza en el sentido de la guerra más amplia
posible.
- Apoyarse en el
Emirato Islámico para destruir Siria, siguiendo el modelo de las alianzas
establecidas durante la guerra de Vietnam. Es el punto de visa del presidente
de la Comisión senatorial para las fuerzas armadas, John McCain, quien prefiere
olvidar la caída de Saigón, en 1975. Resultaría extremadamente costoso –unos 20
000 o 30 000 millones de dólares anuales durante un gran periodo de años–
además de arriesgado e impopular. Provocaría de inmediato una intervención
directa de Irán y de Rusia y el conflicto tomaría una dimensión mundial. Nadie,
ni siquiera el propio John McCain, es capaz de explicar por qué Estados Unidos
tendría que emprender una operación de ese tipo, en la que el único beneficiado
sería Israel.
- Debilitar al
Emirato Islámico y posteriormente destruirlo coordinando bombardeos aéreos
estadounidenses con el uso de tropas aliadas en tierra, incluyendo grupos de la
«oposición siria moderada» –que ya no existe. Y después utilizar esos grupos de
oposición (?) únicamente para mantener la presión sobre Siria. Esa es la
posición contraterrorista actual de la administración Obama, con un presupuesto
de unos 4 000 o 9 000 millones de dólares al año. Sin embargo, aun suponiendo
que se llegase a crear una «oposición siria moderada», resulta imposible
imaginar de qué manera la US Air Force lograría acabar con el Emirato Islámico
cuando ya fue incapaz de destruir a los talibanes en Afganistán en 13 años de
guerra contra ellos, sin entrar a mencionar aquí lo sucedido durante la
intervención militar de Estados Unidos en Somalia o el actual estancamiento de
las tropas de Francia en Mali.
- Contener al
Emirato Islámico y después debilitarlo paulatinamente hasta reducirlo a un
tamaño aceptable. En esa opción la prioridad sería proteger Irak y los combates
importantes se desplazarían hacia Siria.
- La opción del
asedio. El objetivo ya no sería combatir al Emirato Islámico sino aislarlo para
evitar su propagación. Las poblaciones que se hallan bajo su control se verían
abandonadas a su suerte. Es la opción más económica… pero es también la menos
honorable. Es la opción que defiende Kenneth Pollack.
Conclusión
Los factores
anteriormente mencionados permiten prever lo que va a suceder:
Dentro de unos
meses, quizás incluso hacia finales de marzo, Washington y Teherán llegarán a
un acuerdo global. Estados Unidos reanudará los contactos con Siria, seguido de
cerca por los Estados de Europa, incluyendo a Francia. Se descubrirá entonces
que el presidente al-Assad no es un dictador, ni tampoco un torturador. Y a
partir de ese momento comenzará el fin de la guerra contra Siria mientras que
una verdadera coalición internacional se dedicará a reducir la envergadura de
las fuerzas yihadistas. Y cuando acabe todo, la CIA se encargará de enviar los
yihadistas sobrevivientes al Cáucaso ruso o la región china de Xinjiang.
Notas:
[1] Alternative
Futures for Syria. Regional Implications and Challenges for the United States,
Andrew M. Liepman, Brian Nichiporuk, Jason Killmeyer, Rand Corporation, 22 de
octubre de 2014.
[2] “This Is
Obama’s Last Foreign Policy Chance”, Leslie Gelb, The Daily Beast, 14 de enero
de 2015.
[3] “Shifting
Realities in Syria”, The Editorial Board, The New York Times Sunday Review, 24
de enero de 2015.
[4] National
Security Strategy, White House, 6 de febrero de 2015.
[5] Confronting
the Islamic State. An Assessment of U.S. Strategic Options, Policy Report by J.
Dana Stuster & Bill French, Foreword by Maj. Gen. Paul Eaton, National
Security Network, 10 de febrero de 2015.
[6] “Joint
resolution to authorize the limited use of the United States Armed Forces
against the Islamic State of Iraq and the Levant (Proposal)”, por Barack Obama,
Voltaire Network, 11 de febrero de 2015.
[7] “Ash Carter
Seeks Fresh Eyes on Global Threats”, Dion Nissenbaum, Wall Street Journal, 24
de febrero de 2015.
[8] El AIPAC
(American Israel Public Affairs Committee) es el principal grupo de presión
sionista en Estados Unidos. «Kennedy, el lobby y la bomba», por Laurent Guyenot,
Red Voltaire, 2 de mayo de 2013.
[9]
“Ex-Ambassador: CIA Wrong On Not Wanting To Arm Syrian Rebels”, Akbar Shahid
Ahmed, The Huffington Post, 22 de octubre de 2014.
[10] «Leader Sees
New Syria, Without Iran Ties», Jay Solomon y Nourmalas, Wall Street Journal, 2
de diciembre de 2011.
[11] Abbu Sakkar,
jefe de una brigada del Ejército Sirio Libre se come el corazón y el hígado de
un soldado sirio en un video que él mismo divulga en mayo de 2013. Sobre las
fechorías del Ejército Sirio Libre –hechos que la prensa occidental nunca llegó
a reflejar–, ver la conferencia de la periodista rusa Anastasia Kopova.
Caro Astroboy;
ResponderEliminarDentro del tema tableros (o enroques o cambios de situaciones mundiales) apareció una nota piola en zero edge. Habla del próximo Imperio (¡donde estamos incluídos los argies!) y sobre el final recomiendan un video realmente muy bueno, lamentablemente sin subtítulos en español (al menos estaría bueno que tuviera subtítulos en inglés para entenderlo mejor). Trata por supuesto del fin del Imperio actual y de los quilombetes geopolíticos que estamos viviendo.
Se me ocurre que a todos los fieles lectores de Astroboy les va a interesar.
Abrazo galáctico;
Link: http://www.zerohedge.com/print/502734
¿"monarquías musulmanas sionistas"?
ResponderEliminarSí, grave gaffe del autor de la nota. Se me ocurre que se refiere a las monarquías del Golfo, como Arabia Saudita, que mantienen acuerdos tácitos de no agresión con Israel e, inclusive, ciertos acuerdos en torno al accionar de grupos como el EI. De ahí a llamarlos "sionistas" hay un trecho, efectivamente.
ResponderEliminarAnónimo, ya hice un post con la nota que mencionaste. Muchas gracias por la inquietud.
Cordiales saludos a ambos,
Astroboy