miércoles, 15 de julio de 2015

Juana


Parece una de Capussotto. Por un lado, el tema motivó fuertes críticas al gobierno por parte de los chicos de La Nación. Así decían hoy, mordiéndose los labios y dejando escapar un par de lagrimitas: La mandataria recibió al presidente de Bolivia junto a funcionarios de alto rango para descubrir la obra en homenaje a la líder revolucionaria, que reemplaza al monumento a Cristóbal Colón en medio de una fuerte polémica. Otros trataron de introducir algún matiz. Así lo cuenta el diario español El País:


Título: Una heroína de la independencia americana en lugar de Colón

Subtítulo: Una estatua de una revolucionaria reemplaza en Buenos Aires a otra del genovés

Texto: Durante 92 años al lado de la Casa Rosada (sede presidencial de Argentina) se erigió un monumento a Cristóbal Colón. Fue entre 1921 y 2013. Pero hace dos años la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quiso quitarla y reemplazarla por una estatua de una mujer que luchó por la independencia de Argentina y Bolivia, Juana Azurduy. La escultura, que fue donada por el Estado boliviano y costó un millón de dólares, fue inaugurada este miércoles por Fernández y por su bar de Bolivia, Evo Morales.

"No es una decisión caprichosa”, explicó la jefa de Estado de Argentina en 2013. "Nosotros tratamos a todo el mundo con mucho respeto. Queremos sacar a Cristóbal Colón para instalar al lado de la Casa Rosada, representación de toda la historia de los argentinos, de toda la sangre derramada... queremos poner a ‘la’ Juana Azurduy, esa heroína de la independencia”, añadió aquella vez Fernández. En cambio, este miércoles no volvió a dar explicaciones al respecto y dio un discurso en el que señaló que tanto ella como Morales han sufrido presuntos intentos de golpes de Estado en los gobiernos que comenzaron en 2007 y 2006, respectivamente.

Azurduy nació en 1870 en la intendencia de Potosí, en el entonces Virreinato del Río de la Plata y la actual Bolivia. Era hija de un terratienente blanco y de una ‘chola’ (mestiza). Junto con su esposo, Manuel Padilla, participó de la Revolución de Chuquisaca (actual Bolivia) en 1809. A partir de entonces ambos combatieron y lideraron ejércitos y guerrillas revolucionarias contra España. El general Manuel Belgrano, héroe de la independencia de Argentina, entregó su sable a Azurduy en honor a su lucha. La esposa devenida militar en aquellos comienzos del siglo XIX perdió en las batallas a su esposo y a cinco de sus seis hijos. Argentina declaró su independencia en 1816 y Bolivia, en 1825. Para entonces Azurduy había dejado la lucha y estaba hundida en la pobreza. Simón Bolívar la visitó y dijo: “Este país no debería llamarse Bolivia en mi homenaje, sino Padilla o Azurduy, porque son ellos los que lo hicieron libre”. La ascendió a coronel y le dio una pensión, que más tarde otros gobiernos le quitarían. Murió pobre a los 81 años en Sucre en 1862 y fue enterrada en una fosa común. Cien años después, el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro recuperó sus restos y los colocó en un mausoleo en aquella misma ciudad.

Fernández no criticó en público a Colón, pero reivindicó a Azurduy como "heroína"
Morales y Fernández la siguieron reivindicando. El presidente boliviano la nombró “mariscala” y creó el Bono Juana Azurduy, una subvención para mujeres embarazadas y niños menores de dos años que busca reducir la desnutrición y la mortalidad materno-infantil. La argentina la ascendió a general y decidió ponerla en la plaza donde estaba Colón y que llevaba el nombre del navegante genovés que inició la conquista española de América. Ahora la plaza se llama como la revolucionaria.

El monumento a Colón fue dividido en partes y trasladado a la avenida Costanera Norte de Buenos Aires, frente al río de la Plata. Allí quiere emplazarla el alcalde porteño y candidato presidencial conservador, Mauricio Macri. Tanto opositores como colectivos de descendientes de italianos protestaron en su momento por la decisión de Fernández de desplazar la figura de Colón.

El artista argentino Andrés Zerneri esculpió la figura de bronce Azurduy, que pesa 25 toneladas y mide nueve metros de alto. Con un espectáculo que incluyó bailes bolivianos, quedó inaugurada este miércoles en la fría noche de Buenos Aires.


No solo Fernández ha querido retirar a Colón. Entre 2004 y 2009, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quitó todas las esculturas que del italiano había en Caracas. En su programa de televisión dijo una vez: "Cristóbal Colón fue el jefe de una invasión que produjo, no una matanza, sino un genocidio. Noventa millones de aborígenes vivían en esta tierra, 200 años después quedaban tres millones. ¿Qué fue eso? Un genocidio. (Su estatua) estaba ahí, señalando el rumbo. ¿Cómo nos va a señalar el rumbo Cristóbal Colón? Ahí hay que poner un indio”.


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