lunes, 13 de julio de 2015

Día triste


Un día triste para el mundo. Sí, la crisis griega y las condiciones que le imponen a ese castigado país. Uno de esos días grises, plomizos, olvidables, qué le vamos a hacer. Las condiciones son bestiales, como siempre que hablamos del Fondo Monetario Internacional y de la casta neoliberal enquistada en las burocracias tanto estatales como supranacionales. En las notas que siguen, noten el tono condescendiente del diario español El País:


Título: Merkel y Hollande logran que Tsipras acepte un pacto más duro

Epígrafe: El acuerdo incluye la creación de un fondo de privatizaciones para recapitalizar los bancos y pagar la deuda

Texto: “Estamos listos para iniciar las negociaciones para el rescate. No habrá Grexit”. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, han anunciado al filo de las nueve de la mañana, tras 17 horas de cumbre, un acuerdo con Grecia por unanimidad sobre el tercer rescate. El pacto abre la puerta a que el BCE mantenga la liquidez de emergencia a la banca griega. El jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha explicado que Grecia aprobará leyes en las próximas 48 horas, endurecerá sus propuestas en pensiones, mercado laboral y otros asuntos, y finalmente acepta un fondo de privatizaciones, que permitirá recapitalizar los bancos y pagar la deuda.

Europa debe aclarar aún cuál será exactamente la participación europea en la financiación puente, ante las graves dificultades del sector financiero griego con el corralito y la falta de fondos para pagar un vencimiento de deuda al BCE el día 20 de julio por importe de unos 3.500 millones de euros. Pero Dijsselbloem ha avanzado que se usará ese fondo, con los activos vendibles de Grecia, para obtener dinero de inmediato. Eso, siempre que el Parlamento griego legisle en los dos próximos días las medidas más inmediatas.

El texto acordado esta mañana por los líderes de la eurozona es implacable con Grecia: comienza constatando "la necesidad crucial de reconstruir la confianza con las autoridades griegas" como requisito para cualquier rescate e impone durísimas condiciones para lograrlo. Entre ellas, una consulta previa con las instituciones europeas para cualquier ley que quiera aprobar Atenas "en áreas relevantes" y la necesidad incluso de revertir legislaciones ya aprobadas desde principios de año, a excepción de las vinculadas "a la crisis humanitaria" que vive el país. Europa no se fía y así lo deja claro en las siete páginas del compromiso rubricado este lunes, con múltiples cautelas para firmar el ansiado rescate.

Una de las claves del acuerdo -y de las más difíciles para digerir por parte de Grecia- es el fondo de privatizaciones, que ascenderá a 50.000 millones y ha sido el motivo del retraso en el acuerdo. Incluirá todo tipo de activos, incluidos posiblemente los bancos. "Nada habría sido peor que humillar a Grecia esta noche", ha dicho el presidente francés, François Hollande. Pero Berlín ha llegado a presionar con una salida de Grecia del euro si no había pacto. Y Atenas se ha visto forzada a aceptar ese fondo de privatizaciones, que nace cargado de polémica: no hay apenas precedentes en Europa, y supone una especie de aval que se exige a Grecia a cambio del tercer rescate. La titularidad del fondo será griega, pero estará supervisado por las instituciones europea.

A cambio de esas formidables concesiones, la canciller Merkel ha asegurado que una vez que Grecia demuestre que cumple lo acordado habrá reestructuración de deuda: básicamente, una ampliación de los plazos de devolución. "En ningún caso habrá quitas", ha dicho Merkel ante la prensa europea y tampoco reestructuración de deuda hasta el primer examen del rescate.

La canciller Angela Merkel ha asegurado que Grecia "ha mostrado su disponibilidad a acometer recortes y reformas". "Lo importante ahora es poner en marcha lo acordado rápidamente. Hay que recuperar la confianza y para ello Grecia tiene que hacer suyo el acuerdo". Alemania ha apuntado que el FMI seguirá a bordo en el tercer rescate griego, y que Atenas se ha comprometido a activar cambios en el sistema de pensiones y el resto de medidas prioritarias. El Eurogrupo dará al mecanismo de rescate la señal para iniciar la negociación del rescate, y varios parlamentos nacionales, incluido el Bundestag, votarán entonces.


Adiós al Grexit

“Grecia tiene una oportunidad de enderezarse. Y el acuerdo evita las consecuencias políticas que habría tenido la falta de resultados de la negociación”, ha asegurado ante la prensa el presidente del Consejo Europeo –representa a los Estados miembros-, Donald Tusk. “La Comisión Europea no ha dejado de insistir en que no habría Grexit; estamos satisfechos”, ha añadido el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, uno de los pocos defensores claros durante todo el proceso de la necesidad de pactar con Grecia. “Dije que la situación sería más difícil después del referéndum y se ha demostrado que es cierto. Pero lo alcanzado es un compromiso; no hay ganadores ni perdedores. No creo que los griegos se sientan humillados ni que los otros socios hayan perdido la fe. Es el típico compromiso europeo”, ha considerado Juncker.

Don DeLillo define la política como “un asunto de hombres reunidos en cuartos”. Y sin embargo la pasada madrugada la política europea giró alrededor de una mujer, la canciller Angela Merkel, que llevó la voz cantante en una de las noches europeas más largas y dramáticas de los últimos tiempos. 17 horas de reunión después, Berlín selló un acuerdo que exige un altísimo precio a Atenas para seguir en el euro. El primer ministro Alexis Tsipras debe aprobar varias leyes en las próximas 48 horas. Se le reclaman medidas más duras en el mercado laboral, en las pensiones, en todos los asuntos que hace solo unos días eran líneas rojas infranqueables. Y los socios, sobre todo, instan a Grecia a crear un fondo bajo supervisión europea con los activos privatizables para, una vez se vendan, reducir la deuda, en una propuesta inédita que levantó una suerte de sentimiento de humillación en Atenas.

Tsipras, además, no se librará de la presencia del FMI, que será parte también de este tercer rescate griego. Para suavizar todos estos reveses, Grecia obtiene dos medidas paliativas: la mención escrita, por primera vez en este proceso, a la reestructuración de la deuda y la inclusión de un paquete de 35.000 millones de euros para fomentar el crecimiento y el empleo a cuenta de la Comisión Europea durante los próximos tres o cinco años. En el alivio de deuda queda claro, en todo caso, que no habrá quitas, sino prolongación de los plazos de pago y periodos de gracia.

A cambio, Grecia evita la salida del euro y obtiene luz verde para negociar los pormenores de un rescate por tres años y unos 50.000 millones de euros. Y evita la bancarrota de sus maltrechos bancos, que amenazaba con llevarse por delante al país entero y que, a la postre, se han convertido en el talón de Aquiles que ha obligado a Tsipras a capitular y aceptar mucho más castigo de lo que pensaba hace dos semanas. El Gobierno griego rompió hace poco dos semanas las negociaciones. Convocó y ganó un controvertido referéndum contra la propuesta europea de entonces. Se vio obligado a decretar un corralito y controles de capital ante la rápida huida de depósitos en sus bancos. Y, finalmente, apenas 15 días después de esa decisión, capitula y se ve obligado a aceptar condiciones mucho peores.

Berlín se ha cobrado la afrenta que supuso el referéndum, unas negociaciones interminables y algunas declaraciones subidas de tono. Impuso exigencias mucho más duras de lo esperado, y llegó a incluir la posibilidad de una salida temporal de Grecia del euro, que acabó retirando cuando Tsipras se avino a pactar con los socios. A cambio, además de esos 50.000 millones en créditos baratos, se lleva la promesa del BCE de mantener con vida a los bancos, y un documento en el que Europa ofrece la ansiada reestructuración de deuda, a la vista de que a Grecia le es imposible pagar. El FMI seguirá a bordo. Y Grecia consigue metas fiscales más holgadas que en el anterior rescate, pero aun así se verá obligada a aprobar recortes adicionales a la vista de que la economía se ha parado en seco con el corralito: podría llegar a caer el 4% este año. Las necesidades financieras se han ido agrandando en los últimos días y ascienden a casi 90.000 millones de euros.

Y la saga griega no ha acabado. En los dos próximos días, el Parlamento tendrá que legislar a través de decreto-ley las medidas prioritarias. Si eso ocurre, el miércoles el Eurogrupo dará un mandato al mecanismo de rescate (Mede) para acabar de negociar las condiciones del Memorando de Entendimiento del tercer rescate. Ese proceso, que suele durar en torno a dos meses, se comprimirá a apenas dos semanas, ante la situación de emergencia financiera en Grecia. Y aun así no está claro cómo Atenas podrá hacer frente a un pago de 3.500 millones del BCE el 20 de julio: los socios tienen que diseñar –probablemente hoy, en un nuevo Eurogrupo, el enésimo de esta semana— la financiación de emergencia para evitar un impago al Eurobanco.


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Título: La dureza del pacto amenaza con desatar una crisis política en Grecia

Subtítulo: "El Grexit ya pertenece al pasado", ha dicho Tsipras en Bruselas

Texto: Salvado el último escollo –el fondo de privatizaciones de activos públicos tendrá su sede en Grecia, como reclamaba el Gobierno de Alexis Tsipras, y no en Luxemburgo-, la consecución de un acuerdo con los socios ha dado un fugaz alivio a Atenas, algo parecido a un espejismo de solución. La dureza de las medidas exigidas por los socios y, sobre todo, la aprobación por el Parlamento griego de las mismas –por la vía de urgencia, antes de este miércoles- amenazan con desencadenar una crisis política inmediata, dadas las diferencias existentes en el grupo parlamentario del Gobierno y la pérdida de su mayoría absoluta en la Cámara. La tramitación saldrá adelante gracias al apoyo de los tres partidos de la oposición proeuropea, pero, según la mayoría de las fuentes, con un alto coste político para el Ejecutivo.

“Es un acuerdo difícil, pero hemos tomado la decisión correcta para apoyar al país y a su sistema financiero, y para, en este contexto, tener posibilidades de crecer. Grecia necesita reformas radicales que favorezcan a la sociedad y no a los oligarcas protegidos por los Gobierno anteriores. Hemos demostrado la soberanía popular, ahora debemos trabajar para restablecer la soberanía nacional. Pese a las difíciles medidas, el Grexit ya pertenece al pasado”, dijo un serio pero sereno Tsipras en Bruselas tras anunciarse el pacto.

En declaraciones a la televisión pública, el ministro de Trabajo, Panos Skurletis –uno de los fieles de Tsipras-, ha asegurado esta mañana que habrá elecciones, probablemente en otoño. El inicial intento de remodelar inmediatamente –hoy mismo- el Ejecutivo para reemplazar a los ministros díscolos, podría convertirse en una reestructuración a gran escala, incluso con la forma de Gobierno de unidad nacional, con otros partidos, si las medidas del acuerdo encuentran mucha resistencia en la Cámara; Skurletis también señaló que los diputados críticos deberían renunciar a su escaño. Sin embargo, la hipótesis de un Ejecutivo de tecnócratas, propalada el domingo desde fuentes cercanas al Fondo Monetario Internacional, parece quedar de momento descartada.

Panos Kamenos, ministro de Defensa y líder del actual socio de coalición de Syriza, la derecha soberanista de Griegos Independientes, manifestó anoche su desacuerdo con el borrador de acuerdo, y se ignora cuál será la postura de sus 13 diputados en la votación parlamentaria. También se desconoce si irá a más la brecha abierta en Syriza (17 de sus diputados rechazaron, se abstuvieron o ausentaron de la votación de la propuesta griega a Bruselas, en la medianoche del viernes).


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Título: Los deberes que la Unión Europea pone a Tsipras

Subtítulos: Las principales condiciones impuestas por Bruselas al Gobierno griego para poner en marcha el tercer rescate / Merkel y Hollande logran que Tsipras acepte un pacto más duro

Texto: Europa ha llegado este lunes a un acuerdo con Grecia por unanimidad para negociar un tercer rescate. El Gobierno griego acepta las condiciones que le ponen los acreedores a cambio de la ayuda, que rondará los 50.000 millones en tres años, aunque la suma exacta deberá concretarse más adelante. Estas son los principales deberes impuestos por los socios del euro:

50.000 millones para venta de activos públicos. Es la principal novedad de las medidas discutidas en la reunión. Europa propone crear un fondo por valor de 50.000 millones de euros al que Grecia transfiera sus activos privatizables y cuyos beneficios sirvan para reducir la deuda, entre otros objetivos. No hay apenas precedentes de fondos como este en Europa y supone una especie de aval que se exige a Grecia a cambio del tercer rescate. Aunque ese instrumento quedará en manos de las autoridades griegas, contará “con la supervisión de las instituciones europeas relevantes”, algo que puede resultar difícil de asumir en Atenas. Del total del fondo, la mitad se destinará a la recapitalización bancaria, urgente en el país heleno por la difícil situación que atraviesan sus bancos (agravada por el corralito y los controles de capitales). Otro 25% servirá para ir reduciendo la deuda y el 25% restante para proyectos de inversión productiva, una concesión de última hora a Grecia para acatar este instrumento.

Cambios en las pensiones. La UE pide “reformas de pensiones ambiciosas” y medidas para lograr déficit cero en las cuentas públicas. Las pensiones han sido uno de los caballos de batalla de la estrategia griega. En su última propuesta Atenas, aceptaba todo el paquete de la UE, que supone elevar la edad de jubilación a 67 años y congelar las pensiones hasta 2021. Esta reforma, además, debe ser presentada al Parlamento antes del miércoles por la noche -junto con otras cuatro medidas urgentes- para que puedan dar comienzo a las negociaciones sobre el rescate.
Mercado laboral. Las demandas europeas incluyen un endurecimiento adicional en las leyes laborales. Los socios abogan por “revisiones rigurosas” de la negociación colectiva, la política industrial y los despidos colectivos. Y sugieren “no volver a políticas del pasado”.

Sector financiero. Es el talón de Aquiles griego. Europa pide “medidas decisivas” en los créditos con riesgo de impago. Sin ayuda, el sector financiero podría precipitarse hacia la bancarrota. El acuerdo alcanzado este lunes fija en 7.000 millones de euros las necesidades más urgentes del país (las correspondientes al 20 de julio) y en 5.000 más para mediados de agosto. Las instituciones negociarán ahora con rapidez cómo establecer una financiación puente que satisfaga estas necesidades antes de alcanzar el llamado acuerdo de entendimiento necesario para activar el tercer rescate.

Privatizaciones. Los socios quieren más privatizaciones, incluida la red eléctrica, que Atenas pretende mantener en poder del Estado.

Administración pública. El acuerdo exige "modernizar y reforzar significativamente la Administración griega". El Gobierno de Alexis Tsipras acepta poner en marcha, "bajo el auspicio de la Comisión Europea", un programa para "dotar y despolitizar la Administración griega". No habrá espacio para la relajación. La primera propuesta de este proyecto debe estar lista el próximo 20 de julio.


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Título: ¿Venganza o desconfianza?

Epígrafe: Agotada la fe en Grecia, solo quedaba la generosidad sin garantías o el retorno a las prendas reales; o sea, el fondo de privatizaciones

Texto: Es, quizá, la mayor novedad del pacto: el Fondo al que Grecia abocará bienes públicos a privatizar, por 50.000 millones de euros, para avalar el nuevo crédito del tercer rescate. ¿Es la “venganza” del Norte contra el díscolo del Sur? Seguro que algunos buscaron desquite de la afrenta recibida al ver su oferta sometida, no a referéndum positivo, sino agresivo, deslegitimador. Pero supone, sobre todo, un mecanismo para rellenar la brecha que abrió en la confianza mutua.

Antes, para recuperar las deudas en caso de impago (“default”), los acreedores guerreaban. Y se auto-concedían así garantías reales para asegurarse el recobro de lo prestado. España, Reino Unido y Francia invadieron México en 1861, ocuparon el puerto de Veracruz y lograron un acuerdo para convertir el petróleo mexicano en prenda de su crédito. Francia fue más lejos e impuso un Emperador, Maximiliano. Reino Unido se aficionó al mecanismo e invadió Turquía en 1876, Egipto en 1882... Desde la postguerra mundial, desguazadas las cañoneras, todo es menos brutal. La garantía real (petróleo, materias primas) de un rescate ha cedido paso, para el FMI y otros acreedores, a otra, inmaterial. Política: un contrato de confianza, plasmado en un pliego de condiciones y deberes económicos. Se supone que si se cumplen, se asegura el buen fin de la deuda. Su “sostenibilidad”: que será pagada.


El poso de confianza en Grecia se convirtió en pozo de desconfianza por culpa del (legítimo y nefasto) referéndum. En la tesitura de tener que desembolsar con cargo a los contribuyentes no griegos al menos otros 50.000 millones, ¿con qué prenda garantizaba Atenas ese tercer rescate? Agotada la fe en Grecia como contrapartida, quedaba solo o la generosidad sin garantías, que algunos Parlamentos (ay, también soberanos) habrían rechazado, o el retorno a las prendas reales. Serán difíciles de aportar. Yorgos Papandreu quiso privatizar por esa cuantía, pero no disponía ni de catastro. Bajo su difuso carácter, pues, late el valor del compromiso inmaterial que le supone al Gobierno de Atenas pasar esa dolorosa medida (reverso de su programa) por el cedazo de su Parlamento. Nada es gratis.


7 comentarios:

  1. Rodolfo Monserrat13 de julio de 2015, 5:38

    ¿Y que sentido tuvo el referendum?.
    No, no, no, no y no, para terminar en un ¿donde firmo?
    No entiendo nada o lo que entiendo no me gusta nada.

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  2. Tsipras experimento en su piel lo que sintio Benes y Hacha en 1939 ante la nueva Fuher Frau Merkel. Lamentablemente veo un Amanecer Dorado en Grecia despues del frepaseo de Szyriza...

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  3. Javier, Merkel es una imbécil que está totalmente sometida y dominada por los poderes oligárquicos que la controlan, no solo por el espionaje que le hacen. Es un factor muy dañino y negativo pero no es el causante de nada.

    Estoy de acuerdo en que si Szyriza fracasa por falta de decisión y coraje, habrá una situación extraordinariamente complicada no solo en Grecia, sino en toda Eurasia, puesto que no hay nada peor para un pueblo que el escepticismo y la desesperanza, que son caldos de cultivo para toda clase de patologías políticas sociales en tiempos de crisis y guerras.

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  4. http://www.zerohedge.com/news/2015-07-13/yanis-varoufakis-merkels-control-over-eurogroup-absolute-they-are-beyond-law

    Yanis Varoufakis: "Merkel's Control Over The Eurogroup Is Absolute, They Are Beyond The Law"

    The new Greek deal is "absolutely impossible, totally non-viable and toxic …[they were] the kind of proposals you present to another side when you don’t want an agreement."

    Ahora se entiende mejor la renuncia de Yanis Varoufakis. Alemania le dió un ultimátum esperando que NO lo cumpla.

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  5. Gato, Varoufakis se basa en su experiencia subjetiva, que puede ser verdadera. Más esto no implica que Alemania, en tanto Estado, decida por sobre la Troika. Le permiten decidir cosas como apretar a Grecia porque eso está conforme con los intereses oligárquicos que controlan la Troika. Pero Alemania no tiene poder propio, porque, para que lo tenga, sus clases sociales nacionales deberían tener una influencia sobre el Estado pero que no tienen.

    El gobierno de Alemania tiene un papel dañino porque se comporta como vocero legitimador de los intereses oligárquicos angloamericanos porque está demasiado dominada por esos intereses.

    Lo que hace Alemania, no solo respecto a las sanciones contra Rusia que perjudican su propia economía sino también respecto a lo de Grecia, es tremendamente perjudicial para sus propios intereses nacionales.

    En política, sobre todo en política internacional, hay que saber distinguir al jefe de la patota de aquel mandadero y lacayo que sobreactúa para "sobrevivir" con la patota. Los que cumplen este último papel suelen ser fantoches y payasos mayúsculos que, apenas se hacen inservibles para los jefes, son descartados.

    Por ej., cuando alguien habla con un Putin, o el premier chino, o CFK, por ej., habla con políticos reales, con identidad propia porque luchan por darle una identidad soberana a los pueblos y naciones que representan.

    En cambio, cuando hablan con Merkel, Obama, el primer ministro británico, Rajoy de España, etc., etc., hablan con payasos que hacen muecas constantes y que no representan nada desde el punto de vista de los intereses nacionales. Solo son factores que las combinaciones oligárquicas necesitan para dominar en los diversos Estados y hacer que la política internacional marche conforme a sus planes e intereses.

    No hay que pensar en términos formales. No es lo mismo un presidente de un país soberano de uno que no lo es. El cargo es el mismo, pero el contenido político y de poder son de naturaleza muy distinta.

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  6. Gracias por todos los comentarios. No hay gran cosa que agregar al garrón generalizado que es esto. Con Grecia se jugaban otras resistencias: las de Portugal, España, Italia, Irlanda, para mencionar las más obvias (los miserablemente denominados "PIIGS"). Lo que hizo la burocracia europea no tiene nombre. Había que pegar fuerte, había que humillar, noquear. Lo lograron. Esto no es sólo un mazazo a Grecia. Se aseguraron disciplina por dos o tres años más. Esto se va a traducir en más viejos ahorcados en las plazas de todos estos países, más ajustes, más recortes, más "desregulación" laboral, más privatizaciones de cualquier cosa: bancos, puertos, trenes, autopistas, sistemas de salud, tesoros arqueológicos (un "inversor" yanqui decía hace un par de años: "Cuánto vale la tumba de Aristóteles?"). Cuando terminen con Grecia van a dejar otra colonia harapienta más y que pase el que sigue...

    A algunos políticos europeos, sobre todo de cierta edad, se les empieza a caer la cara de vergüenza (tarde, chicos, siempre tarde...). El ex Primer Ministro italiano Romano Prodi decía hoy: "Grecia ha sido devastada y humillada... Europa ha mostrado su cara farisea, incapaz de liderazgo y solidaridad". Ocurre que el rescate es para los bancos, no para los pueblos...

    Lo de Alemania es demencial. Supongamos que Schaeuble o Merkel sean unos subnormales. Pero, ¿dónde está la rebelión de los políticos alemanes de centro, de izquierda, los capitanes de la industria, los exportadores? Dónde carajo están esos tipos? ¿A quién le van a vender un auto, una cafetera, a partir de ahora? ¿A los chinos?

    Gracias a todos por los comentarios. Lástima el motivo. Que venga el martes pronto. Hasta pronto.

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