domingo, 27 de julio de 2014

Rutas de la Seda (2)


Un pensamiento suelto a propósito del post anterior. Cuando se mira un planisferio centrado en el Pacífico, se aprecian los puentes intercontinentales (esto es, los istmos o casi istmos, fácilmente atravesables por puentes o túneles, actuales o futuros), más que las barreras marítimas que se interponen entre ellos. Se entienden entonces varias cosas, a saber: (1) por qué China se ve a sí misma como el centro del mundo; (2) el valor estratégico de los puentes (Bering, Suez, Bósforo, Centroamérica, etc.); (3) el papel clave de Rusia en la comunicación eurasiática; (4) que el futuro del comercio mundial está el transporte ferroviario (esto es, terrestre), no en los barcos (marítimo); (5) Por último, y como consecuencia de lo anterior, se sugiere un paulatino declive en la importancia de las potencias marítimas y sus tratados de defensa. En fin, ideas sueltas, que seguramente ya fueron discutidas por docenas de analistas con anterioridad. Los argentinos seguimos quedando en la esquina del mundo, aunque esta vez abajo, a la derecha. Los australianos, chochos.

NOTA: En el mapa de arriba, las rutas de Indochina-Australia-Nueva Zelandia, y la de Filipinas-Nueva Guinea incluyen amplios tramos de circulación marítima. 

4 comentarios:

  1. Uy! Suez! disculpas. Ya lo corregí. Gracias,

    Astroboy

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  2. Buenas Astroboy,

    Stratfor comentaba hace un tiempo que el transporte marítimo era tres veces más barato que el terrestre, que la existencia de complejos marítimos naturales (Mississippi-Ohio en USA y el Rin en Alemania) fueron aspectos determinantes para que hubiese desarrollo industrial a un costo razonable.

    No sé si habrá una reducción del costo por tonelada transportada y por km gracias a las nuevas tecnologías ferroviarias. habrá que ver, quizás se logra.

    Saludos,

    Andrés

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  3. Hola Andrés. Sí, recuerdo la nota de Stratfor y recuerdo haber hecho un posteo con ella (en 2012, creo). Y es verdad, hidrovías y transporte marítimo son, por ahora, más baratos que el ferroviario. Pero este último es entre tres y cuatro veces más rápido. Uno tiende a pensar que en tiempos en que la velocidad significa mucho, y en los cuales el transporte ferroviario todavía tiene un margen importante para aumentar su velocidad, podría ser decisivo en un montón de rubros comerciales. También deben jugar un papel varios factores adicionales que yo, francamente desconozco; por ejemplo, el riesgo potencial que conlleva cada sistema, su costo en seguros por tonelada, su costo de defensa (no debe ser lo mismo proteger el Estrecho de Malaca que, digamos, el istmo panameño), etc. Normalmente no se piensa en todos estos costos cuando se habla de sistemas de transporte, aunque seguramente deben en los cálculos (el hecho de que determinados costos no sean pagados por los privados no impide que existan). Seguro que pronto va a empezar a salir material sobre estos temas.

    Cordiales saludos,

    Astroboy

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