En el día de ayer se logró romper el cerco que una serie de grupos terroristas islámicos, apoyados por el Imperio y sus vasallos de la NATO, habían impuesto desde hace dos años y medio a la base aérea de Kuweires, en la provincia de Alepo, al norte de Siria. Durante treinta (30) meses, desde mediados de 2013, alrededor de mil soldados sirios resistieron el asedio y los miles de ataques con que las bandas de asesinos jihaddistas intentaron doblegarlos para conquistar dicho enclave militar. Los mil soldados se convirtieron pronto en un símbolo de la resistencia y determinación del Estado Sirio frente a la barbarie de la NATO y sus instrumentos de destrucción: decenas de miles de fanáticos reclutados no sólo en Siria sino en todo medio Oriente, Chechenia, el norte de Africa y Europa. Así informa hoy el sitio web Al Manar sobre la significación y alcance de esta victoria de las fuerzas civilizatorias (básicamente, Rusia, Siria, Irán y el Hezbolá) sobre los agentes del caos (los subrayados son nuestros):
Título: Ejército sirio y Hezbolá entran en base de Kuweires y rompen el asedio
Texto: Tropas del Ejército sirio, las Fuerzas de Defensa Nacional y Hezbolá han roto el cerco que los terroristas wahabíes takfiris del EI habían establecido en torno a una gran base militar en la provincia norteña de Alepo.
Una fuente militar cercana al gobierno sirio dijo el martes que el Ejército había entrado en la base aérea de Kuweires y que las tropas sirias continuaban avanzando para asegurar el área situada alrededor de la misma.
La ofensiva final para la liberación de la base aérea de Kuweires se inició el martes tras la toma el día anterior de la estratégica localidad de Sheij Ahmad, que se halla en la ruta hacia la base.
El avance fue precedido de un intenso fuego de artillería y morteros dirigido a debilitar las líneas defensivas de los militantes.
Al mismo tiempo, la Autopista Alepo-Raqqa quedó también bajo el control del Ejército sirio.
La operación a gran escala para retomar la base comenzó el pasado mes y las tropas sirias llevaron a cabo avances esporádicos contra los militantes bajo una cobertura aérea suministrada por aviones rusos y sirios.
Dos años y medio de asedio
El martes por la tarde, las fuerzas sirias rompieron las líneas de los militantes y conectaron con los soldados que habían estado atrapados en el aeropuerto desde hace dos años y medio y que se cifran en unos 1.000. El presidente sirio, Bashar al Assad, llamó al jefe de la base para felicitarle por la resistencia de sus tropas durante todo ese tiempo.
En total, los soldados cercados tuvieron que hacer frente a miles de acciones de los militantes, bombardeos de morteros y ataques suicidas con choques bomba, pero todo esto resultó inútil frente a la determinación de los militares cercados, que se han convertido en iconos de la firmeza y la resistencia de todo el pueblo sirio. Las tropas cercadas fueron abastecidas desde el aire durante el asedio mediante helicópteros y aviones.
Disparos de celebración pudieron ser oídos en el aeropuerto después de la ruptura del cerco. La televisión siria entró también en la base y mostró imágenes de la misma tras ser asegurada por las fuerzas sirias. La televisión añadió que cientos de terroristas murieron durante la operación, a la que calificó de gran victoria. Los terroristas del EI tomaron el control de los alrededores de Kuweires en 2013 y pusieron cerco al aeropuerto.
¿Nueva base de la aviación rusa?
Según el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres, Rami Abdel Rahman, esta victoria podría permitir a la aviación rusa desplegarse en el aeropuerto e incrementar así su potencia de fuego, en especial en la provincia de Alepo.
Huida de militantes del EI
Por otro lado, fuentes de la Inteligencia siria señalan que cientos de militantes del EI están huyendo de la zona de Kuweires hacia zonas más seguras para salvar sus vidas tras las bajas sufridas en el ataque masivo del Ejército sirio y Hezbolá.
Los aviones sirios han llevado a cabo bombardeos contra los militantes del EI en huida y sus convoyes. Se trata, según los expertos, de una de las mayores derrotas del EI en la guerra de Siria.
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Título: ¿Cuáles son las ganancias estratégicas de la victoria de Kuweires?
Texto: Tras más de dos años y medio de asedio contra el aeropuerto militar de Kuweires, situado en el Sureste de Alepo, las fuerzas armadas sirias han logrado romper el cerco de la base, que tiene una gran importancia estratégica.
El control del aeropuerto significa la expansión del control del Ejército sirio sobre el Sur y Este de la provincia de Alepo. El control de esta base aérea permitirá a la Fuerza Aérea siria -y en su caso a la rusa- situar helicópteros y aviones de combate allí y esto llevará inevitablemente a un incremento de las operaciones aéreas en las provincias de Idleb y de Alepo. Esta base podría convertirse, así, en un elemento fundamental para lograr futuras victorias militares.
La liberación de la base supone también un espaldarazo moral para las tropas sirias y sus aliados y un golpe a la moral de los terroristas del EI y el resto de grupos takfiris en el país. La operación de Kuweires significa que todos aquellos lugares que se encuentran bajo asedio por parte de los terroristas pueden esperar una liberación más pronto que tarde.
La toma del aeropuerto ha puesto también de manifiesto la calidad de las armas rusas y sirias y la efectividad de los ataques aéreos, donde se utilizan bombas guiadas por láser, que han destruido depósitos de armas y municiones, centros de mando y posiciones del EI. En la operación del aeropuerto tomaron parte los aviones Sujoi-34, el bombardero táctico más moderno de la aviación rusa, los Su-25 y helicópteros MI-24 que suministraron apoyo directo al avance de las unidades militares de Siria y sus aliados con su capacidad masiva de fuego, con misiles y cañones. Un papel destacado han jugado también los drones de reconocimiento, que han localizado la situación de las posiciones y los movimientos de los militantes del EI y han permitido así su bombardeo y destrucción.
Las operaciones aéreas estuvieron asimismo bien coordinadas con el uso de artillería y morteros contra las líneas defensivas de los militantes. Esto implica que las posiciones de los grupos armados son ahora cada vez más inseguras ya que pueden ser destruidas por las armas aéreas y terrestres sirias y rusas, incluyendo los búnkeres y escondites subterráneos. Los misiles antitanques guiados del Ejército sirio y Hezbolá han mostrado también su efectividad contra estas posiciones y vehículos del EI.
Se ha producido también en esta operación una mejora de la coordinación entre los mandos a nivel del terreno y los centros de mando superiores. Estos últimos han dejado a los primeros una mayor autonomía de decisión en lo que se refiere a realizar estimaciones sobre objetivos y pedir apoyo aéreo y de artillería contra los mismos.
La operación de Kuweires liberará también fuerzas para la prosecución de las ofensivas en los frentes de Alepo y Hama y permitirá dirigir un poder de fuego incrementado, en especial a través del poder aéreo, contra los terroristas situados en estos frentes, causándoles así mayores pérdidas humanas y materiales. En este sentido, la liberación de Kuweires llevará rápidamente a un fortalecimiento de las operaciones en otras zonas próximas de la provincia de Alepo.
En el aspecto político, el Ejército ha demostrado una vez que es la única fuerza que existe en Siria que ostenta un poder suficiente para derrotar al EI y otros grupos terroristas. La posición del Estado sirio se ha reforzado en todos los frentes del país, incluyendo Latakia, Alepo, Deraa y la Guta Oriental, donde se han producido importantes avances, con la excepción del norte de Hama, donde los grupos armados han tomado algunas ciudades. Sin embargo, es de prever que el Ejército sirio, con su nuevo material y estrategia, sea capaz allí también de tomar próximamente la iniciativa.
Todo ello supone que en un solo mes grandes zonas estratégicas de Siria, incluyendo las principales rutas que comunican Damasco, Alepo, Homs y Hama hayan sido aseguradas por el Ejército y que las vías de comunicación entre los grupos armados han sido, en gran medida, cortadas.
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