martes, 3 de noviembre de 2015

Epidemia


La siguiente nota de Cristina Pereda para el diario español El País nos resulta enigmática en cuanto a su significado último. Efectos del sobreconsumo? Stress? Angustia existencial? La química de los alimentos? La depresión económica? Una sobrecarga de locura en el ambiente? Impotencia social? Era del nihilismo? Hartazgo ante el Imperio? Difícil saberlo, chicos. Pasemos a la nota y juzguen ustedes:


Título: La epidemia silenciosa que ha matado a medio millón de estadounidenses

Subtítulo: La mortalidad de los estadounidenses blancos de mediana edad se ha disparado en las dos últimas décadas

Texto: La mortalidad de los estadounidenses blancos de mediana edad se ha disparado en las dos últimas décadas. El fenómeno, revelado este martes por un informe de dos profesores de la Universidad de Princeton, no tiene igual en ningún otro grupo demográfico de Estados Unidos, ni en ningún otro país desarrollado en la historia reciente. La mayoría de las muertes no se debe además a enfermedades cardiovasculares o diabetes, sino al suicidio, la cirrosis y el envenenamiento por alcohol y el consumo de drogas.

El fenómeno constituye una epidemia silenciosa que le ha quitado la vida a casi medio millón de personas antes de que las autoridades sanitarias hayan podido reaccionar. Los autores del informe, Angus Deaton —ganador del último Nobel de Economía— y Anne Case, solo han encontrado una situación similar en la historia reciente: el medio millón de muertos por la epidemia de Sida.

El aumento de la mortalidad de hombres y mujeres blancos entre 45 y 54 años, desde 1999 hasta 2013 “invierte décadas de progreso y es único de Estados Unidos”. Los autores relacionan este fenómeno con otro paralelo, el empeoramiento de la salud de este grupo de población, tanto física como mental, sus dificultades para “llevar a cabo tareas diarias”, el aumento del dolor crónico y la imposibilidad de trabajar.


En rojo, la tasa de mortalidad de estadounidenses blancos, frente a la de Francia, Alemania, hispanos de EE UU, Reino Unido, Canadá, Austria y Suecia. /PNAS

Entre 1978 y 1998, la mortalidad de las personas blancas entre 45 y 54 años se redujo un 2% de media anual, coincidiendo con las tendencias de este grupo en países como Francia, Alemania, Reino Unido o Canadá. Sin embargo, después de 1998, mientras que en el resto de naciones y grupos de población de Estados Unidos la tasa se mantuvo estable, en el caso de los blancos de mediana edad aumentó medio punto cada año.

“Si la mortalidad entre blancos se hubiera mantenido en su valor de 1998, se hubieran evitado 96.000 muertes”, dicen los autores del informe publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias. Pero la tasa no solo no se mantuvo, sino que aumentó, por lo que el estudio afirma que “se podría haber evitado la muerte de 488.500 personas entre 1999 y 2013”.

Los profesores de la Universidad de Princeton alertan de que los suicidios, sobredosis y envenenamientos responsables de estas muertes “aumentaron año tras año. Mientras que las muertes por sobredosis empezaron a disminuir entre afroamericanos e hispanos, aumentaron entre los blancos a partir de 1999. En 2006, por primera vez, las muertes por causas relacionadas con el consumo de drogas y alcohol entre blancos superaron a las de negros e hispanos.


La epidemia de dolor

En paralelo, los autores han detectado un incremento del número de personas que dicen sentir “dolor crónico”, que califican como “epidemia”. Uno de cada tres blancos en edad media asegura dolor crónico en las articulaciones, uno de cada cinco en el cuello y uno de cada siete en la espalda. Todas las categorías aumentaron entre 1999 y 2013, así como los que declararon padecer “estrés psicológico serio” o tener dificultades para caminar 400 metros, subir 10 escalones, mantenerse de pie o sentado durante dos horas o relacionarse con amigos.


Las causas de mortalidad entre los blancos de 45-54 años. / PNAS

La situación revelada por Deaton y Case coincide además con una de las últimas incógnitas a las que se ha enfrentado la sociedad estadounidense: el aumento del consumo de heroína y adicción a los medicamentos para paliar el dolor entre blancos de clase media. El 90% de las personas que consumieron heroína por primera vez en la última década son blancos, según un informe de la revista de psiquiatría de la Asociación Médica Americana, y tres de cada cuatro de ellos habían optado por la heroína después de consumir medicamentos recetados por un médico.

“El aumento de los controles en la prescripción de medicamentos con opiáceos derivó en que se sustituyeran por heroína”, dicen los autores, coincidiendo con una bajada de precios y aumento de calidad de esta droga en el mismo período que estudiaron. Los autores aseguran que no pueden determinar “qué ocurrió antes, si el mayor consumo de medicamentos o el incremento del dolor”, pero que el aumento del consumo de alcohol y suicidios “son síntomas de la misma epidemia y han crecido al mismo tiempo”.

Los autores del informe describen a este grupo de población como “el primero que llegará a la mediana edad y verá que no vivirá mejor que sus padres” y que se debe, en parte, a las presiones económicas y el nivel educativo de los afectados. Si las autoridades no lo remedian antes, llegarán a la jubilación en peores condiciones de salud que sus padres y pueden convertirse en “una generación perdida” .


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A continuación, la carátula y el link al informe que dio lugar a esta nota de El País. El artículo, de la muy prestigiosa PNAS (Proceedings of the National Academy of Science) puede bajarse acá: 


http://www.pnas.org/content/early/2015/10/29/1518393112.full.pdf

Título: Rising morbidity and mortality in midlife among white non-Hispanic Americans in the 21st century

Autores: Anne Case & Angus Deaton

"Significance: Midlife increases in suicides and drug poisonings have been previously noted. However, that these upward trends were persistent and large enough to drive up all-cause midlife mortality has, to our knowledge, been overlooked. If the white mortality rate for ages 45?54 had held at their 1998 value, 96,000 deaths would have been avoided from 1999–2013, 7,000 in 2013 alone. If it had continued to decline at its previous (1979?1998) rate, half a million deaths would have been avoided in the period 1999?2013, comparable to lives lost in the US AIDS epidemic through mid-2015. Concurrent declines in self-reported health, mental health, and ability to work, increased reports of pain, and deteriorating measures of liver function all point to increasing midlife distress.

"Abstract: This paper documents a marked increase in the all-cause mortality of middle-aged white non-Hispanic men and women in the United States between 1999 and 2013. This change reversed decades of progress in mortality and was unique to the United States; no other rich country saw a similar turnaround. The midlife mortality reversal was confined to white non-Hispanics; black non-Hispanics and Hispanics at midlife, and those aged 65 and above in every racial and ethnic group, continued to see mortality rates fall. This increase for whites was largely accounted for by increasing death rates from drug and alcohol poisonings, suicide, and chronic liver diseases and cirrhosis. Although all education groups saw increases in mortality from suicide and poisonings, and an overall increase in external cause mortality, those with less education saw the most marked increases. Rising midlife mortality rates of white non-Hispanics were paralleled by increases in midlife morbidity. Self-reported declines in health, mental health, and ability to conduct activities of daily living, and increases in chronic pain and inability to work, as well as clinically measured deteriorations in liver function, all point to growing distress in this population. We comment on potential economic causes and consequences of this deterioration."

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