sábado, 28 de noviembre de 2015

Giros


Putin tenía razón. Había que meter un poco de presión sobre el terreno para que las cosas comenzaran un proceso de decantación en los espíritus, sobre todo en el de los europeos. La acción directa de los militares rusos sobre los cielos de Siria comienza a dar resultados concretos y, en algunos casos, asombrosos. Un ejemplo es Francia, quien se apresta a dar un giro de 180° en su política exterior respecto de Siria y, tal vez, de todo el Medio Oriente y Norte de Africa. La siguiente nota de Gabriela Cañas y Natalia Sacha para El País da cuenta de estos cambios.


Título: Francia contempla cooperar con las fuerzas de El Asad contra el ISIS

Subtítulos: El ministro de Exteriores apunta que será necesaria una acción terrestre / Damasco da la bienvenida a esta posición / Laurent Fabius: “Habrá que actuar en tierra con tropas árabes o kurdas”

Texto: La reunión entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el francés, François Hollande, ha dado un primer resultado: el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, indicó este viernes que París contempla cooperar con las tropas del régimen sirio en la ofensiva contra el Estado Islámico en el marco de la transición política que la comunidad internacional impulsa en Siria. Fabius apuntó que los bombardeos no son suficientes, que es necesaria una acción terrestre, y que en ella puede tener un papel el régimen de Bachar el Asad. Damasco dio la bienvenida a esa posición.

Tras los atentados del 13 de noviembre, el Gobierno francés ha intensificado sus bombardeos sobre posiciones del ISIS en Siria e Irak y ha lanzado una ofensiva diplomática para lograr una mayor coordinación internacional en las operaciones contra el grupo terrorista. Sin embargo, no contempla desplegar tropas sobre el terreno, una faceta de la acción militar que París considera indispensable para el éxito. “Deben ser tropas sirias, árabes, kurdas...”, indicó Laurent Fabius, ministro de Exteriores francés, en una entrevista mantenida con cinco periódicos europeos, entre ellos EL PAÍS. Fabius aclaró posteriormente que su Gobierno considera la posibilidad de “cooperar con las fuerzas del Ejército sirio en el marco de una transición política creíble”.

Se trata de la primera vez que el Ejecutivo francés manifiesta de forma explícita la posibilidad de cooperar sobre el plano militar con las fuerzas del régimen.

Fabius, sin embargo, no considera que este sea un cambio de posición porque esa cooperación se enmarcaría siempre en esa transición política siria, en la que, considera, no puede participar Bachar el Asad. Sí admite el Gobierno de François Hollande “elementos del régimen” en dicha transición.

La prioridad del Gobierno de Hollande es ahora atacar duramente al ISIS y sumar aliados a una gran coalición global. “Francia luchará hasta el final y ganará su batalla contra el terrorismo”, afirmó este viernes el presidente francés en el emocionante homenaje a las 130 víctimas de los atentados de París. Moscú, que anteriormente ha bombardeado a la oposición al régimen, ha sido sensible a las demandas de París tras dichos atentados y ha empezado a coordinar sus acciones con Francia. Según Fabius, Putin y Hollande han acordado “establecer un mapa de las fuerzas que no son terroristas y que combaten al ISIS”. Moscú se abstendrá de bombardear a dichas fuerzas.

La posibilidad de que las tropas del régimen sirio combatan en el terreno con tropas aliadas contra el ISIS ha sido bien recibida en Damasco. “Más vale tarde que nunca”, respondió desde Moscú el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Walid Mouallem. “Si Fabius es serio respecto a lo de trabajar con el Ejército sirio, y con tropas en el terreno contra Daesh [acrónimo árabe peyorativo en referencia al ISIS], damos la bienvenida a tal proposición”. Sin embargo, el ministro matizaba sus declaraciones indicando que para ello sería necesario “un cambio fundamental”.

“Por cambio fundamental, hace referencia a un cambio radical en la política francesa en su apoyo a países como Turquía o Arabia Saudí que alimentan al terrorismo en Siria”, valora en una conversación telefónica Bassam Abu Abdalá, analista y profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Damasco. “Y ello incluye no interferir en los asuntos sirios internos como la elección del presidente”, añade. Para Abu Abdalá, las recientes visitas de tres delegaciones parlamentarias francesas a Siria ponen de manifiesto un cambio “en la atmósfera política francesa para con Siria”, exacerbada tras los ataques de París.

El desarrollo de la posición francesa se enmarca en el esfuerzo de los principales actores internacionales por impulsar una transición política en Siria. A las conversaciones se incorporó recientemente Irán, y los analistas han observado en los últimos tiempos una moderación de los llamamientos de las potencias occidentales a una inmediata salida de Bachar el Asad del poder.

Moscú ha sido la penúltima etapa de Hollande en su ofensiva diplomática para recabar apoyos a la coalición global contra el ISIS. Tras entrevistarse también con los mandatarios del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania e Italia, verá este domingo en París al chino Xi Jinping.

Cuatro países (Reino Unido, Alemania, Finlandia e Irlanda) han ofrecido ya su apoyo a tal proyecto. El refuerzo de las tropas en Malí aliviaría la carga francesa en la zona para poder concentrarse en Oriente Próximo. Alemania ayudará en ambos frentes. Reino Unido, ampliando, si su Parlamento lo permite, sus bombardeos a Siria (ahora solo lo hace en Irak). Finlandia ofrece apoyo logístico en Erbil, en el norte de Irak, y también en Malí. En este último país también podrían añadirse tropas irlandesas.

El refuerzo de la llamada operación Chammal en Oriente Próximo ha dejado a Francia al límite de sus capacidades militares en el exterior. París tiene destacados en la zona a 3.500 efectivos y un gran arsenal bélico (38 aviones) que le ha permitido en los últimos diez días, desde el 15 de noviembre, realizar 106 vuelos sobre Siria e Irak y llevar a cabo 20 bombardeos contra el ISIS. Son operaciones que se desarrollan en paralelo en otro polvorín terrorista, el Sahel, donde Francia tiene desplegados a 4.500 soldados.


Apoyo alemán

Alemania es el país que ha puesto sobre la mesa la propuesta más concreta, al aceptar enviar 650 soldados a Malí, un país desestabilizado por grupos terroristas donde las tropas francesas pelean junto a los cascos azules de la Minusma. Berlín aportará, además, para Oriente Próximo entre cuatro y seis aviones de reconocimiento Tornado, aviones cisterna y una fragata para custodiar el portaviones Charles de Gaulle.

El Sahel es un avispero. El pasado día 20, un grupo terrorista mató a 19 personas en una toma de rehenes en el hotel Radisson Blu de la capital maliense, Bamako. Gracias a las fuerzas allí establecidas, Francia pudo enviar inmediatamente a 40 expertos antiterroristas que participaron finalmente en la liberación de los rehenes.

Las últimas operaciones francesas en el norte de Malí han llevado a la muerte de dos terroristas y la detención de varios de ellos. La misión en este momento es destruir los refugios de los grupos terroristas, según informa del Ministerio de Defensa, e intentar que no logren reconstruirlos.


Estas son operaciones que cuentan con el beneplácito de la población francesa y de todo el arco parlamentario político. El pasado miércoles, la Asamblea Nacional aprobó casi por unanimidad (515 votos a favor contra cuatro) el refuerzo del despliegue militar francés en Oriente Próximo.


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