martes, 4 de abril de 2017

Huelga general en la Guayana francesa


No sé si notaron que nunca, pero nunca, aparecen noticias de las Guayanas sudamericanas. No es para menos: a ver si el planeta se entera de la existencia de colonias europeas en pleno Siglo XXI. En fin, las cosas pasan y las Guayanas francesas ("Territorio de Ultramar" del país de la egalité, etc.; capital: Cayena) entraron en huelga general desde el lunes. Así lo cuenta, en las dos notas que siguen, Julián Vadis para La Izquierda Diario:


Título: Una huelga general paraliza la Guayana francesa

Epígrafe: La huelga comenzó este lunes y afecta a las principales zonas del territorio. La desocupación, falta de servicios públicos y otras demandas de carácter social son el motor de las protestas.

Texto: La tensión social en la Guayana Francesa se ha agudizado desde este lunes con una huelga general para denunciar el desempleo y las pésimas condiciones de vida que aquejan a la mayoría de la población en este territorio francés de ultramar.

El Gobierno francés, admitió que la situación en este territorio donde viven más de 260.000 personas es "tensa", y realizó un llamado a la calma.

Desde hace varios días la Guayana Francesa, afectada por una tasa alta de desempleo, vive un movimiento de descontento social a menos de un mes de las elecciones presidenciales francesas.

La movilización que amenaza con paralizar su economía, vienen creciendo desde el jueves con el bloqueo de una docena de carreteras y el cierre de escuelas.

Las manifestaciones y bloqueos ya habían obligado a la empresa Arianespace a aplazar el lanzamiento, previsto el martes, de un cohete Ariane 5 que iba a poner en órbita un satélite brasileño y otro surcoreano.

Pese a que el Gobierno francés envió una misión interministerial para dialogar con los manifestantes, 37 sindicatos agrupados en la Unión de Trabajadores Guayaneses (UTG) aprobaron el pasado sábado una "huelga general ilimitada" a partir de este lunes.

Las protestas comenzaron alrededor del corazón económico del territorio, un símbolo del carácter colonial de la relación entre París y la Guayana francesa: Kourou.

Las principales reivindicaciones planteadas por el movimiento son fundamentalmente sociales. Es que el carácter profundamente desigual se vive en la Guayana más que en otra parte del territorio francés.

La tasa de desempleo, afecta a una cuarta parte de la población, en especial afectando a los jóvenes, más del 40% de los desocupados son menores de 25 años. El empleo, la defensa de los servicios públicos, salarios, ingresos de los pequeños agricultores, es lo que está en el centro de las demandas del movimiento.

La misión interministerial francesa anunció la contratación de más policías y una ayuda urgente de 60 millones de euros para el hospital de Cayena, la capital, muy endeudado.

"Por el momento, las respuestas de la delegación se centran en la salud y la seguridad. Nosotros pedimos un plan de desarrollo y no pequeñas medidas", afirmó un portavoz de los sindicatos.

Los movimientos sociales y los sindicatos que encabezan el movimiento se niegan a reunirse con la misión interministerial. La ministra de Ultramar, Erika Bareigts, rechazó el lunes la posibilidad de viajar a la Guayana "hasta que no se reúnan las condiciones para un diálogo".

La crisis en el territorio de ultramar francés, irrumpió en la campaña electoral, desde el Gobierno denunciaron en un comunicado la "instrumentalización con fines electoralistas" de la situación por parte de algunos candidatos a las elecciones presidenciales, especialmente el conservador François Fillon y la ultraderechista Marine Le Pen.

Las declaraciones de los principales candidatos a la presidencia francesa, ocultan que la principal fuente de la actual crisis en Guayana es es la situación colonial a la que esta sometida este territorio, relegado a una zona de segunda por el estado imperialista francés.


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Título: La huelga en Guayana pone la cuestión colonial en la agenda de las presidenciales francesas

Epígrafe: Sacudidas ya por escándalos e incertidumbres, las elecciones presidenciales de 2017 se han convertido en uno de los escenarios en los que se desenvuelve la huelga general en Guayana Francesa.

Texto: Tradicionalmente, las elecciones presidenciales desempeñan un papel importante en la contención de la agenda social, al frenar las protestas sociales en nombre de la "gran fiesta democrática", versión V República. Si ya en Francia misma, las luchas se han sucedido a pesar de la proximidad de las elecciones presidenciales (movimientos locales en los lugares de trabajo, movilizaciones en reclamo de justicia para Theo, Adama o Shaoyo Liu, víctimas de la violencia policial), los territorios sobre los que aún pesa el yugo colonial de París siempre han sido más turbulentos, inclusive antes de las elecciones nacionales. Y el período abierto con la huelga general en Guayana no es una excepción.

El ejemplo más ilustrativo, sin duda, sigue siendo el de Nueva Caledonia en 1988. Se recuerda la masacre de la cueva de Ouvea perpetrado por las fuerzas especiales coloniales en represalia por una acción llevada a cabo por independentistas canacos del FLNKS. Un baño de sangre generado como consecuencia del pasado colonial de Nueva Caledonia y la segregación de los canacos, pero que dio un giro radical con el nombramiento de Jacques Chirac en 1986 como Primer Ministro. La farsa del referéndum de 1987, ampliamente boicoteada por los canacos mismos, había representado el preludio de la política del garrote y la diplomacia practicada por Paris e intensificada bajo Chirac.

La proximidad de las elecciones presidenciales no tendría ningún efecto de contención sobre la revuelta en curso. "La barbarie de estos hombres, si se les puede llamar así", declaró Chirac dos días después del asalto a la cueva Ouvea, en vísperas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a las que se presentó contra Mitterrand, y que se saldó con las ejecuciones sumarias de militantes canacos que mantenían como rehenes a una docena de gendarmes para poder alcanzar sus objetivos. Por supuesto, ni el contexto ni el grado de confrontación se parecen de ninguna manera a los de la Guayana Francesa de hoy, pero ciertamente son las mismas fuentes coloniales las que dieron origen a la revuelta: la relegación, la segregación económica y la opresión económica, política y cultural.

La onda expansiva provocada por la huelga general en Guayana Francesa terminó por romper el silencio mediático que hasta ahora había ocultado las causas. Tanto es así que hoy en día, ninguno de los candidatos a las presidenciales puede ocultar el tema, dado que están en juego los intereses del imperialismo francés y que el ejemplo de Guayana Francesa podría mostrar el camino para la movilización aquí mismo, en Francia.

En relación con este tema, aunque cada uno de los candidatos "grandes" al Elíseo pueda mostrar alguna señal de desacuerdo, ninguno de ellos destaca el carácter colonial de la situación. Esto se refleja en el hecho de que todos defienden, en mayor o menor grado, el mantenimiento y aun el refuerzo del dominio del imperialismo francés sobre sus colonias.

Las clases dominantes sólo proponen dos opciones: hacer algunas concesiones parciales (que en nada cambian las deficiencias estructurales y mantienen la camisa de fuerza ideológica), o recurrir directamente a la represión para sofocar la furia. Y en este contexto particular de acumulación de escándalos y de crisis orgánica de la democracia burguesa, en el que el bipartidismo tradicional ha estallado en pedazos, llevando a una recomposición profunda del sistema político francés, el episodio de la huelga general en Guayana Francesa toma una dimensión particular y aparece como una de las cuestiones centrales del periodo electoral.

La cuestión de la definición misma de estos territorios no es de ninguna manera un tema secundario. El imperialismo francés actúa como un equilibrista, manteniendo a los pueblos oprimidos justo sobre la línea de flotación, que está determinada ante todo por las condiciones de vida de los trabajadores procedentes de países limítrofes o de islas y archipiélagos cercanos, con el fin de frenar cualquier tendencia separatista y así preservar sus bases estratégicas en Sudamérica, el Caribe, el Océano Índico o el Pacífico.

Y si las protestas sociales se extienden, se recurre a la herramienta represiva, con aun más violencia que en Francia misma, para restaurar el orden. Por esta razón, considerar que la Guayana Francesa es un departamento francés, como sostienen algunos en la izquierda, implica ignorar toda contextualización histórica, social y política de la situación de la Guayana francesa e impide comprenderla realmente para poder transformarla.

En otras palabras, implica dejarse llevar por la ilusión republicana, condenarse a una posición errónea y dejar el campo libre a los ministros que viajan a la zona para prometer algunas concesiones con el fin de reducir la presión, pero sobre todo para que nada cambie. Fue lo que ya había hecho Yves Jégot en Guadalupe, después del movimiento contra la "Pwofytasion" en 2009. Los trabajadores y las clases populares y Guadalupe y Martinica saben a qué atenerse.

Una de las mentiras que estalla en pleno vuelo con la huelga general de Guayana Francesa es justamente el carácter de "territorios de la República iguales al de la metrópoli", es decir, la redefinición ficticia de las colonias como DOM-TOM (Departamentos y territorios de ultramar).

Desde la perspectiva de las organizaciones del movimiento obrero y popular en Francia, es necesario afirmar la solidaridad internacionalista y antiimperialista con el movimiento en curso. Por esta razón vemos una línea divisoria entre la "izquierda responsable", la " izquierda de gobierno" y aquellos que realmente desean cambiar todo este sistema.


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