martes, 15 de agosto de 2017

Otra de inmigrantes


El continente americano se suma a la dinámica migratoria que ya se conoce de sobra en el Viejo Mundo. En este caso se trata de Canadá, que está recibiendo un flujo considerado excesivo de inmigrantes, en este caso mayoritariamente haitianos, exiliados económicos. Así lo cuenta Edurne Concejo para el diario catalán La Vanguardia: 


Título: Canadá, desbordada ante la avalancha de inmigrantes

Subtítulo: Cada día cruzan la frontera con Estados Unidos cerca de 300 personas, la mayoría haitianas

Texto: El gran volumen de inmigrantes que están cruzando la frontera de Estados Unidos está sumiendo a Canadá en un grave problema. Según cifras oficiales, cada día son cerca de 300 los refugiados que cruzan los pasos para pedir asilo, cuando durante la primera quincena de julio, la cifra era de 50 al día.

Las amenazas de Trump han calado hondo en la población inmigrante del país estadounidense y las cifras se están disparando. Entre el 1 y el 7 de agosto se presentaron en un cruce no oficial de Estados Unidos a Quebec 1.798 personas. En todo el 2015 la cifra fue de 2.920 personas.

Para dar cobertura a la crecida de inmigrantes, se han habilitado distintos espacios para acoger, temporalmente, a las personas que llegan. Se han construido campamentos de refugiados improvisados en la frontera en el Estadio Olímpico de Montreal con capacidad para medio millar de personas y en Quebec se han abierto instalaciones como el antiguo Hospital Royal Victoria o un antiguo convento también para este fin.

El Toronto Sun afirmaba que Canadá “está empezando a parecerse más a Europa, invadido por la inmigración masiva y sin poder hacer frente a los problemas que conlleva”.

Pero, ¿A qué se debe este aumento significativo de los inmigrantes que cruzan la frontera canadiense? Fundamentalmente, a las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Su elección como presidente disparó el temor en la población inmigrante residente en EE.UU. como se pudo comprobar en los colapsos en la web de inmigración de Canadá tras las elecciones, así como a los registros de búsquedas en Internet sobre una posible marcha al país vecino.

Además, la administración Trump está considerando poner fin a un programa que otorgó a los haitianos el llamado “estatus protegido temporal” tras el terremoto que golpeó a Haití en 2010. El colectivo haitiano se está estableciendo con fuerza en Montreal.

Algunos medios nacionales en Canadá están reabriendo el debate sobre qué debería hacer el gobierno para gestionar este incremento tan drástico de refugiados. El Toronto Sun, por ejemplo, sugiere que si Trudeau quiere detener la crisis de la inmigración ilegal, debería recurrir al propio Donald Trump: “Llamaría a Trump y le exigiría que los dos países trabajen juntos para detener el flujo de inmigrantes que entran a Canadá”.

Sin lugar a duda, esta crisis está haciendo temblar los cimientos de una sociedad conocida por su buena acogida a los inmigrantes. Canadá ocupa el tercer lugar en el ranking de países que mejor trato dispensa a los refugiados, solo por detrás de Suecia y Portugal, según el Índice de Política de Integración y Migraciones sobre los países que mejor absorben la inmigración.

La administración canadiense ha elaborado un informe sobre la creciente llegada de refugiados en el que algunos expertos reconocen que esta “capacidad de absorción está disminuyendo”. Esto demuestra, según recoge el texto, que la integración no es un proceso “automático”, sino que requiere trabajo.


Se empiezan a ver problemas de integración y choques culturales

A pesar de ser uno de los países referentes en acogida, muchos índices empiezan a dejar entrever problemas de integración y choques interculturales. Acceso a la vivienda o a la sanidad, diferencias religiosas que incluyen casos de matrimonios forzosos o violencia doméstica... son algunas de las cuestiones que se están complicando la convivencia.

La brecha lingüística también está creciendo, a pesar de contar con un programa específico que ofrece clases gratuitas a los llegados de fuera. 3 de cada 10 personas que se acogen a estas clases son nacidos en Canadá, lo que demuestra que existen fuertes comunidades étnicas que no se relacionan con la comunidad.

Preocupa mucho el autoaislamiento al que se están condenando en algunos lugares. La mayoría de inmigrantes escoge una región con varios miembros de su comunidad para instalarse. De hecho, 2 de cada 3 personas que entran en Canadá se trasladan a Toronto, Montreal o Vancouver.

La percepción de la población está cambiando como demuestra que el 43% de los ciudadanos de segunda generación –los que han nacido en Canadá- de minorías visibles de Canadá están “convencidos de que han sido tratados injustamente”.


El 43% de los inmigrantes de segunda generación reconocen sentirse tratados injustamente

Ante la llegada masiva de inmigrantes que está viviendo el país, el primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, ha querido recordar que las personas que llegan a Canadá desde Estados Unidos para pedir refugio están mal informadas sobre sus opciones de obtener asilo. “No podemos negar la esperanza a estas personas, pero se les debe hacer ver la realidad de la situación, especialmente aquellos que siguen en Estados Unidos y pueden estar tentados a hacer lo mismo”.

Esta gente vulnerable está siendo convencida de su admisión como refugiado en Canadá y que aquí en Quebec será simple e incluso automática. No lo es. No hay ninguna garantía que las solicitudes de refugio serán aceptadas”, añadió.


Recuerdan que no hay garantías de lograr el asilo

Desde 2004, Canadá y Estados Unidos tienen en vigor el llamado Acuerdo de País Seguro, por el que los solicitantes de refugio están forzados a realizar su petición en el primer país al que llegan.

El objetivo del acuerdo es evitar que los huidos puedan elegir en qué país solicitan refugio si se encuentran ya en un territorio considerado seguro. Pero el acuerdo tiene un vacío legal: sólo se aplica si el individuo solicita legalmente refugio en los puntos de entrada de Canadá.

Si el peticionario entra ilegalmente en el país, por ejemplo cruzando a pie en un lugar donde no hay un puesto fronterizo, el individuo es detenido primero. Una vez en detención, puede realizar la solicitud de refugio, iniciando un proceso que puede durar meses o años.

Este domingo, el líder del Partido Quebequés, el principal partido de la oposición en Quebec, Jean-Francois Lisee, ha pedido la suspensión de este acuerdo que, según Lisee, permitiría la expulsión inmediata del país de miles de individuos que cruzan ilegalmente a Canadá, lo que según el líder del partido independentista se ha convertido en un “problema de aceptación social”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario