Siguen los nervios en Europa en relación con la crisis
griega. Para ponerlo fácil: Grecia ya no puede pagar más, no ya el capital sino
los servicios de su deuda. Todo el mundo lo sabe, pero no hay que decirlo
jamás. ¿Por qué? Porque el resto del planeta está “apalancado” con bonos,
derivados o cosas parecidas, que dicen que se le debe plata al portador del
papelito. Si uno defaultea, ocurrirían dos cosas: (1) esos bonos, derivados,
etc., pasan a no valer nada, (2) el resto de los deudores, comenzando por los PIIGs
europeos, defaultean al toque, con lo cual la Unión Europea (y consecuentemente
la NATO, chicos, la NATO) desaparece de una vez. Las primeras dos notas son del
diario español El País. La tercera es de Zero Hedge:
Título: “Nos lanzan al vacío, a partir del referéndum será
el abismo”
Subtítulos: En las primeras horas tras el anuncio del
referéndum en las calles reinaba la inquietud / De madrugada había colas en los
cajeros / Europa rechaza prorrogar el rescate y empieza a romper con Grecia
Texto: A las tres y media de esta madrugada, Dimitris, un
jubilado de 60 años, pedía la vez en una nutrida cola ante un cajero
automático, en el barrio de clase media ateniense de Galazi. Dos personas se
habían enzarzado en una discusión sobre la pertinencia del referéndum, y a
Dimitris no le quedaba claro dónde colocarse. Entre muestras de enfado, alguna
voz más alta que otra y gestos de resignación y estupor, una quincena de
personas aguardaba a horas tan intempestivas para asegurarse una cierta
cantidad de liquidez, con todo el fin de semana por delante. “No tengo miedo a
un corralito, con una pensión de 500 euros y otra compensatoria de 400 no tengo
mucho que perder, pero hoy [por el viernes] informaron por la televisión de que
ya habían transferido las pensiones de junio a los bancos y por eso vengo a
sacarlo”, explicaba Dimitris, que aseguraba no saber aún qué votará en el
referéndum del próximo 5 de julio. “Con euro o con dracma nos va a ir igual de
mal, estamos jodidos. No he decidido mi voto, pero no me gusta el chantaje de
Europa. Esto sucede porque Europa no quiere un Gobierno de izquierdas”.
En las primeras horas tras el anuncio de una consulta
popular sobre la propuesta de las instituciones (la pregunta será si se acepta
o rechaza el texto, que Atenas calificó anoche de “ultimátum”), el ambiente que
reinaba en las calles no era de pánico, pero sí de inquietud generalizada. Evi,
una joven de Salónica que pasa el fin de semana en Atenas, aguardaba ante otro
cajero del mismo barrio. “La verdad es que me hacía falta el dinero para seguir
de copas, pero ya puestos también prefiero tener efectivo por lo que pueda
pasar estos días”.
Su amiga Eva asentía: “Pánico no tenemos, pero sí miedo por
si se aplican controles de capital hasta que se celebre el referéndum, y por lo
que pueda pasar tras la votación”. Ninguna de las dos había tenido tiempo de
decidir su voto. “Sólo han pasado dos horas desde el anuncio de Tsipras,
tenemos que leer cuidadosamente las propuestas de ambas partes, porque la
verdad es que no sabemos quién puede estar en lo cierto”. Junto a ellas, otra
joven, Marianna, daba las mismas razones y usaba los mismos argumentos que las
dos amigas para explicar su presencia de madrugada, en chándal y zapatillas,
ante el cajero automático.
En Kipseli, otro barrio residencial de Atenas, la presencia
ante un cajero de hombres y mujeres vestidos con ropa de andar por casa sugería
que habían salido apresuradamente, con lo puesto, tras conocer la convocatoria
del referéndum. Eleni Varvitis, votante de centroizquierda, sostenía que, aun
estando de acuerdo con la resistencia del Gobierno de Atenas “a los dictados de
Bruselas”, “no es esta la forma de hacer las cosas”. “Puede tener un efecto
contraproducente, nadie sabe cómo puede concluir todo esto y sólo espero que
Tsipras tenga un plan de ruta para salir más o menos indemne del órdago”, decía,
en alusión a la propuesta de referéndum.
Desde que se conoció la convocatoria, mediante un mensaje en
directo de Tsipras al país esta madrugada, varias entidades bancarias han
colgado en sus páginas web comunicados avisando de la cancelación de
transferencias y otras operaciones por Internet hasta el lunes. A media mañana
de este sábado, Yanis Vlajos, gerente de una empresa de automoción, no daba
crédito a los mensajes de su móvil, plantado como un poste ante un cajero
cercano al mercado central. “No funciona la página web de mi banco, y ya he ido
a cuatro cajeros, sin resultado, ya no hay fondos. Y obviamente, los bancos no
van a reponer dinero hasta el lunes, si es que lo hacen y no hay un corralito. La
propuesta de Tsipras es un horror y demuestra una estupidez supina por parte
del Gobierno. ¿Se creen que así van a contentar a alguien? Nos lanzan
directamente al vacío, porque después del 5 de julio aquí no habrá otra cosa
que el abismo”.
Varios medios locales informaban a mediodía de hoy de que
los fondos disponibles en los cajeros prácticamente se han agotado, sin que
haya sido posible confirmar esta información por parte de las entidades
bancarias. Sin embargo, a las tres de la tarde (una hora menos en la España
peninsular), un cajero cercano a la plaza de Omonia funcionaba con absoluta
normalidad y sin colas. Un joven que no quiere dar su nombre se acerca y
pregunta: “¿Da dinero? He recorrido media Atenas y no he podido sacar en
ninguno”.
***
Título: Lo urgente ahora es no perder los nervios
Epígrafe: En un escenario tan político como el de una
convocatoria de referéndum de repudio, puede pasar de todo
Texto: Ahora, la tarea más urgente de la eurozona es doble:
no precipitarse respecto a Grecia, establecer vallas protectoras para el euro.
No precipitarse supone tomarse en serio el grave desafío que representa el
súbito plante de Alexis Tsipras y la celebración de un referéndum a la contra.
Significa no poner paños calientes a la herida; entender que el reto es lo que
parece y de ninguna manera algo más suave; asumir que este es el peor revés
para la mejor criatura de Europa desde su fundación en 1957.
Implica, en lo concreto, actuar racionalmente en defensa del
propio interés, no vindicar ningún orgullo herido. Evitar cualquier deje de
venganza. No agravar lo que ya es de por sí demasiado grave. Así, el fondo de
rescate (el Mecanismo de Estabilidad Financiera), acreedor de 131.000 millones
de euros, aunque pueda, para nada debe considerarlos inmediatamente en
situación de impago (default) en el momento en que Atenas sea declarada en
suspensión de pagos por el FMI, lo que convertiría automáticamente a la economía
helénica en un paria internacional. Y el Banco Central Europeo (BCE) no está
obligado a cortar de raíz toda liquidez de emergencia a los bancos griegos, lo
que les enviaría de inmediato a la quiebra: se lo exigirán, con cierta lógica,
sus halcones. Pero puede modular su respuesta: sin paralizar el suministro,
imponerle límites. No debería ser el BCE quien desenchufase el tubo del suero
al enfermo, por más que este se esfuerce en desahuciarse.
¿Por qué? Por sentido de la ponderación, para no dar pasos
irreversibles, para no enajenarse en bloque a la opinión pública griega. Porque
en un escenario tan político como el de una convocatoria de referéndum de
repudio, puede pasar de todo. Casi todo, malo. Pero también pueden darse
reacciones positivas imprevistas, como la negativa de la ciudadanía helénica a
seguir por la pendiente del abismo, sobre todo si en las próximas horas se
produce un corralito, la sequía total de liquidez monetaria. Se trata de no
imposibilitar una —aunque tardía— vuelta del Gobierno de Syriza a la
racionalidad de la negociación y la solución pactada. Y de no echar a los
ciudadanos, ampliamente partidarios del pacto y de permanecer en el euro (más
de un 70%) a las fauces de los más extremistas.
Al mismo tiempo, hay que darse prisa en establecer vallas
protectoras de los países periféricos del euro. Para evitar que el inevitable
contagio (subirán las primas de riesgo) sea letal. Hay al menos dos
herramientas clave. La liquidez infinita del BCE. Y la firmeza política del
Consejo Europeo, que debe traducirse en acelerar la mayor integración económica
de la unión monetaria. Como propone el informe de los cinco presidentes,
titulado Realizar la Unión Económica y Monetaria europea.
***
Lo que sigue es de Zero Hedge. Una breve y contundente explicación de por qué europa no va a permitir un default griego.
Título: The Greek
Butterfly Effect
Texto: Many times
nothing happens for a long time. Then all of a sudden everything happens at
once. Like a dam break. It builds slowly and then it bursts. Example: Who would
have ever thought the Confederate flag would be taken down across the South
during the same week that a rainbow flag is symbolically hoisted across the
entire country? Just because things seem unthinkable doesn’t mean they won’t
happen.
Take the global
debt construct as another example. For decades the world has immersed itself in
ever higher debt. The general attitude has been one of indifference. Oh well,
it just goes higher. Doesn’t really impact me or so the complacent rationalize.
When the
financial crisis brought the world to the brink of financial collapse the
solution was based on a single principle:
Make the math
workable.
In the US the
four principle “solutions” to make the math workable were to:
1. End mark to
market which had the basic effect of allowing institutions to work with
fictitious balance sheets and claim financial viability.
2. Engage in
unprecedented fiscal deficits to grow the economy. To this day the US, and the
world for that matter, runs deficits. Every single year. The result: Global GDP
has been, and continues to be overstated as a certain percentage of growth
remains debt financed and not purely organically driven.
3. QE, to flush
the system with artificial liquidity, the classic printing press to create
demand out of thin air.
4. ZIRP.
Generally ZIRP has been sold to the public as an incentive program to stimulate
lending and thereby generate wage growth & inflation. While it could be
argued it had some success in certain areas such as housing, the larger
evidence suggests that ZIRP is not about growth at all.
If ZIRP’s true
goal were to stimulate growth the result of this:
…would not have
produced this:
No, ZIRP’s true
purpose is actually much more sinister:
To make global
debt serviceable. To make the math work without a default.
Here’s the
reality: If we had “normalized” rates tomorrow the entire financial system
would collapse under the weight of the math. In short: Default.
Which brings us
to Greece the butterfly, the truth and indeed the future:
Greece for all
its structural faults is the most prominent victim of fictitious numbers. From
the original Goldman Sachs deal to get them into the EU based on fantasy
numbers and to numerous bail-outs, the simple truth has always been the same:
The math doesn’t work.
It never has and
it never will until there is a default on at least some of the debt.
And in this
context the Greek government’s move to call for a public referendum on July 5
may be a very clever strategic move as it forces the issue of math.
Here’s the
strategic frame-up:
Ultimately what
Greece needs is debt relief. Big time debt relief to make the math work.
The global cabal
of creditors, ECB, EU, and IMF do not want that.
Why not? Because
the very second they do this the classroom will look like this:
Everybody would
want a cut on their debt starting with Italy, Spain, Portugal etc. and the
dominos would be rolling.
No, they do not
want this as a default would require acknowledging that debt matters.
What are the alternatives?
Greece’s
referendum move risks putting a debt deal up for a vote to citizens. When has
that ever happened? Have Americans every voted on their government’s debt
spree? Have citizens ever had a say on their central bank’s policies and
balance sheet expansions? The answer is no. This so ever important element of
our global economic system is completely removed from voters.
And so Yanis
Varoufakis is very much correct in highlighting this open secret:
"Democracy deserved a boost in euro-related matters. We just delivered
it. Let the people decide. (Funny how radical this concept sounds!)"
No, voters are
very much not permitted to participate in this decision making process. And
hence the only reason a Greek referendum may actually proceed is this: To make
an example of Greece. You want to default? Watch what we will do to Greece.
But that’s a big
gamble for the EU, for the ECB, the IMF and everybody else including China and
the US.
Why? Because all
of them have carefully orchestrated a construct that they do no want to see
disturbed. It’s not an accident that we have seen 46+ rate cuts this year. It’s
not an accident that China announced another rate cut just a day after Chinese
stocks plummeted 7% this past Friday. It was no accident that the Fed’s Bullard
talked about QE4 in October the moment US stocks got close to a 10% correction.
No, you see their
primary mission in their timed actions and their words: To make the math work.
And to continue to make the math work.
And hence Janet
Yellen is not delaying rate hikes because she is “data dependent”. She is
dealing in reality: Over $18 trillion in US debt (and ever growing) a large
portion of which needs to be refinanced over the next 5 years. And higher rates
will become an ever larger burden on the discretionary budget of the US. And
the world, heavily indebted that it is, has the same problem:
Math.
So this next week
is not so much about Greece the butterfly, but it is about keeping the
butterfly from becoming a hindrance to the math working globally. And the Greek
government knows this. They are negotiating on the basis that a bad Greek deal
from Europe’s point of view is better than a default. Angela Merkel wanted a
concluded Greek deal before markets open on Monday. Now she has a mess.
And in the world
of gamesmanship every percentage drop in the #DAX will enhance Greece’s
negotiation stance.
This past week
saw a massive rally in the #DAX in the hopes that a deal would certainly be
positively concluded. Now this weekend all this bullish sentiment may find
itself tested come Sunday night and Monday morning unless Europe blinks
quickly. China is doing its part to support the construct with this latest rate
cut, but the ECB can’t be happy about its QE program challenged by the constant
Greece distraction:
As we outlined in
technical charts a default of Greece would risk a structural repeat of 2011:
And it couldn’t
come at a worse time:
No, odds are
they’re not going to let Greece default. They can’t afford to. The math has to
work.
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