Lo que sigue no
va a aparecer en la prensa corporativa de Occidente. Una más que interesante
nota de Ariel Noyola Rodríguez para Red Voltaire sobre la movida financiera
china en nuestro continente. Va a ser interesante ver las reacciones de los
sectores pudientes de la Argentina en los próximos años: ¿hacia dónde irán? ¿A
Montevideo (a vigilar su capital en dólares)? ¿O a Santiago (a comprar yuanes)?
¿Buquebús o Lan? That is the question…
Título: Santiago
de Chile: la plaza financiera del yuan en América Latina
Epígrafe: Las
relaciones económicas entre China y América Latina atraviesan por tensiones
crecientes. Por efecto de la deflación (caída de precios) en escala mundial, la
región sudamericana sufre las consecuencias de concentrar en productos primarios
el grueso de sus exportaciones hacia China. Sin embargo, la instalación de la
primera plaza financiera del yuan en América Latina, en Santiago de Chile,
pactada durante la visita del primer ministro de China, Li Keqiang, promete
detonar un cúmulo de inversiones tecnológicas para de este modo, impulsar la
industrialización periférica y comenzar a disminuir la dominación del dólar en
los países del Cono Sur.
Texto: Durante su
visita a Brasil, Colombia, Perú y Chile, el primer ministro Li Keqiang, abonó
la influencia de China en América Latina a través del cumplimiento de 2 metas
fundamentales: la transformación del mapa económico de la región para apuntalar
el protagonismo de Asía-Pacífico, y el impulso del yuan en territorio
sudamericano a través de Santiago de Chile como plataforma.
El primer
objetivo se alcanzó con los gobiernos de Brasil y Perú: la construcción de una
red ferroviaria de más de 5 000 kilómetros que conectará los océanos Atlántico
y Pacífico a fin de aumentar los montos y la velocidad de los intercambios
comerciales con China [1].
La «Ruta de la
Seda» extensiva a Sudamérica [2], será una alternativa para el tránsito de
mercancías por el Canal de Panamá (bajo control estadounidense desde hace
décadas) y al mismo tiempo, complementará las capacidades del Canal de
Nicaragua, también de próxima implementación.
En la
construcción de ambos canales destaca el financiamiento provisto por China,
producto tanto de su interés por garantizar el suministro de recursos naturales
de carácter estratégico (petróleo, metales, minerales, etcétera), como por los
vínculos comerciales privilegiados que mantiene con Managua y las economías
sudamericanas, incluso por delante de Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, el
incremento de los flujos de comercio e inversión entre China y la región
latinoamericana, sobre todo a partir del ingreso de la primera a la
Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, no guarda hasta el momento
ninguna relación con el uso incipiente del yuan.
Mientras que el comercio
con China se multiplicó 22 veces entre los años 2000 y 2014, según las
estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
[3], a partir de 2009 únicamente con Brasil y Argentina se establecieron
acuerdos tipo «swap» (permutas de divisas) para impulsar las operaciones en
yuanes entre empresas (a través de los bancos centrales). Ni siquiera los
principales exportadores de hidrocarburos y minerales a la región
Asia-Pacífico, como Venezuela y Perú, lograron construir vínculos de
cooperación financiera con Pekín.
De ahí la
importancia del segundo acuerdo alcanzado durante la gira de Li Keqiang: Chile,
el primer país sudamericano que reconoció a China en el ámbito diplomático hace
45 años y que suscribió un Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2005, ahora será
protagonista del lanzamiento de la primera plaza financiera del yuan en América
Latina, gracias a la adopción de 3 acuerdos clave.
En primer lugar,
el gobierno chileno recibió la autorización de las autoridades regulatorias
chinas para participar en el Programa Chino de Inversores Institucionales
Extranjeros Calificados en Renminbi (RQFII, por sus siglas en inglés). Con
ello, los bancos, fondos de pensiones, compañías de seguros y fondos mutuos de
origen chileno, podrán invertir un monto límite de hasta 50 000 millones de
yuanes (8 100 millones de dólares) en el mercado de capitales de China [4].
En segundo lugar,
se acordó la apertura del segundo banco de liquidación de la «moneda del
pueblo» (renminbi) en el continente americano, el primero se instaló en América
del Norte, en Canadá [5]. A través de una inversión inicial de 189 millones de
dólares y bajo la supervisión del Banco de Construcción de China (CCB, por sus
siglas en inglés), Chile y el gigante asiático disminuirán los costos de sus
transacciones (operaciones de crédito, pagos por concepto de comercio exterior,
etcétera) y facilitarán la conversión entre sus divisas.
El CCB es una
entidad global que en los últimos años, ha llevado a cabo operaciones por más
de 7 billones de yuanes para más de 19 000 clientes fuera de China. Ya con
varias sucursales abiertas en Chile, ahora pretende ampliar sus servicios
financieros en el resto de los países sudamericanos [6].
Y en tercer lugar
finalmente, se concretó la firma de una línea de crédito «swap» de divisas
entre el banco central de Chile y el Banco Popular de China por un monto de 22
000 millones de yuanes (3 500 millones de dólares), que permitirá por un lado,
amortiguar los efectos de la volatilidad del dólar sobre los flujos de comercio
e inversión y, por otro lado, ayudará a que el peso chileno y el yuan ganen
terreno en la facturación de sus intercambios bilaterales [7].
«Esperamos que
nuestra cooperación Chile-China en materia financiera pueda contribuir a la
cooperación industrial y de inversiones entre China y toda América Latina»,
sentenció Li Keqiang durante su visita [8]. Su declaración pone de manifiesto
la creciente preocupación en amplios sectores de la izquierda latinoamericana
por el tipo de relación que se ha cultivado hasta ahora con el dragón:
exportaciones e influjos de capital concentrados en productos y actividades de
la industria extractiva.
Es que después de
la caída de los precios de las materias primas y la brusca desaceleración de los
mercados emergentes, es evidente que la musculatura de China no es suficiente
para detonar la reactivación económica en los países del Cono Sur.
Pese a todo, el
gobierno chino se declara dispuesto a llevar un paso adelante, los términos de
sus vínculos económicos con los países latinoamericanos [9]. Citando a los
poetas Pablo Neruda y Xin Qiji, el primer ministro de China sostuvo en la sede
principal de la CEPAL que «nada podrá detener el río de la aurora» y que «sus
aguas corran hacia el Oriente».
Para triunfar en
esa encomienda, consideró urgente aumentar las inversiones tecnológicas para
así, contribuir a la creación de cadenas regionales de alto valor agregado que
transformen el modelo de crecimiento de la región sudamericana.
En ese sentido,
la instalación de la primera plaza financiera del yuan en América Latina, en la
ciudad de Santiago de Chile, se ha convertido de facto en el laboratorio de un
enorme desafío para los líderes de Pekín: por un lado, finalmente hacer posible
la industrialización periférica y, por otro lado, fortalecer la
internacionalización del yuan con el apoyo de los gobiernos de Sudamérica.
Notas:
[1] «China abona
su influencia en Sudamérica a través de la "Ruta de la Seda"», por
Ariel Noyola Rodríguez, Russia Today (Rusia), Red Voltaire , 31 de mayo de
2015.
[2] “The Silk
Road Stretches To South America”, Andrew Korybko, Oriental Review, May 20,
2015.
[3] “América
Latina y el Caribe y China: hacia una nueva era de cooperación económica”,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Mayo 2015.
[4] “China
Extends Yuan Clearing Network, RQFII Program to Chile”, Fion Li, Bloomberg, May
26, 2015.
[5] «Canadá: el
"caballo de Troya" de China», por Ariel Noyola Rodríguez, Russia
Today (Rusia), Red Voltaire , 15 de mayo de 2015.
[6] “CCB
Designated as the First RMB Clearing Bank in South America”, China Construction
Bank, May 26, 2015.
[7] “China, Chile
ink multi-billion-USD currency swap deal amid closer financial ties”, The
Global Times, May 26, 2015.
[8] «China
instala en Chile su plataforma financiera latinoamericana», RFI, 26 de mayo de
2015.
[9] «China Seeks
’Updated Model’ for Latin America Cooperation», Shannon Tiezzi, The Diplomat,
May 28, 2015.
http://www.voltairenet.org/article185530.html
ResponderEliminarBuquebús entonces!
ResponderEliminarCordiales saludos,
Astroboy