Entre los que
apuestan a que Occidente explota para el 2015 está la gente del Laboratorio
Europeo de Anticipación Política, cuyo último boletín no tiene desperdicio. A
tono con los postulados de este blog, los chicos del LEAP sugieren que lo que
está en crisis es el modelo de producción/consumo de petróleo tal cual lo
conocemos desde mediados del siglo pasado. Reproducimos a continuación la nota
pública del mismo (GEAB/LEAP N°90), aparecido el 15 de diciembre. Acá va:
Título: Crisis
sistémica global 2015 – Petróleo, divisas, finanzas, sociedades, Oriente Medio:
¡La gran tempestad en el puerto de Occidente!
Texto: Durante
casi dos años, aplicando las distintas perspectivas (especulativas,
geopolíticas, tecnológicas, económicas, estratégicas, monetarias...) que
integran el método de la Anticipación Política, hemos anticipado la grave
crisis que afecta a toda la industria del petróleo. Hoy en día, nadie duda de
que la crisis ya ha llegado y por lo tanto GEAB debe ahora anticipar las
consecuencias de esta verdadera bomba atómica que comienza a tambalear todos
los pilares del antiguo sistema tal y como lo hemos conocido: la moneda
internacional, los mercados, los EE.UU., la alianza occidental, la gobernanza
global, la Democracia, etc…
Crisis sistémica
global: el final de Occidente tal y como lo hemos conocido desde 1945
Ahora nos
gustaría mirar hacia atrás para revisar una anticipación histórica del GEAB, la
que hizo Franck Biancheri en febrero de 2006, que anunció el inicio de una
crisis sistémica global bajo el título "el fin de Occidente como lo hemos
conocido desde 1945” (1).
El mundo
occidental ha tardado nueve años hasta llegar al colapso (o siete años, si
consideramos que el proceso empezó en la crisis de las subprime en 2008, como
sería en este caso) ... Durante estos nueve años, el GEAB ha realizado una
pedagogía de la crisis con el propósito declarado de elaborar y recoger
propuestas para salir de ella de la manera más rápida y menos dolorosa posible.
Aparentemente,
aparte del trabajo realizado por los BRICS que, como también anticipo el GEAB,
han realizado la enorme tarea de sentar las bases del mundo de mañana, el mundo
occidental, por su parte, ha hecho algunos intentos aquí y allí. Pero al final
de 2014, y después de la enorme desestabilización provocada por la
confrontación de las relaciones euro-rusas en la crisis de Ucrania, nuestro
equipo tiene grandes dificultades para proyectar un escenario positivo para el
próximo año.
En el 2015 se
dará el colapso completo del mundo occidental como lo hemos conocido desde
1945. Será un enorme huracán que agitará y hará temblar el planeta entero, pero
esta vez los puntos de ruptura se encuentran en el "puerto de
Occidente", que no será un puerto durante mucho tiempo, sino que será
claramente en 2015 el ojo mismo del huracán, como hemos repetido desde 2006.
Mientras que algunos barcos estaban intentando salir a alta mar, la crisis de
Ucrania ha tenido como efecto el que algunos barcos hayan vuelto atrás y sean
amarrados firmemente al puerto. Por desgracia, ahora es el propio puerto el que
sacude a los barcos y serán aquellos que tengan el amarre más fuerte los que se
romperán primero. Por supuesto estamos pensando en Europa en primer lugar, pero
aún más en Israel, en los mercados financieros y en la gobernanza mundial.
La paz está en
juego, una paz que hoy en día no es más que una palabra vana. Pregúntenle a
China, India, Brasil, Irán, etc., si Occidente transmite hoy una imagen de paz.
En cuanto a los valores democráticos, lo que enseñamos al mundo es más un papel
mojado que un modelo a seguir... hasta el punto de que el principio universal
de la democracia es relegado a la categorías de conceptos culturalmente
relativizables que se ponen al servicio de agendas anti-democráticas de cualquier
calaña, tanto dentro como fuera de Europa. Sin embargo, el principio
democrático no es el problema (muy a contrario necesita reinventar su
aplicación en colaboración con las nuevas potencias emergentes), sino la
incapacidad de Occidente de haber sido capaz de adaptar su aplicación a las
nuevas características de la sociedad (aparición de entidades políticas
supranacionales, internet que transforma la estructura social…).
La crisis del
petróleo es sistémica porque está relacionada con el fin de la era del
todo-es-petróleo
Volvamos también
por un momento sobre las principales características de la crisis sistémica del
petróleo tal y como hemos analizado. De manera muy resumida y para poner de
relieve la naturaleza sistémica de la crisis, que nos permitirá plantear mejor
las anticipaciones, es el sistema de gobernanza mundial del mercado del
petróleo, la OPEP, el que está muy dañada. Los Estados Unidos, que fue el
“jefe” hasta 2005 (2), han visto llegar a los países emergentes cuyos niveles
de consumo los convierten inevitablemente en co-jefes.
Consumo de
petróleo: en rojo, por los Estados Unidos, la Europa Occidental y Japón; en
azul, por el resto del mundo. Fuente: Yardeni / Oil market intelligence.
Habría bastado
gestionar esta crisis mediante una reforma del sistema anterior de gobernanza
que incluyera a todos dentro del mismo club. Por el contrario, asustados ante
la idea de un aumento en los precios del petróleo del que la economía
estadounidense depende totalmente (a diferencia de Europa) y careciendo de
cualquier inversión coordinada y significativa en energías renovables, los
Estados Unidos decidió romper cualquier lógica de coordinación mundial mediante
la creación de un mercado en competencia, el mercado del petróleo de esquisto a
precios más bajos. Por desgracia, sabemos a lo que generalmente conduce la
competencia en el acceso a los recursos energéticos ... al menos Europa se
supone que lo sabe bien (3).
Producción del
petróleo de esquisto [shale oil] en los Estados Unidos
– Fuente: HPDI, LLC
Esta gran ruptura
de la tendencia se combina otra tendencia principal, poco comentada por los
medios de comunicación, la del fin del petróleo como fuente de energía primaria
en la economía mundial. Y es este segundo factor el que hace la situación
totalmente incontrolable en estos momentos. Los precios bajan porque la era del
petróleo ha terminado y nadie puede hacer nada. Nosotros lo habíamos anticipado
hace varios meses (4): China se está preparando para una flota de vehículos
totalmente eléctricos, y al hacerlo, aumentará la flota mundial de automóviles
completamente eléctricos (5): una vez que la tecnología esté lista y su
producción masiva sea una realidad, todo el mundo se pasará al coche eléctrico.
Anticipamos que esta transformación se producirá en menos de diez años y que en
cinco años el punto de inflexión en el consumo se alcanzará. Ahora ha pasado un
año después de esta anticipación. Cuatro años es el horizonte que empiezan a
vislumbrar los especuladores de todo tipo (6).
En realidad, el
"pico” del petróleo es lo que LEAP llama una "anticipación de
éxito": el planteamiento de esta perspectiva ha permitido
"evitar" el problema. El temor a una escasez y un estallido de los
precios, la buenas y malas estrategias de resolución del problema (renovables y
petróleo de esquisto), todo ello combinado con una enorme crisis económica y
una agenda ecológica que volverá a retomarse de manera activa desde este año
(7), y podemos decir que el mundo está "listo" para cerrar la era del
petróleo ... a no ser que los actores estrechamente relacionados con esta
materia prima quieran hacerse oír violentamente antes de desaparecer.
No queremos sin
embargo confundir a nuestros lectores: el petróleo se utilizará durante mucho
tiempo para hacer funcionar los motores y fábricas del mundo (incluso tiene
muchos años por delante ya que el riesgo de escasez se ha retrasado varias
décadas), pero la "era" del petróleo soberano ha terminado y esto es
por supuesto supone un cambio sistémico.
En la sección
Telescopio, desarrollamos las consecuencias de la crisis sistémica del petróleo
en particular en los mercados financieros. Los mercados financieros que han
"resistido" bien durante seis largos años de crisis, asfixiando entre
sus brazos a la economía real y probando que ellos son el origen del problema,
no van a sobrevivir tal cual al impacto que van a sufrir de un lado la
industria del petróleo (un sector clave) y de otro lado el dólar (principal
herramienta del mundo financiero). Como si esto no fuera suficiente, otras
bombas están también a punto de explotar.
NOTAS:
(1) Fuente:
LEAP/Europe2020, 15 febrero 2006
(2) De hecho, el
comienzo de la subida de los precios del petróleo comienza en 2003, y es en
2006 cuando empiezan a dispararse. Pero 2005 es una fecha que se repite desde
que analizamos el aumento de los precios en términos de consumo en los países
emergentes en lugar de los vaivenes de la geopolítica de Oriente Medio.
(3) Las dos
guerras mundiales de principios del siglo XX están intrínsecamente ligadas a la
competencia por el acceso a los recursos energéticos (fuente: Cambridge
Journals, 09/1968). Las Comunidades Europeas al final de la Segunda Guerra
Mundial nacieron de la puesta en común de los recursos con la creación de la
CECA (fuente: Wikipedia), un proyecto que debería haber permanecido como uno de
los hilos conductores de la construcción europea. La crisis de Ucrania hoy
muestra el vacío que existe en Europa en materia de política energética común.
Y algunos piensan ¡que sufrimos un exceso de Europa! La construcción europea ha
dejado realmente de existir en 1989 ... ocupado de regular el tamaño de los
pepinos y de liberalizar el resto: "La Europa del pepino" ...
(4) En nuestra
recomendación del mes de Enero pasado (GEAB N°81) bajo el título “La China se
pasa al eléctrico”. Fuente: LEAP/E2020, 15/01/2014
(5) Fuente :
Bloomberg, 09/02/2014
(6) Para aquellos
que dudan de la realidad de esta evolución, recientemente Alemania ha decidido
(parece increíble porque es completamente contra-intuitiva con la actual caída
de los precios del petróleo) apostar todo por las energías renovables y
deshacerse del paquete petróleo-gas-carbón-nuclear. Fuente: Deutsche Welle,
12/01/2014
(7) Hemos observado
el mes pasado unos resultados muy concretos en términos de promesas de
reducción de emisiones de CO2, incluso por parte de los Estados Unidos, bajo el
liderazgo de los chinos. Y a pesar de la Cumbre de Lima no parece producir
muchos resultados, se debe principalmente a que los países pobres fingen creer
que los dólares de Occidente financiarán su transición energética. Pero en el
fondo, la agenda medioambiental está muy activa en estos momentos, sobre todo
porque coincide por primera vez con los objetivos estratégicos de la primera (o
segunda) potencia mundial, China.
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