Venimos advirtiendo hace un tiempo que las últimas elecciones en el Imperio han desatado tempestades que seguramente van a terminar mal; mal para el Imperio y mal para el resto del planeta. Como es sabido, en las elecciones se enfrentaron Calígula (Trump, el mono con navaja) y Nerón (Clinton, pasaporte asegurado al incendio). Ganó Calígula, pero las huestes neronianas se resisten a aceptarlo. La pelea ya se cargó al periodismo estadounidense junto con el de medio planeta, cuya credibilidad fue a parar a las cloacas. Eso ya lo sabíamos, pero lo importante, lo peligroso, es el choque entre instituciones de seguridad del Imperio, como la CIA (pro-Nerón) y el FBI (pro-Calígula). Así lo cuenta el analista Yusuf Fernández para el sitio web Al Manar:
Título: La CIA promueve un golpe de estado contra Trump
Texto: El pasado 9 de diciembre, el periòdico The Washington Post, uno de los principales voceros de la élite política estadounidense, publicó un artículo sobre un dossier secreto de la CIA en el que afirmaba que Rusia no sólo había intervenido en las elecciones presidenciales de EEUU, sino que había ayudado a que Donald Trump fuera elegido presidente. El informe señala que hackers rusos, apoyados por el gobierno ruso, habrían pirateado los emails de Hillary Clinton y otros altos cargos demócratas con el objetivo de producir la victoria de Trump.
Este informe surgió pocas horas después de que el presidente Barack Obama anunciara que había ordenado una “revisión completa” acerca de las alegaciones de que Rusia se había interferido en las elecciones norteamericanas. Todo ello busca, sin duda, arrojar dudas sobre el proceso electoral estadounidense y ha llevado a algunos analistas norteamericanos a preguntarse si se está preparando un auténtico golpe de estado contra Trump. De hecho, una de las funciones de la CIA es la de preparar golpes de estado y sembrar el caos, pero hasta ahora la agencia había llevado a cabo tales actividades en países extranjeros y no en EEUU.
Las alegaciones de que Rusia actuó para elegir a Trump procedieron sobre todo de la campaña de Hillary Clinton, que intentó presentar a Trump poco menos que como un “agente ruso”. La propia Clinton calificó a Trump de “títere de Putin” en el debate presidencial final. Sin embargo, la CIA no había dado un paso semejante hasta ahora y el propio FBI rechazó en su día tales alegaciones. La Casa Blanca dijo también entonces que no había indicaciones de que Rusia hubiera llegado a cabo actividades maliciosas en Internet para influir en la elección estadounidense.
El artículo del Washington Post deja ver que la CIA no dispone de ninguna prueba que respalden sus afirmaciones y sólo hace referencias a individuos que no son nombrados y que estarían cercanos al gobierno ruso y que podrían haber sido las fuentes de las filtraciones a WikiLeaks de los emails que mostraban actividades sospechosas o presuntamente delictivas de Hillary Clinton. WikiLeaks, por su parte, ha desmentido a través de su director, Julian Assange, que Rusia haya sido la fuente de tales filtraciones.
La decisión de la CIA de pronunciarse sobre tales hechos resulta tanto más chocante por cuanto que corresponde al FBI la tarea de investigar los temas internos en EEUU. Sin ninguna evidencia que probara lo contrario, el FBI declaró que Rusia no había intervenido en las elecciones en favor de ningún candidato.
La decisión de la CIA de filtrar el dossier al Post se debe, sin duda, a su irritación por la intención declarada de Trump de poner fin a algunas de sus actividades -¿incluyendo algunas de apoyo encubierto al terrorismo?-. Uno de los puntos de divergencia de la agencia con Trump es Siria, donde la CIA ha estado apoyando las actividades de subversión dirigidas a provocar un cambio de régimen -en coordinación con el régimen saudí, que tiene un largo historial de cooperación con la CIA-. Trump ha prometido poner fin al programa dirigido a proporcionar armas a los terroristas sirios y dirigir la atención hacia la lucha contra el EI. También ha prometido coordinar la lucha contra el grupo terrorista con Rusia, un anatema para la CIA.
Arabia Saudí, junto con otras monarquías del Golfo Pérsico, suministró millones de dólares a la Fundación Clinton y todos estos gobiernos contaban con la victoria de Clinton y con sus promesas de provocar una escalada en la guerra para provocar un cambio de régimen en Siria y de crear una alianza anti-iraní en la región. Y todo ello para ayudar a Arabia Saudí, uno de los regímenes más despóticos y brutales del planeta, a ganar una hegemonía regional junto con Israel.
Algunos analistas creen que las acusaciones contra Trump buscan también influir en su política, ya que cualquier acercamiento a Rusia o cooperación con ese país que el nuevo presidente promueva será achacada por los círculos políticos y mediáticos hostiles al falso apoyo ruso a su candidatura presencial. Se trataría, pues, de un acto de puro chantaje político. El antiguo director adjunto de la CIA, Mike Morell, que pidió recientemente el asesinato de los rusos e iraníes presentes en Siria, acusó a Trump de ser un “agente inconsciente de los rusos” y de “no ser un patriota” por el hecho de que quiera cooperar con Rusia y no demonizarla.
Sin embargo, el hecho de que el Partido Demócrata, la rama belicista del Partido Republicano y los medios corporativos –y también algunos “progresistas”- hayan repetido de forma acrítica estas alegaciones de la CIA apunta a un objetivo más siniestro: el de presionar a los miembros del Colegio Electoral para que elijan a Clinton en lugar de a Trump pese al hecho de que la mayoría de ellos fueron elegidos precisamente para votar por este último. Un hecho tal supondría una falsificación de las elecciones y un golpe de estado abierto en EEUU.
El ex analista de la CIA, Bob Baer, ha estado abogando por “unas nuevas elecciones” y John Dean, ex consejero de la Casa Blanca durante la época de Richard Nixon, ha pedido que “un informe de inteligencia sobre el papel de Rusia en las elecciones sea enviado a los 538 miembros del Colegio Electoral antes de que ellos se reúnan el 19 de Diciembre para elegir formalmente al nuevo presidente.
Reacción de Trump
La reacción del equipo de transición de Trump fue rápida. En una declaración el mismo día que apareció el artículo en el Post, el equipo señaló que “la misma gente que había afirmado que Iraq tenía armas de destrucción masiva” eran los que difundían tales infundios sobre la “injerencia rusa” en la campaña electoral norteamericana.
“Ellos son la misma gente que dijo que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Las elecciones terminaron hace un tiempo con una de las mayores victorias en el Colegio Electoral de la historia. Ahora es tiempo de moverse hacia delante y “hacer América grande de nuevo”, dijo la declaración.
Poco antes de la invasión nortamericana de Iraq, varias agencias de inteligencia de EEUU y el grupo de los neocon sionistas que dominaron la Administración de George W. Bush afirmaron que Iraq tenía armas de destrucción masiva. El propio presidente Bush afirmó en su libro autobiográfico que “mientras que el mundo está indudablemente más seguro sin Saddam, la realidad es que envié a tropas norteamericanas al combate en base a unos datos de inteligencia que resultó ser falsos”.
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Las cosas están tomando un cariz definitivamente peligroso, y el peligro de no poder volver atrás es cada vez mayor. La nota que sigue es de Zero Hedge:
Título: US Accuses Vladimir Putin Of "Personal Involvement" In Election Hack
Texto: And just like that the narrative of Russia hacking the presidential election has escalated to the highest possible level, and has officially jumped the shark.
Moments ago, following a month-long barrage of unsubstantiated stories in the press accusing the Russian government of indirectly hacking the US presidential election, which culminated with last night's 8,000 word NYT expose, and which followed a schism between the FBI and CIA, in which the former disputed the latter's "fuzzy and ambiguous" claims that Russia sought to influence the presidential elections, moments ago the NBC News reported that U.S. intelligence officials believe with "a high level of confidence" that Russian President Vladimir Putin became personally involved in the covert Russian campaign to interfere in the U.S. presidential election.
Perhaps because the official narrative has so far been unable to gather traction with the previous "shotgun approach" in which just "Russia" was accused of handing the election to Trump, four short days before the Electoral College vote, the narrative has changed and it now involves the very pinnacle of Russia's government: the president himself.
Citing two senior officials with direct access to the information, NBC reports that "new intelligence shows that Putin personally directed how hacked material from Democrats was leaked and otherwise used. The intelligence came from diplomatic sources and spies working for U.S. allies, the officials said."
So why did Putin hack a few million rust belt Americans into believing that their lives under Obama, and by extension Hillary, were bad enough that they demanded a change? NBC provides the following spoonfed logic:
Putin's objectives were multifaceted, a high-level intelligence source told NBC News. What began as a "vendetta" against Hillary Clinton morphed into an effort to show corruption in American politics and to "split off key American allies by creating the image that [other countries] couldn't depend on the U.S. to be a credible global leader anymore," the official said.
Ultimately, the CIA has assessed, "the Russian government wanted to elect Donald Trump."
And this is where the latest turn in the story falls apart, because even NBC - which will blast this report on prime time TV to all America - admits "the FBI and other agencies don't fully endorse that view", but it adds "few officials would dispute that the Russian operation was intended to harm Clinton's candidacy by leaking embarrassing emails about Democrats."
One can call them embarrassing emails, others see in the 50,000 emails released by Wikileaks much needed insight into the corruption of the Clinton team, not to mention the DNC; after all the only reason we know that the Democratic Party rigged the elections against Bernie Sanders (and cost the job of Debbie Wasserman Shultz) is because of those emails. Emails which, incidentally, Wikileaks has repeatedly denied originated from Russia, but as we said yesterday, it's Julian Assange's word against that of the US government.
Sadly, the other disclosures in the NBC report fail to tell us something we don't already know. Like, for example, providing actual evidence - that long awaited, missing link that would in fact confirm Russia is behind the hacking.
The latest intelligence said to show Putin's involvement goes much further than the information the U.S. was relying on in October, when all 17 intelligence agencies signed onto a statement attributing the Democratic National Committee hack to Russia.
The statement said officials believed that "only Russia's senior-most officials could have authorized these activities." That was an intelligence judgment based on an understanding of the Russian system of government, which Putin controls with absolute authority.
Because who needs evidence when judgment is enough, especially when the potential downside is a massive diplomatic scandal.
It gets better: "Now the U.S has solid information tying Putin to the operation, the intelligence officials say. Their use of the term "high confidence" implies that the intelligence is nearly incontrovertible."
What is this incontrovertible intelligence? It appears to be personal opinions of Putin the "despot."
"It is most certainly consistent with the Putin that I have watched and used to work with when I was an ambassador and in the government," said Michael McFaul, who was ambassador to Russia from 2012 to 2014.
"He has had a vendetta against Hillary Clinton, that has been known for a long time because of what she said about his elections back in the parliamentary elections of 2011. He wants to discredit American democracy and make us weaker in terms of leading the liberal democratic order. And most certainly he likes President-elect Trump's views on Russia," McFaul added. Clinton cast doubt on the integrity of Russia's elections.
What is the US response? "As part of contingency planning for potential retaliation against Russia, according to officials, U.S. intelligence agencies have stepped up their probing into his personal financial empire."
In other words, it appears that as punishment for Clinton losing the election, the US could actively crackdown on Putin's financial assets held anywhere around the globe:
American officials have concluded that Putin's network controls some $85 billion worth of assets, officials told NBC News.
A former CIA official who worked on Russia told NBC News that it's not clear the U.S. can embarrass Putin, given that many Russians are already familiar with allegations he has grown rich through corruption and has ordered the killings of political adversaries. But a currently serving U.S. intelligence official said that there are things Putin is sensitive about, including anything that makes him seem weak.
While we are confident that Putin has taken countermeasures against precisely this kind of contingency, what is scariest is the NBC report's conclusion:
"The former CIA official said the Obama administration may feel compelled to respond before it leaves office. "This whole thing has heated up so much," he said. "I can very easily see them saying, `We can't just say wow, this was terrible and there's nothing we can do.'"
Well, if Obama is truly getting involved, he has 4 days in which to turn 37 Republican electors against Trump. As for the potential fallout, which may include various forms of social conflict should the Trump victory be overturned in the 11th hour at the Electoral College, then Putin will truly win as a result of what may then follow.
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Finalmente, no se pierdan este exabrupto de la prensa “progre” de los EEUU. Aunque no lo crean, Keith Olbermann juega de intelectual de izquierda dentro de la prensa “independiente” allá en el norte:
https://youtu.be/IAFxPXGDH4E
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Chicos, esto se está poniendo grotesco…
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