Con la notable excepción de una mitad de los estadounidenses, que parecen vivir al borde del colapso nervioso desde el 9 de Noviembre pasado, el resto del planeta parece estar encantadito con el presidente electo, Donald Trump. Al menos, los sitios que solemos frecuentar. Todos le desean éxitos y hacen sus propias interpretaciones sobre lo que debería hacer para asegurarse un lugar en la Historia. ¿No será mucho, chicos? La nota que sigue es de Thierry Meyssan para Red Voltaire. A ver si les gusta:
Título: ¿Puede
Trump tener éxito?
Epígrafe: Mientras
la prensa atlantista se empeña en proyectar sobre Donald Trump los debates
artificiales que Hillary Clinton impuso durante la campaña electoral por la
presidencia de Estados Unidos y se multiplican los llamados a asesinar al
presidente electo, este último se prepara para cambiar de paradigma, echando
abajo la ideología puritana que domina su país desde hace dos siglos. Pero,
¿puede lograrlo?
Texto: La prensa
internacional trata de convencernos de que los electores de Donald Trump
expresaron con sus votos una revuelta de los “blanquitos” contra las élites. Lo
que en realidad hace esa prensa es prolongar el discurso de Hillary Clinton que
los electores estadounidenses acaban de rechazar. Esa prensa se niega a aceptar
el hecho que la actual división interna estadounidense nada tiene que ver con
los temas que ella privilegió durante la campaña electoral.
Sin embargo,
todos hemos visto aparecer una nueva grieta, no entre los dos grandes partidos
estadounidenses sino dentro de ellos. Numerosos líderes republicanos apoyaron a
la señora Clinton, mientras que algunos líderes demócratas respaldaban a Trump.
De hecho, el propio Bernie Sanders acaba de proponer sus servicios al
presidente electo. Al mismo tiempo, el análisis del resultado de la votación
por categorías comunitarias (mujeres, hispanos, negros, musulmanes, gays, etc.)
ha dejado de tener sentido. A pesar de que nos repitieron hasta el cansancio
que votar por Donald Trump era votar por el odio a las minorías, al menos una
tercera parte de los miembros de las minorías votó por él.
Algunos
periodistas tratan de apoyarse en el antecedente del Brexit, cuando el resultado
del referéndum británico los dejó igualmente sorprendidos y totalmente
incapaces de explicarlo. Si el análisis se hiciese en base a los antecedentes
extranjeros, habría que tener en cuenta al menos los sorpresivos resultados
electorales del hoy presidente de la India Narendra Modi y del actual
presidente Rodrigo Dutertre en Filipinas (una ex colonia de Estados Unidos).
A pesar de lo que
sigue afirmando la propaganda, los británicos no votaron contra los europeos,
los indios no votaron contra los musulmanes y los filipinos no votaron contra
los chinos. Al contrario, cada uno de esos tres pueblos está tratando de salvar
su propia cultura y de vivir en paz. Aunque en 2002 fue responsable de los
motines anti-musulmanes en Gujarat, el hoy presidente indio Narendra Modi
tendió la mano a Pakistán, convencido de que los problemas entre la India y ese
país fueron organizados y alimentados por las potencias coloniales. Lo mismo
sucede en Filipinas, donde el presidente Rodrigo Dutertre sorprendió a todos acercándose
al «enemigo chino».
Hace varias
semanas expliqué, desde estas mismas columnas, que lo que hoy divide a
Estados Unidos no es la procedencia étnica, ni la procedencia social sino la
ideología puritana. Si mi explicación es correcta, seremos testigos de una
lucha existencial de los partidarios de esa ideología contra la administración
Trump. Todas las iniciativas del nuevo presidente serán saboteadas de forma
sistemática. Ya en este momento, las manifestaciones contra el resultado de la
elección y la amplísima cobertura que los grandes medios les reservan
demuestran que los perdedores no respetarán las reglas de la democracia.
Más que pensar en
cómo sacar ventaja de la administración Trump, tendríamos que preguntarnos cómo
podemos ayudarla a liberar su país de su propio imperialismo, a poner fin al
mundo unipolar y a la «doctrina Wolfowitz», cómo podemos poner fin al
enfrentamiento y pasar a la cooperación.
Mientras la
prensa estadounidense especula sobre la inclusión de personalidades de la
administración Bush en la futura administración Trump, nosotros debemos
anticipar el papel político que van a desempeñar los cuadros comerciales de la
Trump Organisation, únicas personas en las que el nuevo presidente podrá
confiar.
Y habrá que tener
muy en cuenta el papel que puede desempeñar el general Michael T. Flynn, quien
–a pesar de ser demócrata– fue el principal consejero del candidato Donald
Trump en materia de política exterior y de defensa. Como director de la
inteligencia militar estadounidense, desde la celebración de la conferencia
Ginebra 1 y hasta el inicio de la embestida del Emirato Islámico (Daesh) contra
Irak, el general Michael T. Flynn luchó constantemente contra el presidente
Obama, la secretaria de Estado Hillary Clinton, los generales David Petraeus y
John Allen, y también contra el secretario general adjunto de la ONU Jeffrey
Feltman, empeñados todos en seguir recurriendo a los yihadistas y al terrorismo
para mantener la hegemonía del imperialismo estadounidense. Desde un cargo como
los de consejero presidencial para la seguridad nacional, director de la CIA o
secretario de Defensa, pudiera llegar a ser el mejor aliado de la paz en el
Levante.
Caramba... uno lee esto, antes del primer café de la mañana, y piensa: ¿Habla de USA o de Argentina?
ResponderEliminar(Las redes sociales repiten que) sus votos una revuelta de los “blanquitos”
(Las redes sociales) nos repitieron hasta el cansancio que votar por Donald Trump era votar por el odio
Al contrario, cada uno de esos ... está tratando de salvar su propia cultura y de vivir en paz
las manifestaciones contra el resultado de la elección y la amplísima cobertura que (Las redes sociales) les reservan demuestran que los perdedores no respetarán las reglas de la democracia.
el papel político que van a desempeñar los cuadros comerciales de la "Clase", únicas personas en las que el nuevo presidente podrá confiar.
Hay una diferencia, Profe: si se arma la gorda allá, hay alrededor de 300 millones de armas de fuego listas para ser usadas. Al argentino promedio le repugnan las armas; para el norteamericano promedio, los fierros son una extensión del pito. Suena infantil pero es así. Cordiales saludos,
ResponderEliminarAstroboy
Por eso aquí, nuestra constitución, "inspirada" en la de USA, no acepta la portación de armas dejando al estado el monopolio de la fuerza...
EliminarEpa ¿las mujeres de USA no portan armas?
El 62% de las mujeres en los EEUU quiere leyes más estrictas para la tenencia y portación de armas. (http://www.marieclaire.com/politics/a18016/women-and-guns/#the-stats)
Eliminar"Más que pensar en cómo sacar ventaja de la administración Trump, tendríamos que preguntarnos cómo podemos ayudarla a liberar su país de su propio imperialismo..."
ResponderEliminarEsta frase es notable y revela lo que muchas veces planteamos y discutimos: que las oligarquías (los soportes del imperialismo) no tienen nacionalidad y que las diferencias entre "grandes potencias", "pequeñas o medianas potencias" y países sin poder alguno, son solo diferencias de grado. Lo importante para ellas es que puedan colonizar sus Estados y gobiernos para desplegar sus políticas imperialistas. Por supuesto que las grandes potencias son medios mucho más fuertes para conseguir sus fines.