Mientras
esperamos que se disipen un poco los humos del ataque de ISIS a Charlie Hebdo
en París (huele mal, chicos, huele mal), así como también los ruidos de la histeria informativa occidental (asistimos a verdaderas cumbres de la hipocresía informativa, amigos; lo que está bárbaro en Alepo o Damasco viene a estar re-feo en París), reproducimos un nuevo aporte de
Thierry Meyssan en favor de la clarificación de los mecanismos del Imperio en
esta fase de caos generalizado. De paso,
nos explica para qué sirve realmente un “think-tank”.
Título: El CNAS,
versión demócrata del imperialismo de conquista
Epígrafe:
Mientras Washington, hoy sin política exterior, se empeña simultáneamente en
varias políticas contradictorias entre sí, los «halcones liberales» se han
reagrupado alrededor del ex director de la CIA, general David Petraeus, y del
Center for a New American Security. Thierry Meyssan nos presenta aquí ese think
tank que hoy juega el mismo papel que el Project for a New American Century
desempeñó durante la era Bush: el de promover el imperialismo expansionista y
dominar el mundo.
Texto: La crisis
siria, a la que ya se había encontrado una solución en la primera conferencia de paz de Ginebra –en junio de 2012– sigue
prolongándose a pesar de todos los acuerdos negociados con Estados Unidos. Ya
es evidente que la administración Obama no obedece al presidente sino que está
gravemente dividida en dos líneas políticas: la línea de los imperialistas
favorables a la repartición del mundo con China y eventualmente con Rusia (la
posición del presidente Obama) y la de los imperialistas expansionistas
(reunidos alrededor de Hillary Clinton y del general David Petraeus).
Para sorpresa
general, la expulsión de la que fueron objeto el director de la CIA Petraeus y
la secretaria de Estado Clinton luego de la reelección de Barack Obama no puso
fin a la división en el seno de la administración sino que, por el contrario,
la agravó.
Son nuevamente
los imperialistas expansionistas quienes acaban de reactivar la guerra contra
la República Popular Democrática de Corea utilizando como pretexto un
ciberataque contra Sony Pictures atribuido, contra toda lógica, a Pyongyang. El
presidente Obama acabó suscribiendo ese discurso y ha firmado un decreto para
la adopción de «sanciones».
Parece que los
partidarios de la expansión imperial se agruparon inicialmente para crear el
Center for a New American Security, que ha desempeñado en el seno del Partido
Demócrata un papel equivalente al del Project for a New American Century (y al
que hoy juega la Foreign Policy Initiative) en el seno del Partido Republicano.
Así desempeñaron un importante papel durante el primer mandato de Barack Obama
y, según algunos explican, han conformado un Estado profundo desde donde siguen
manejando los hilos.
Los halcones
liberales
El Center for a
New American Security (CNAS) fue creado en 2007 por Kurt Campbell y Michèle A.
Flournoy (foto de arriba). Estos dos intelectuales habían trabajado juntos anteriormente en el
Center for Strategic and International Studies (CSIS). Dirigieron la
publicación, 2 meses después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de
To Prevail: An American Strategy for the Campaign Against Terrorism (En
español, “Para triunfar: una estrategia estadounidense para la campaña contra
el terrorismo”) [1]. Aquel libro disertaba sobre la decisión del presidente
Bush de atacar no sólo grupos terroristas sino también a los Estados que los
respaldaban, como los Estados fallidos que no lograban combatirlos en sus
propios territorios. Basándose en los trabajos de la Task Force del CSIS sobre
el terrorismo, preconizaba un importante desarrollo de las agencias de
inteligencia para vigilar el mundo entero. En pocas palabras, Campbell y
Flournoy aceptaban la narración oficial sobre los atentados del 11 de
septiembre y justificaban la «guerra contra el terrorismo» que enlutaría el
mundo durante más de 10 años.
En 2003, Campbell
y Flournoy firmaban, con 13 intelectuales demócratas, un documento titulado
Progressive Internationalism: A Democratic National Security Strategy (En
español, “Internacionalismo progresista: una estrategia demócrata de seguridad
nacional) [2]. Aquel manifiesto criticaba la debilidad diplomática del
presidente Bush, pero apoyaba las guerras posteriores al 11 de septiembre de
2001. Con vista a la designación del candidato demócrata a la elección
presidencial de 2004, los firmantes pretendían promover el proyecto imperial
estadounidense –que defendía George W. Bush– mientras criticaban su manera de
ejercer el liderazgo, fundamentalmente las dudas que había sembrado entre los
aliados de Estados Unidos. Los firmantes de aquel documento fueron entonces
designados como «halcones liberales».
En el momento de
su creación, en 2007, el CNAS decía querer renovar el pensamiento estratégico
estadounidense después del trabajo realizado por la Comisión Baker-Hamilton y
la dimisión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. En la inauguración
estuvieron presentes numerosas personalidades, como Madeleine Albright, Hillary
Clinton y Chuck Hagel. Washington buscaba por entonces la manera de hallar una
salida honorable a su empantanamiento en Irak. Campbell y Flournoy pretendían
preconizar una solución militar que permitiese a las tropas estadounidenses
mantener la ocupación militar en Irak sin tener que agotar sus propias fuerzas.
Para continuar su expansión mundial, el imperialismo estadounidense tenía que
elaborar primero una estrategia de contraterrorismo que le permitiera dar a sus
tropas en Irak un formato más reducido.
Lógicamente,
Campbell y Flournoy trabajan por lo tanto con el general David Petraeus, quien
acababa de ser nombrado comandante de la coalición militar en Irak por ser el
autor del manual de contrainsurgencia de las fuerzas terrestres de Estados
Unidos. Contratan a un experto australiano, David Kilcullen, que se convertirá
en el gurú del general Petraeus y concebirá la Surge (En español, la “oleada”).
Según Kilcullen, es posible utilizar a los insurgentes mediante la combinación
de dos factores (el garrote y la zanahoria): pagando un salario a los que se
cambien de bando y ayuden a mantener el orden allí donde se encuentren y, al
mismo tiempo, presionándolos mediante el aumento temporal de la presencia
militar estadounidense. Esa estrategia entrará en aplicación… con los
resultados que ya conocemos: Irak atraviesa primeramente una fase de intensa
guerra civil y luego vuelve lentamente a la calma, después de una enorme
devastación. En realidad, si una parte de los hombres que participaban en la
resistencia iraquí son finalmente “recuperados” por los ocupantes
estadounidenses, ello se debe únicamente al hecho que esa resistencia era de
carácter fundamentalmente tribal.
De hecho, durante
ese periodo, el CNAS y el general Petraeus son indisociables. Kilcullen se
convierte en consejero de Petraeus y, posteriormente, de la secretaria de
Estado Condoleezza Rice. La fusión es tan intensa que un consejero de Petraeus,
el coronel John Nagl, se convierte en presidente del CNAS cuando Campbell y
Flournoy pasan a formar parte de la administración Obama.
La particularidad
del CNAS es que se trata de un “tanque pensante” [3] (think tank) de los
demócratas que cuenta con la colaboración y la presencia de los halcones
republicanos. El CNAS incluso multiplica los encuentros y debates con miembros
del Project for a New American Century. Lo financian industriales del sector
del armamento o empresas de servicios vinculadas al Departamento de Defensa,
como Accenture Federal Services, BAE Systems, Boeing, DRS Technologies,
Northrop Grumman; firmas del sector de las finanzas, Bernard L. Schwartz
Investments, Prudential Financial; fundaciones como Carnegie Corporation of New
York, The William and Flora Hewlett Foundation, Ploughshares Fund, Smith
Richardson Foundation, Zak Family Charitable Trust, y gobiernos extranjeros
como los de Israel, Japón y Taiwán.
Durante la
campaña electoral, Campbell y Flournoy publican sus recomendaciones al próximo
presidente de Estados Unidos en The Inheritance and the Way Forward (En
español, “La herencia y el camino a seguir) [4]. Al referirse a la era Bush,
cuestionan la «guerra preventiva» y el uso de la tortura. Aconsejan además
reorientar la «guerra contra el terrorismo» para evitar el «choque de civilizaciones»
que privaría a Washington de sus aliados musulmanes.
La administración
Obama
Al ser electo
presidente de Estados Unidos, Barack Obama designa a Michèle Flournoy para
supervisar la transición en el Departamento de Defensa. Lógicamente, Flournoy
es nombrada subsecretaria de Defensa a cargo de la política, o sea se encargará
de elaborar la nueva estrategia de defensa. Es la número 2 del Departamento de
Defensa y dispone de un presupuesto de 200 millones de dólares.
Mientras tanto,
Kurt Campbell entra al Departamento de Estado para dirigir el buró Extremo
Oriente y Pacífico. Campbell y Flournoy serán entonces los promotores de la
estrategia del «reposicionamiento». Según ellos, Estados Unidos debe prepararse
para un futuro enfrentamiento con China. Bajo esa perspectiva hay que
reposicionar paulatinamente las fuerzas armadas estadounidenses trasladándolas
desde Europa y el Medio Oriente ampliado hacia el Extremo Oriente.
El CNAS está tan
de moda que muchos de sus colaboradores entrarán en la administración Obama:
- Rand Beers,
como secretario del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security o
DHS);
- Ashton Carter,
como subsecretario de Defensa a cargo de las compras y posteriormente como
secretario de Defensa;
- Susan Rice,
como embajadora ante la ONU y posteriormente como consejera de Seguridad
Nacional;
- Robert Work,
como adjunto del secretario de Defensa;
- Shawn Brimley,
como consejero del secretario de Defensa a cargo de la estrategia y
posteriormente como director de Planificación en el Consejo de Seguridad
Nacional;
- Price Floyd,
como asistente adjunto del secretario de Defensa a cargo de las relaciones
públicas;
- Alice Hunt,
como asistente especial en el Departamento de Defensa;
- Colin Kahl,
como asistente adjunto del secretario de Defensa para el Medio Oriente y
posteriormente como consejero de Seguridad Nacional del vicepresidente;
- James Miller,
como subsecretario de Defensa a cargo de la política;
- Eric Pierce,
como adjunto del jefe del Departamento de Defensa a cargo de las relaciones con
el Congreso;
- Sarah Sewall se
convertirá, en 2014, en subsecretaria de Estado para la Democracia y los
Derechos Humanos;
- Wendy Sherman
se convertirá, en 2011, en subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos;
- Vikram Singh en
consejero especial del secretario de Defensa para Afganistán y Pakistán;
- Gayle Smith en
directora de Desarrollo y Democracia en el Consejo de Seguridad Nacional;
- James
Steinberg, adjunto de la secretaria de Estado;
- Jim Thomas,
asistente adjunto del secretario de Defensa a cargo de los Recursos;
- Edward (Ted)
Warner III, consejero del secretario de Defensa para el control de armamentos.
El CNAS ya está
preparando el programa del próximo presidente de Estados Unidos.
La influencia del
CNAS
Michèle Flournoy,
quien ambicionaba convertirse en secretaria de Defensa, fue descartada en 2012
por ser considerada demasiado cercana a Israel. A pesar de ello, sigue siendo
actualmente un personaje omnipresente en las instancias de reflexión del
Departamento de Defensa, es miembro del Defense Science Board (consejo
científico del Departamento de Defensa), del Defense Policy Board (consejo
político del Departamento de Defensa) y del President’s Intelligence Advisory
Board (consejo presidencial de consulta sobre temas de inteligencia).
Y es evidente que
sus consejos políticos encuentran eco y que se aplican, tanto en lo tocante al
«Medio Oriente ampliado» como en lo concerniente al Extremo Oriente.
El CNAS apoyó los
esfuerzos de Wendy Sherman por negociar la reanudación de las conversaciones
diplomáticas con Teherán. Este centro subrayó, de manera bastante transparente,
que el problema con Irán no era tanto la cuestión nuclear como la exportación
de su revolución. Por ello aconseja una serie de acciones extremadamente duras
para cortar las redes iraníes en África, en Latinoamérica y en el Medio Oriente
[5].
En cuanto a
Siria, el CNAS considera que será imposible derrocar la República Árabe Siria a
corto plazo y aconseja por lo tanto la «estrategia del torniquete»: utilizar el
consenso creado contra el Emirato Islámico para que todos los Estados
implicados ejerzan presiones sobre Damasco y los grupos de la oposición para
lograr una desescalada militar –pero sin colaborar por ello con el presidente
sirio al-Assad en la lucha contra el Emirato Islámico. Así que el esfuerzo será
por obligar la República a incorporar a su gobierno algunos miembros de la
oposición pro-atlantista y por favorecer la ayuda humanitaria y logística a las
zonas bajo control rebelde para hacerlas atractivas. Y cuando logren introducir
atlantistas en el gobierno sirio, estos tendrán como misión identificar los
engranajes del aparato secreto de Estado de Siria para poder destruirlo
posteriormente. La originalidad del plan consiste en reivindicar la posesión
del desierto sirio para los rebeldes que se nieguen a entrar en el gobierno.
Ese desierto constituye el 70% del territorio de Siria y alberga las
principales reservas de gas del país [6].
El CNAS presta
especial atención a internet. Se trata de limitar las censuras gubernamentales
para que la vigilancia de la NSA [7] pueda continuar su trabajo con la misma
facilidad [8]. Simultáneamente, el centro se inquieta ante la manera como la
China Popular se protege del espionaje de la NSA [9].
En el Pacífico,
el CNAS aconseja un acercamiento a la India, Malasia e Indonesia y ha concebido
un plan de modernización del dispositivo contra Corea del Norte.
Los responsables
actuales
El CNAS –que comenzó
siendo una iniciativa de los demócratas en colaboración con varios
neoconservadores republicanos– se ha convertido poco a poco en el principal
centro de estudios promotor del imperialismo conquistador.
Además de Kurt
Campbell y de Michèle Flournoy, entre sus administradores se cuentan:
- el general John
Allen, comandante de la coalición conformada por Estados Unidos contra el
Emirato Islámico;
- Richard
Armitage, ex adjunto del secretario de Estado;
- Richard
Dantzig, vicepresidente de la Rand Corporation;
- Joseph
Liberman, el ex vocero israelí en el Senado;
- el general
James Mattis, ex comandante del CentCom.
El CNAS está
llamado a seguir desarrollándose ya que se ha convertido en el principal tanque
pensante capaz de oponerse a la reducción del presupuesto de defensa de Estados
Unidos y de reactivar la industria de guerra.
Notas:
[1] To Prevail:
An American Strategy for the Campaign Against Terrorism, Csis Significant
Issues Series, CSIS, noviembre de 2001.
[2] Progressive
Internationalism: A Democratic National Security Strategy, Progressive Policy
Institute, 30 de octubre de 2003.
[3] Think-tank
que puede ser traducido como “laboratorio de ideas”, es el nombre que recibe en
inglés lo que podría calificarse como siendo un centro, instituto o institución
—conformada por un grupo de expertos— que se dedican a difundir en la sociedad
civil —de manera disimulada— una propaganda ideológica de "naturaleza
investigadora" (generalmente con un objetivo político) bajo forma de
divulgación de ideas o pensamientos constructivos, necesarios e innovadores,
útiles para el ciudadano común y corriente, para los estudiantes, los líderes
del país, los intelectuales y otras instancias dirigentes o gobernantes de una
nación. Pretenden así intervenir, dirigir o influenciar sobre las políticas
públicas de un gobierno, sean estas culturales, sociales, de economía nacional
e internacional en un país dado. Los think-tanks operan frecuentemente bajo
cobertura de ser centros o fundaciones de investigación independientes, pero en
su mayoría están ligados a grupos de poder o lobbys que incluso son
ramificaciones de super-estructuras conectadas a multinacionales, agencias de
espionaje o países con objetivos imperialistas de dominación, quiénes finalmente
son los que financian y comandan estos think-tanks. La misión de los
think-tanks es pues la de inculcar e imponer en una población dada, una forma
de pensar, hacer aceptar los valores e ideas que los grupos dominantes quieren
imponer de acuerdo a sus intereses (económicos-políticos), haciéndolo de manera
discreta, sin que sea apercibido quien está detrás de todo esto. Por esa razón
los think-tanks tienen los medios financieros para reclutar personalidades,
artistas, prestigiosos intelectuales (muchas veces vendidos) para que trabajen
para ellos y propaguen las ideas o creencias que los think-tanks quieren
imponer, poniendo en su mira de conquista especialmente a las personas que
tienen el poder de decisión en una sociedad, en un gobierno. La palabra think-tank
viene del inglés, think significa pensar, tank quiere decir tanque; están
constituidas bajo la ley de derecho privado y en ese sentido son independientes
ante el estado, en principio sin fines de lucro. Son los Estados Unidos de
América los que cuentan con más think-tanks en el mundo.
[4] The
Inheritance and the Way Forward, Kurt Campbell, Michele Flournoy, CNAS, 2007.
[5] Pushback
Countering the Iran Action Network, Scott Modell y David Asher, Center for a
New American Security, septiembre de 2013.
[6] Ver The
Tourniquet. A Strategy for Defeating the Islamic State and Saving Syria and
Iraq, Marc Lynch, Center for a New American Security, octubre de 2014, y How
This Ends. A Blueprint for De-Escalation in Syria, Dafna H. Rand and Nicholas
A. Heras, Center for a New American Security, noviembre de 2014, así como «El
increíble plan de “paz” estadounidense para Siria», por Thierry Meyssan,
Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 30 de diciembre de 2014.
[7] Siglas en
inglés de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos cuyo trabajo de
escucha y espionaje de las comunicaciones internacionales a nivel mundial fue
puesto al descubierto por el ex contratista Edward Snowden. Nota de la Red
Voltaire.
[8] Bringing
Liberty Online. Reenergizing the Internet Freedom Agenda in a Post-Snowden Era,
Richard Fontaine, Center for a New American Security, septiembre de 2014.
[9] Warring
State: China’s Cybersecurity Strategy, Amy Chang, Center for a New American
Security, diciembre de 2014.
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