El presidente
Donald Trump ha decidido la organización del Consejo de Seguridad Nacional de
los EEUU. La modificación incluye un drástico recorte de las funciones
operativas de la CIA. Al respecto, un amigo de la casa nos acerca un link a
esta nota de Thierry Meyssan para Red Voltaire. Meyssan suele pecar de
optimista, si bien sus notas son siempre alimento para el espíritu crítico. A
ver si les gusta:
Título: Donald
Trump disuelve la organización del imperialismo estadounidense
Epígrafe: Donald
Trump acaba de realizar la reforma más importante de las estructuras
administrativas de Estados Unidos en los últimos 69 años. Acaba de poner fin al
proyecto imperial y está comenzando a rehacer su país, convirtiéndolo en un
Estado como los demás.
Actualización (31
de enero de 2017): ante las reacciones indignadas de la clase dirigente
estadounidense, el presidente Donald Trump anunció, a través de su vocero, una
modificación de este Memorándum, que podría autorizar al director de la CIA a
participar de manera permanente en el Consejo de Seguridad Nacional.
Texto:
Modificando el sistema de gobierno establecido en 1947, el presidente Donald
Trump publicó un Memorándum sobre la organización del Consejo de Seguridad
Nacional y del Consejo de Seguridad de la Patria (Homeland Security) [1].
El principio
adoptado en el pasado consistía en manejar la «Seguridad Nacional» bajo la
autoridad conjunta de la Casa Blanca, del Estado Mayor Conjunto y de la CIA,
que fue creada en aquella época.
Desde 1947 y
hasta el 2001, el Consejo de Seguridad Nacional fue el centro del Ejecutivo
estadounidense. En su seno, el presidente compartía el poder con el director de
la CIA –nombrado por él– y con el jefe del Estado Mayor Conjunto, seleccionado
por sus pares de este órgano estrictamente militar. Desde el 11 de septiembre
de 2001, el Consejo de Seguridad Nacional se hallaba de facto bajo la
supervisión del «Gobierno de Continuidad» de Raven Rock Mountain.
En lo adelante, a
raíz de las decisiones de Donald Trump, el jefe del Estado Mayor Conjunto no
estará sistemáticamente representado en las reuniones del Consejo de Seguridad
Nacional. Sólo estará presente si el tema a discutir exige su presencia.
Además, la CIA pierde el asiento que ocupaba en el Consejo de Seguridad Nacional,
donde será eventualmente representada por el director de la Inteligencia
Nacional.
La CIA, que fue
hasta ahora el brazo armado del presidente para la realización de las acciones
secretas, finalmente se convierte en una agencia de inteligencia en el
verdadero sentido de la palabra, o sea en una agencia encargada de estudiar los
actores internacionales, de anticipar las acciones de dichos actores y de
aconsejar al presidente.
Según un informe
de su actividad anual, el Consejo de Seguridad Nacional ordenó en 2015
asesinatos políticos en 135 países.
Durante el
periodo de transición y traspaso del poder, el presidente Trump anunció
solemnemente que Estados Unidos ya no organizará cambios de régimen, como lo
hizo o trató de hacerlo desde 1989 recurriendo a las técnicas de Gene Sharp, el
fabricante de «revoluciones de colores».
El presidente
Trump asignó además un puesto permanente en el Consejo de Seguridad Nacional a
su estratega en jefe, en condiciones de igualdad con su jefe de gabinete.
La ex consejera
de seguridad nacional de Barack Obama, Susan Rice, reaccionó duramente ante
esos cambios a través de su cuenta de Twitter. La mayoría de los ex directores
de la CIA también han saltado a la palestra para protestar.
Nota:
[1] “Presidential
Memorandum: Organization of the National Security Council and the Homeland
Security Council”, por Donald Trump, Voltaire Network, 28 de enero de 2017.
Interesante!!...será una posibilidad para que se hagan mas fuerte los movimientos latinoamericanistas. Si pudo hacerse pese a las anteriores administraciones demócratas..ahora si los republicanos comienzan a mirarse el ombligo será la hora de las segundas independencias latinoamericanas. Eso si si no aperece/en otro/s "Lee Harvey Oswald"....
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