El rechazo de
Donald Trump al TPP (Tratado Transpacífico de Libre Comercio) ha golpeado, y
duro, en todos los rincones del mundo. Las reacciones no se han hecho esperar.
Rápidos de reflejos, los gobiernos de Argentina y Chile se reunieron para
coordinar sus respectivos bloques comerciales de pertenencia. En un sentido más transversal, Chile se
consolidará, posiblemente, como puerta del Pacífico a los flujos comerciales de
Brasil y Argentina con Asia. Los dos países del Mercosur, por su parte, cuentan
con una salida al Pacífico más económica que la de los puertos peruanos. El costo de todo esto, para el Mercosur, será el derivado de una mayor apertura económica, con la consecuente primarización de sus economías. Así lo
cuentan el diario español El País y el argentino Página/12:
El País:
Título: Macri y
Bachelet acercan Mercosur y la Alianza del Pacífico como respuesta a Trump
Subtítulo: Los
dos presidentes promueven una gran reunión para coordinar los dos grandes
grupos latinoamericanos
Texto: La llegada
de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos está provocando un gran
movimiento de fondo en toda Latinoamérica. Y Mauricio Macri parece estar en el
centro de ese impulso. La semana pasada viajó a Brasilia y aseguró con Michel
Temer a su lado que los dos gigantes sudamericanos iban a dar un “impulso
histórico” al Mercosur. La semana que viene irá a España entre otras cosas para
acelerar el acuerdo UE-Mercosur que lleva 15 años parado. Mariano Rajoy está
muy dispuesto a apoyarle en esa tarea. Y el domingo por la noche, para rematar
la jugada, Macri se fue a Colina, cerca de Santiago de Chile, para reunirse con
Michelle Bachelet e impulsar desde allí un acercamiento entre Mercosur y la
Alianza del Pacífico, el otro gran acuerdo económico de Latinoamérica que
lideran México, Colombia, Perú y Chile.
Mientras los
Kirchner estaban al frente de Argentina y el Partido de los Trabajadores
gobernaba Brasil, Mercosur y la Alianza del Pacífico se miraron con recelo.
Esta última era la estrella ascendente de la ortodoxia y el libre comercio
frente al más proteccionista Mercosur. Pero la llegada de Macri, y ahora de
Temer, cambió las cosas.
El argentino ya
asistió como observador a la última cumbre, precisamente en Chile, donde fue la
gran estrella con el peruano Pedro Pablo Kuczynski, que aún no había asumido, y
anunció su intención de estrechar lazos. La llegada de Trump ha acelerado los
tiempos y todos los países latinoamericanos, que en buena parte viven de la
exportación de materias primas, buscan alternativas por si Trump cumple sus
promesas y empieza a cerrar sus fronteras a los productos de otros territorios.
Macri y Bachelet,
que en este momento presiden las dos alianzas clave de Latinoamérica, han
organizado para abril una reunión en Buenos Aires de cancilleres de Mercosur y
la Alianza del Pacífico que supone un hito y podría abrir el paso a una fusión
en el futuro. Aún persisten muchas dificultades por las diferentes políticas
económicas –Chile tiene acuerdos de libre comercio con 180 países del mundo,
algo parecido sucede en Perú o Colombia, Argentina y Brasil son dos economías
muy cerradas y los argentinos viajan a Santiago para comprar ropa más barata en
cadenas internacionales como H&M, que nunca se instaló en Buenos Aires-
pero la voluntad política de acercamiento es muy evidente y el giro ideológico
en Argentina y Brasil también.
Nadie quiere
enfrentarse directamente a Trump, y de hecho Macri formalmente busca una buena
relación. Esta misma semana mantuvo una conversación con el vicepresidente,
Michael Pence. Pero la preocupación es evidente. Latinoamérica está en pleno
giro aperturista y Trump va en el sentido contrario. El comunicado conjunto
deja claro el rechazo a las políticas de EEUU: “Las tendencias proteccionistas
observadas a nivel internacional se contradicen con el esfuerzo para alcanzar
el crecimiento sostenible y el desarrollo inclusivo”. Mercosur acaba de
despejar la única oposición real a este acercamiento con la más liberal Alianza
del Pacífico: la Venezuela de Nicolás Maduro ha sido suspendida del grupo con
el impulso de Temer y Macri, aunque el mayor promotor de su expulsión era el
conservador paraguayo Horacio Cartes.
Macri y Bachelet
se encontraron en Chile por un asunto especialmente simbólico: la conmemoración
de los 200 años del cruce de los Andes del general San Martín, que primero
capitaneó la liberación de Argentina y después la de Chile con una osada
operación militar a través de una de las cordilleras más altas del planeta. En
Colina, donde se produjo la batalla clave de Chacabuco, Bachelet lanzó un
mensaje de unidad frente a Trump: “En días en que el planeta vive segregación,
xenofobia y proteccionismo, Chile y Argentina inician un camino de
colaboración”, remató.
Argentina y Chile
son dos vecinos con relaciones en ocasiones complicadas –tuvieron en el pasado
disputas por los territorios patagónicos- y con dos modelos económicos casi
opuestos: el chileno, heredero de Pinochet, es muy liberal, con educación
universitaria pública de pago –a Bachelet le está costando cumplir su promesa
de aumentar la gratuidad-, pensiones privadas y sindicatos débiles. Argentina
tiene educación superior gratuita y pensiones públicas y sindicatos
omnipresentes. Chile tiene una inflación del 3% en 2016 y Argentina del 40%.
Pero ambos se van acercando poco a poco –Chile aumenta lentamente el peso del
Estado mientras Argentina lo reduce e inicia una lenta apertura- y han iniciado
una nueva etapa de acercamiento. La llegada de Trump está provocando que el
resto del mundo se una para hacer frente a su proteccionismo.
***
Página/12:
Título: Macri y
Bachelet acordaron impulsar una convergencia Mercosur-Alianza del Pacífico
Subtítulo: Para
liberalizar el comercio de costa a costa
Texto: El
presidente Mauricio Macri y su par chilena Michelle Bachelet defendieron la
apertura de las economías regionales y apuntaron a alcanzar un acuerdo de
"liberalización comercial ambicioso".
Los mandatarios
se comprometieron a convocar a una reunión de ministros de los países del
Mercosur y la Alianza del Pacífico.
En su breve
visita a Chile, el presidente Mauricio Macri y su par chilena Michelle Bachelet
defendieron la apertura de las economías regionales y revalidaron las
negociaciones iniciadas "para alcanzar un acuerdo de liberalización
comercial ambicioso" frente a "las tendencias proteccionistas
observadas a nivel internacional", que según ambos mandatarios, "se
contradicen con el esfuerzo para alcanzar el crecimiento sostenible y el
desarrollo inclusivo".
En ese sentido y
en calidad de presidentes pro-tempore del Mercosur y la Alianza del Pacífico,
adelantaron que promoverán "la realización, en el corto plazo, de un
encuentro de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de los países que
integran ambos bloques".
Macri, quien
desde el jueves permaneció en San Martín de Los Andes por el festejo de su
cumpleaños, cruzó ayer a Chile para conmemorar los 200 años de la Batalla de Chacabuco,
y llevó a la mandataria la chilena la decisión de avanzar en un amplio acuerdo
regional para liberar el comercio, algo que desde el gobierno nacional se
encargaron de señalar fue acordado con el presidente sustituto Michele Temer
durante la visita oficial de la semana pasada.
La Alianza del
Pacífico —integrada por Chile, Colombia, Perú y México— surgió en 2011 como la
alternativa defensora del libre comercio frente al surgimiento de la Unasur, la
Celac y el fortalecimiento del Mercosur. Tres de los países que la integran
también forman parte de la Alianza Transpacífico, creada por Estados Unidos
para reunir a las economías asiáticas frente al crecimiento de China, que fue
puesta en crisis tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.
En ese contexto,
Macri y Bachelet destacaron la intención de
fortalecer "las relaciones políticas, económicas, sociales y
culturales tanto en el ámbito bilateral como con los países de América Latina,
impulsando la convergencia entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico".
La semana pasada, la canciller Susana Malcorra señaló repetidas veces que
frente a la política proteccionista de Trump la política del gobierno sería
"buscar oportunidades en otros mercados".
En la declaración
firmada anoche en la localidad de Colina, los mandatarios también reiteraron
también la voluntad de "profundizar la construcción de una asociación
estratégica en materia antártica" y llama a "la reanudación de las
negociaciones sobre la disputa de soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del
Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes".
***
Nos quedamos con
esta anteúltima, enigmática frase: “profundizar una asociación estratégica en
materia antártica”. Astroboy piensa que
esta es una de las claves para un ejercicio sudamericano pleno de soberanía
sobre la porción antártica que nos corresponde y reclamamos. Una “asociación
soberana”, si lo quieren. En fin, veremos.
mientras Chile y Reino Unido negocian a espalda de Argentina tratados antárticos. o Argentina sabe y no le interesa.
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