Otra notable nota
de Thierry Meyssan para Red Voltaire sobre la situación política en Turquía. Empieza a verse con claridad la reacción de las potencias globales y regionales como consecuencia de los actos del gobierno turco, presidido por Tayyip Erdogan. Los mismos han consistido básicamente, en los últimos años, en jugar a dos, tres y hasta cuatro bandas, engañando a todos y persiguiendo objetivos más personales que nacionales. "Cosecharás tu siembra", decía el teleteatro. Algo de esto debe estar pensando el Sr. Erdogan en estas últimas semanas. Leemos en Red Voltaire:
Título: Turquía
en peligro
Epígrafe: Mientras la prensa occidental saluda la
autorización que Ankara acaba de emitir para que Estados Unidos utilice las
bases militares turcas en la lucha contra el Emirato Islámico, Thierry Meyssan
observa las tensiones internas existentes en Turquía. Y estima que tanto la
permanencia de Erdogan en el poder como la ausencia de una nueva mayoría en las
próximas elecciones legislativas pueden llevar rápidamente el país a la guerra
civil.
Leyenda de la figura: El presidente turco Erdogan ha perdido el
control de la situación.
Texto: Hace unos 15 años, George Friedman, fundador de la agencia privada de inteligencia Stratfor, convence a los dirigentes occidentales de que los países del grupo BRICS no tendrán un papel importante en el siglo XXI y de que sí lo tendrá Turquía [1]. Friedman es un ex colaborador de Andrew Marshall, quien fungió como estratega del Pentágono desde 1973 hasta 2015 [2].
Texto: Hace unos 15 años, George Friedman, fundador de la agencia privada de inteligencia Stratfor, convence a los dirigentes occidentales de que los países del grupo BRICS no tendrán un papel importante en el siglo XXI y de que sí lo tendrá Turquía [1]. Friedman es un ex colaborador de Andrew Marshall, quien fungió como estratega del Pentágono desde 1973 hasta 2015 [2].
Los círculos
patronales islámicos turcos han reforzado la propaganda a favor del islamismo
recurriendo para ello a toda una serie de personalidades francesas que se han
dejado sobornar (como Anne Lauvergeon, Alexandre Adler, Joachim Bitterlich,
Helene Conway-Mouret, Jean-Francois Copé, Henri de Castries, Augustin de
Romanet, Laurence Dumont, Claude Fischer, Stephane Fouks, Bernard Guetta,
Elisabeth Guigou, Hubert Haenel, Jean-Pierre Jouyet, Alain Juppé, Pierre
Lellouche, Gerard Mestrallet, Thierry de Montbrial, Pierre Moscovici, Philippe
Petitcolin, Alain Richard, Michel Rocard, Daniel Rondeau, Bernard Soulage,
Catherine Tasca, Denis Verret, Wilfried Verstraete, por citar sólo algunas).
Pero Turquía se
halla hoy al borde de la implosión, al extremo que puede decirse en este
momento que su supervivencia como Estado está realmente en peligro.
El
proyecto de desmantelamiento de Turquía
En 2001, los
estrategas straussianos del Departamento de Defensa estadounidense planeaban un
rediseño del «Medio Oriente ampliado» [o «Gran Medio Oriente»] que preveía la división
de Turquía para favorecer el surgimiento de un Kurdistán independiente, que
reuniría a los kurdos de la actual Turquía, los de Irak y los de Irán. Ese
proyecto suponía que Turquía saliera de la OTAN, que se lograra la
reconciliación entre tribus kurdas que no tienen mucho en común –ni siquiera el
idioma– y concretar considerables desplazamientos de poblaciones. Ya en 2001 el
coronel Ralph Peters mencionaba ese plan en un artículo de Parameters, antes de
publicar un mapa al respecto, en 2005. Peters es un discípulo de Robert
Strausz-Hupé, ex embajador de Estados Unidos y teórico del Novus orbis terranum (el «Nuevo Orden mundial» [3].
Ese loco proyecto
volvió a salir flote, hace un mes, junto al acuerdo entre Israel y Arabia
Saudita negociado como respuesta a las negociaciones del llamado grupo 5+1
sobre el tema nuclear iraní [4]. Tel Aviv y Riad contaban con Turquía para
acabar con la República Árabe Siria. Ankara se había comprometido firmemente en
ese sentido cuando la OTAN terminó el traslado del LandCom (el Mando Conjunto
de las Fuerzas Terrestres de la alianza atlántica) a la ciudad turca de
Esmirna, en julio de 2013 [5]. Decepcionado ante la pasividad de Estados
Unidos, el entonces primer ministro turco Erdogan organizó –bajo bandera falsa [6]–
el bombardeo químico perpetrado en las afueras de Damasco para justificar una
intervención de la OTAN. Pero no obtuvo el resultado deseado. Un año después,
Erdogan volvía a la carga, prometiendo utilizar la coalición internacional
creada contra el Emirato Islámico para tomar Damasco. En las actuales
circunstancias, Israel y Arabia Saudita –que han tenido que correr con los
gastos y sufrir las decepciones por las promesas incumplidas– no tendrán
ciertamente reparos en provocar una guerra civil en Turquía.
El
cambio de política en Washington
Sin embargo, dos
factores parecen oponerse al desmantelamiento de Turquía.
- Primeramente,
el propio Departamento de Defensa estadounidense. Su nuevo estratega, el
coronel James H. Baker –quien sustituyó a Andrew Marshall a principios de año–
no es un straussiano. El coronel James H. Baker razona conforme a los
principios de la paz de Westfalia y orienta el Pentágono hacia un
enfrentamiento al estilo de la guerra fría [7]. La visión de Baker corresponde
a la de la nueva National Military Strategy [8]. Además, también comparte esa
visión el general Joseph Dunford, nuevo jefe del Estado Mayor Conjunto [9]. En
otras palabras, el Pentágono renuncia a la «estrategia del caos» [10] y ahora
desea apoyarse nuevamente en Estados.
- Segundo
factor. Preocupada por el posible traslado del Emirato Islámico
(«Daesh») desde el Levante hacia el Cáucaso, Rusia ha negociado –con la
aprobación de Washington– un acuerdo entre:
- Siria (que
actualmente enfrenta los ataques del Emirato Islámico),
- Arabia Saudita
(que actúa como principal proveedor de fondos de esa organización terrorista)
- y Turquía (que
garantiza la dirección operativa de esos yihadistas).
El 29 de junio de
2015, el presidente ruso Vladimir Putin presentó personalmente ese plan al
ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, y a Buthaina Shaaban,
la consejera especial del presidente sirio Bachar al-Assad [11]. Y las partes
procedieron de inmediato a una serie de intercambios.
• El 5 de julio,
una delegación de los servicios secretos sirios fue recibida por el príncipe
heredero saudita Mohamad ben Salman.
• Turquía recibió
a un emisario oficioso de Damasco y posteriormente envió su propio emisario a
la capital siria. Después de la firma del acuerdo 5+1, Turquía cesó su respaldo
al Emirato Islámico y procedió a la detención de 29 individuos que facilitaban
las entradas y salidas ilegales a través de la frontera turco-siria [12].
Ambas variantes
son posibles actualmente: un desplazamiento de la guerra de Siria hacia Turquía
o el surgimiento de una coordinación regional contra el Emirato Islámico.
La
situación en Turquía
Es muy importante
no perder de vista la transformación que ha sufrido Turquía en estos últimos cuatro
años.
- Primeramente,
se ha producido un derrumbe de la economía turca. Al implicarse en la guerra
contra Libia, Turquía perdió uno de sus principales clientes –la propia Libia–,
sacrificio que además resultó totalmente inútil en la medida en que ese cliente
se volvió completamente insolvente. Su implicación en la guerra contra Siria
fue menos dramática, ya que el mercado común siro-irano-turco aún se hallaba en
estado embrionario. Pero las consecuencias conjugadas de ambas guerras
interrumpieron el crecimiento de Turquía, que ahora está a punto de registrar
cifras negativas. Además, parte de la economía turca se basa actualmente en la
venta de productos fabricados por grandes marcas europeas y desviados de los
circuitos comerciales legales. Este contrabando masivo incluso está afectando
ahora la economía de la Unión Europea.
- Segundo, para
lograr conquistar el poder, Recep Tayyip Erdogan se protegió de un golpe de
Estado militar recurriendo al arresto de oficiales superiores a quienes acusó
de conspirar contra el Estado. Al principio, Erdogan arremetió contra las redes
Gladio de la OTAN (cuya versión turca se conoce como Ergenekon) [13]. Después,
Erdogan hizo arrestar a los oficiales que –con el fin de la guerra fría–
sopesaban un cambio de alianza y se habían puesto en contacto con el Ejército
Popular Chino. Para sacarlos de circulación, Erdogan acusó a esos oficiales de
ser miembros de Ergenekon, lo cual no tenía ningún sentido [14]. Como resultado
de estas purgas, la mayoría de la oficialidad superior turca ha sido arrestada
y encarcelada. Como consecuencia de ello, las fuerzas armadas están actualmente
debilitadas y la OTAN ha perdido el interés que antes tenía en ellas.
- Tercero, la
política islamista de la administración Erdogan ha dividido profundamente el
país y sembrado el odio entre laicos y laicos, al igual que entre las
comunidades sunnitas, kurdas y alevíes de Turquía. Esto hace posible, en este
momento, el paralelo que yo establecía con el escenario egipcio hace más de un
año [15]. Turquía se ha convertido en un barril de pólvora y una chispa
bastaría para hacerlo estallar en una guerra civil que ya nadie podrá detener y
que asolará el país por largo tiempo.
- Cuarto, la
rivalidad entre el clan islamista de Erdogan, Milli Gorus (creado en los años
1970 por el ex ministro Necmettin Erbakan) y el Hizmet de Fethullah Gulen, ha
destruido el partido en el poder, o sea el AKP. Milli Gorus e Hizmet comparten
la misma visión oscurantista del islam. Pero Fethullah Gulen (quien hoy vive en
Estados Unidos) fue reclutado para la CIA por Graham E. Fuller y predica una
alianza entre creyentes alrededor de la OTAN cristiana y de Israel mientras que
Milli Gorus defiende el supremacismo musulmán. También resulta difícil imaginar
de qué manera podrían los partidarios del ex presidente Turgut Ozal (también
islamistas, y por lo tanto miembros del AKP, pero favorables al reconocimiento
del genocidio contra los armenios, a la igualdad de derechos de los kurdos y a
una federación de Estados turcoparlantes del Asia Central) seguir vinculando su
futuro político al de Erdogan.
- Quinto, al
aceptar la proposición del presidente Vladimir Putin para la construcción del
gasoducto Turkish Stream, el presidente Erdogan rompe con la estrategia global
de Estados Unidos. En efecto, si ese gasoducto llega a construirse será una vía
de comunicación de envergadura continental y será una amenaza para la doctrina
de «control de los espacios comunes» que permite a Estados Unidos mantener su
supremacía sobre el resto del mundo [16]. Ese gasoducto permitirá a Rusia
bordear el caos ucraniano y burlar el embargo europeo.
La
OTAN ya no quiere continuar el juego
Si bien la
justicia turca ya ha logrado comprobar los vínculos personales del señor
Erdogan con al-Qaeda, al mismo tiempo ya no existen dudas de que es el propio
Erdogan quien dirige personalmente el Emirato Islámico. En efecto:
- El Emirato
Islámico está encabezado por Abu Bakr el-Baghdadi. Pero este personaje sólo
aparece en primer plano por ser miembro de la tribu Qurays y, por consiguiente,
descendiente del Profeta. El mando, en término operativos, está realmente en
manos de Abu Alaa al-Afri y de Fadel al-Hayali (conocido como Abu Muslim
al-Turkmani), dos turkmenos agentes del MIT (los servicios secretos turcos).
Los demás miembros del estado mayor del Emirato Islámico son originarios de la
antigua URSS.
- Las
exportaciones de crudo, recientemente reiniciadas en violación de la resolución
2701 del Consejo de Seguridad de la ONU, ya no pasan a través de Palmali
Shipping & Agency JSC, la compañía del multimillonario turco-azerí Mubariz
Gurbanoglu, sino de la empresa de Bilal Erdogan, hijo del presidente turco.
- La atención
médica realmente importante a los yihadistas heridos del Emirato Islámico está
en manos del MIT (servicios secretos turcos) y se presta en un hospital
clandestino que se halla en territorio turco –en Sanliurfa– bajo la supervisión
de Sumeyye Erdogan, hija del presidente turco [17].
Es por eso que,
el 22 de julio de 2015, el presidente Barack Obama se comunicó telefónicamente
con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, y lo amenazó sin contemplaciones.
Según nuestras informaciones, el presidente estadounidense dijo simple y
llanamente haberse puesto de acuerdo con el primer ministro británico David
Cameron para excluir a Turquía de la OTAN –lo cual implica la guerra civil y la
división de Turquía en dos Estados si ese país:
- 1. no rompe de
inmediato su acuerdo con Rusia sobre el gas
- 2. y si no
participa, también de inmediato, en la coalición internacional contra el
Emirato Islámico.
El presidente
Erdogan, cuya formación es islámica pero no política [18], reaccionó tratando
apaciguar a Washington pero prosiguió al mismo tiempo llevando adelante sus
propios antojos.
- 1. Turquía
autorizó la OTAN a utilizar sus bases en territorio para luchar contra el
Emirato Islámico, arrestó a los traficantes de personas de esa organización y
participó en los simbólicos bombardeos contra posiciones del Emirato Islámico
en Siria;
- 2. Pero, el
señor Erdogan desplegó, al mismo tiempo, esfuerzos mucho más importantes contra
su oposición kurda que contra el Emirato Islámico con intensos bombardeos
contra posiciones del PKK en Irak, ordenando el arresto de miembros del PKK en
Turquía y bloqueando numerosos sitios web kurdos [19]. La respuesta del PKK fue
un lacónico comunicado donde ese partido tomaba nota de que el gobierno turco
acaba de reiniciar unilateralmente las hostilidades;
- 3. Se
desconoce, por el momento, si Erdogan ha tomado alguna decisión con respecto al
gasoducto Turkish Stream.
Llegamos en este
momento al término del plazo constitucional de 45 días al cabo del cual el jefe
del principal grupo parlamentario turco debe formar gobierno. Dado que los 3
principales partidos de oposición, siguiendo los consejos de la embajada de
Estados Unidos, se negaron a formar una alianza gubernamental con el AKP, Ahmet
Davutoglu no ha podido conformar un nuevo gobierno. Habrá que volver a convocar
elecciones legislativas. Teniendo en cuenta, por un lado, la división en el
seno del AKP (islamistas) y, por otro lado, el odio existente entre el MHP
(conservadores) y el HPD (izquierda y kurdos), es evidente que resultará muy
difícil el surgimiento de una mayoría. Si así sucede o si el AKP llega a
prevalecer, Turquía entrará en un periodo de guerra civil.
Notas:
[1] The Next 100
Years: A Forecast for the 21st Century, George Friedman (2009). Con mucho
retraso, este libro se ha traducido al francés bajo el título Les 100 Ans à
venir: Un Scénario pour le XXIe siècle (ZDL, 2012), (en español, “Los 100
próximos años: guión para el siglo XXI).
[2] «Al cabo de
42 años, el estratega Andy Marshall deja el Pentágono», Red Voltaire, 7 de
enero de 2015.
[3] Sobre los
trabajos de Strausz-Hupé y del Ralph Peters, ver L’Effroyable imposture 2,
pp.117-224.
[4] «Exclusivo:
Los planes secretos de Israel y Arabia Saudita», por Thierry Meyssan, Red
Voltaire, 22 de junio de 2015.
[5] “Izmir base
likely to become NATO’s Land Component Command”, Todays Zaman, 6 de junio de
2011.
[6] Las
operaciones «bajo bandera falsa» o «false flag» son operaciones de inteligencia
organizadas de manera que el verdadero organizador pueda atribuir su autoría a
otro país o adversario, frecuentemente para utilizarla como pretexto o
justificación para una represalia ulterior. Nota de la Red Voltaire.
[7] «Nominación
del nuevo estratega del Pentágono», Red Voltaire, 17 de mayo de 2015.
[8] «Europa, de
nuevo en primera línea», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia), Red Voltaire,
16 de julio de 2015.
[9] «El futuro
jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos señala a Rusia como principal
amenaza», Red Voltaire, 14 de julio de 2015.
[10] “Stumbling
World Order and Its Impacts”, por Imad Fawzi Shueibi, Voltaire Network, 5 de
abril de 2015.
[11] «Rusia saca
sus castañas del fuego», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 13 de julio de
2015.
[12] «Primeras
consecuencias del acuerdo 5+1», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de julio
de 2015.
[13] «Ergenekon:
une légende urbaine?», por Orhan Kemal Cengiz;. «Inculpada la organización
Ergenekon por sus relaciones privilegiadas con Hizb ut-Tahrir», por Mutlu Ozay
y Mustafa Turan, Today Zaman (Turquía), Red Voltaire, 9 de julio y 8 de agosto
de 2009.
[14] «El golpe de
Estado judicial del AKP», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire,
19 de agosto de 2013.
[15] «La división
de Turquía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 31 de marzo de 2014.
[16] “The
Geopolitics of American Global Decline”, por Alfred McCoy, Tom Dispatch
(Estados Unidos), Voltaire Network, 22 de junio de 2015.
[17] «Vínculos de
la familia Erdogan con el Emirato Islámico», Red Voltaire, 26 de julio de 2015.
[18] «Hacia el
fin del sistema Erdogan », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 15 de junio de
2015.
[19] Como Rudaw,
BasNews, D?HA, ANHA, el diario Ozgur Gundem, Yuksekova Haber, Sendika.Org y
RojNews. En estos momentos, hay 81 000 sitios web bloqueados en Turquía.
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