Reproducimos una
más que interesante entrevista que hiciera Diego Genoud al politólogo Andrés
Malamud (foto) para el portal de noticias LaPolíticaOnline. Hay de todo: política
nacional, pero también internacional. Como siempre, puede gustarte, puede no
gustarte. Tratamos de entender.
Título: "El
gobierno necesitaba al kirchnerismo, ahora enfrentará a un peronismo
unificado"
Epígrafe: En una
entrevista con LPO, el politólogo dio por difunto al kirchnerismo tras el caso
López.
Texto: Vive en
Portugal desde 2002 pero está al tanto del minuto a minuto de la política
argentina. Politólogo reconocido e investigador de la Universidad de Lisboa,
Andrés Malamud pasó por Buenos Aires en un viaje relámpago después de
participar en Chile de las jornadas sobre integración regional organizadas por
la universidad Diego Portales. “El caso José López acelera el fin del
kirchnerismo, pero si miramos bien la estrategia de Cambiemos necesitaba al
kirchnerismo. Ahora va a tener que enfrentar a un peronismo unificado que es
más peligroso”, afirma. Malamud asegura que el destino de la región es
fragmentarse, advierte que las investigaciones de corrupción deben encontrar un
límite para no poner en riesgo el sistema y sostiene que el triunfo de Mauricio
Macri marca el resurgimiento del bipartidismo en Argentina. “Hoy el PRO es el
partido de las clases medias argentinas. Hay una clase trabajadora importante
en Argentina que tiene una gran afinidad con el peronismo y una clase media,
que no la tiene y vota alternativas. El radicalismo representaba a esos
sectores: cae en 2001, nunca se recupera y es el PRO ocupa su lugar”.
Apenas asumió el
gobierno dijo que Cambiemos era pragmático y post-ideológico. ¿Lo sigue viendo
así?
Si. Es un
collage. Vas a encontrar de todo. Hay mucha gente que más que ideología tiene
una cosmovisión, una visión del mundo de clase alta. Pero no es necesariamente
de derecha: son tipos que pueden ser compasionados, que pueden ser solidarios,
que pueden ser generosos, pero tienen una visión del mundo desde arriba. Eso lo
mantienen. Pero no diría que eso es de derecha, también hay gente pobre que
tiene una visión elitista y te dice “estos negros de mierda”. Lo que me llama
la atención es cierta ingenuidad a veces en el gobierno. Repiten con otras
palabras la frase aquella del radical Pugliese: les hablé con el corazón y me
contestaron con el bolsillo.
¿Esa ingenuidad
le está jugando en contra o le puede traer costos mayores?
La cuestión es
que el escenario internacional es más complicado de lo que esperaban. Ellos no
esperaban que China cayera tanto y que Brasil se desviara de la senda del
crecimiento. Que Brasil no sea atractivo a Argentina le convendría, si hubiera
capitales excedentes en el mundo. Pero en la práctica los capitales no
distinguen si Río de Janeiro queda en Argentina. Ellos piensan que la
turbulencia se contagia en la zona y que a Brasil le vaya mal es malo para
Argentina porque derrama reputación, buena o mala.
¿Qué crees que
pretende Cambiemos?
Plata…Argentina
está en una situación económica y financiera complicada, no desesperada. Si
fuera una crisis, podrían ajustar y con legitimidad electoral. Como la
población no percibe una crisis, el ajuste es visto como despiadado,
innecesario, de los ricos. El gobierno está convencido de que tiene que hacerlo
y creo que el diagnóstico no es incorrecto. Pero para hacerlo necesita
financiamiento y toda la apuesta del gobierno es para recibir financiamiento.
Pero eso no depende sólo de Argentina, sino también de lo que haga Estados
Unidos con las tasas de interés y de lo que pase en Brasil.
¿El objetivo de
corto plazo es tener financiamiento para llegar con fondos a las elecciones de
2017?
A largo plazo, el
objetivo del gobierno es tener un país que ellos llamarían moderno, civilizado,
que uno pueda estar en Argentina como está en Europa o en Estados Unidos. Es el
mundo que tienen en la cabeza y no me parece mal. Pero para eso hacen falta
inversiones. En el corto plazo, la expectativa es ganar en 2017 y reelegir en
2019. Aunque no lo digan.
¿Macri es un
heredero de la tradición trunca del radicalismo o es la derecha que llega al
poder por primera vez a través de las elecciones?
Lo que yo veo son
más los cimientos que las paredes y veo que la discusión sigue siendo más
sociológica que ideológica. Hay una clase trabajadora importante en Argentina
que tiene una gran afinidad con el peronismo y una clase media, que no la tiene
y vota alternativas. El radicalismo representaba a esos sectores: cae en 2001,
nunca se recupera y el PRO ocupa su lugar. Hoy el PRO es el partido de las
clases medias argentinas. La diferencia es que el radicalismo es un partido de
clase media media –alguno más arriba, alguno más abajo- y el PRO es un partido
de clase media alta. El radicalismo fue desgarrado entre la invasión
kirchnerista de la clase media baja y la invasión macrista de la clase media
alta. Hoy se limita a sectores universitarios, capitales de provincia y
provincias periféricas. La centralidad urbana del radicalismo –La Plata, Mar
del Plata, Bahía Blanca, la Capital Federal- quedó en manos del PRO.
Escribió en un
artículo que el peligro para la gobernabilidad no es el peronismo sino otra vez
la incapacidad del gobierno, como fue el caso de la Alianza.
En realidad son
cuatro factores convergentes. En lo económico recesión, en lo mediático
escándalo por corrupción, en lo social movilizaciones callejeras y en lo
político la pérdida del escudo legislativo por parte del presidente. Macri
tiene que ganar las elecciones en 2017 pero sabemos que la gente vota mucho por
las perspectivas económicas, que dependen de factores externos.
Pero usted dice
que el peronismo ayuda a la gobernabilidad.
El peronismo
tiene el control de la calle. Sin el peronismo, es difícil que haya
movilizaciones populares. Si el peronismo la quiere, la hace. Pero para eso
hace falta recesión o escándalo de corrupción. El otro factor en manos del
peronismo, si gana en 2017, es el control del Congreso. En este momento, le
juegan en contra los escándalos de corrupción. Esto se digita y se lo van a
cargar al kirchnerismo, no al peronismo.
¿Los escándalos
de corrupción no afectan al peronismo en su conjunto?
Afectan al
peronismo, pero eliminan al kirchnerismo. Hasta que José López apareció en el
convento de General Rodríguez existía la posibilidad de que el kirchnerismo
presente una lista solo en la provincia de Buenos Aires. Ahora no la veo.
¿Cree que es la
partida de defunción del kirchnerismo?
De defunción
política sí. Va a quedar una minoría nostálgica, pero me da la impresión de que
después de esto no tiene retorno. Es el fin del kirchnerismo, políticamente. No
como sentimiento intenso de un grupo de personas que van a seguir haciendo
política y expresándose en los medios.
¿Coincide con los
que creen que partir de José López entramos en una situación distinta?
Si y no es el más
conveniente para el gobierno. Porque la estrategia del gobierno era polarizar
con el kirchnerismo para dividir al peronismo. La enseñanza de la elección de
Río Cuarto es que al peronismo le va mejor cuando está unido y acaba de
eliminarse el mayor elemento disruptivo, el que lo mantenía separado, que es el
kirchnerismo. En pocos días, cambió el escenario. Esto parece mejor para el
gobierno, pero si miramos bien la estrategia del gobierno necesitaba al
kirchnerismo. Ahora va a tener que enfrentar a un peronismo unificado y a
Massa. El peronismo unificado es más peligroso.
Macri, socio del
peronismo
Macri pretende
gobernar sin la calle. ¿Se puede?
Se puede gobernar
sin la calle, lo que no se puede es gobernar contra la calle. Cuanto más
escándalo y más recesión, más fácil sacar la gente a la calle y modificar la
correlación de fuerzas en el Congreso.
¿Cómo se conjuga
la escena de territorio y partido en este momento?
Los partidos
están clarísimos. Son por un lado el PJ y por el otro Cambiemos. El territorio
es fundamental en la provincia de Buenos Aires, donde aparece el massismo, que
es el tercer partido, que en el resto del país es poco relevante. Es un partido
extraño porque tiene cada vez menos territorio y se basa más en la opinión
pública.
¿Cómo lo ve a
Massa de cara a 2017?
Massa es un perro
del hortelano. No puede llegar pero puede impedir que otros lleguen. Es un
aguafiestas. Es un peronista al que los peronistas –salvo De la Sota- no
quieren.
¿Rio Cuarto puede
anticipar un escenario más nacional o es una situación particular?
Lo fundamental de
Río Cuarto muestra primero que la situación económica no es buena y la gente lo
percibe y segundo que el peronismo unido es duro de vencer.
¿El peronismo
está en una situación inédita o está una vez más preparándose para volver al
poder?
El peronismo
puede estar desorientado pero esto no es una encrucijada ni está en peligro.
Además no está fuera del poder: gobierna 16 provincias y alrededor de dos
tercios de los municipios. Tiene la mayoría en el Senado y la primera minoría
en Diputados. Así que el peronismo es poder y es territorio, lo que le falta es
organización nacional. Pero eso se recupera cuando hay expectativa de poder. El
peronismo que gana las elecciones bonaerenses en 2017 es el que encabezará la
presidencial en 2019.
¿Visto desde hoy,
el kirchnerismo fue una excepción o una forma de reconstituir legitimidad para
la política?
Las dos cosas,
sobre todo al principio, cuando consigue superávit fiscal y gana elecciones.
Pero fue una etapa más del peronismo, igual que el menemismo. El menemismo fue
más excepcional que el kirchnerismo como etapa histórica. La característica
central de la etapa kirchnerista es la desaparición del radicalismo, esa es la
novedad. El kirchnerismo es una etapa común del peronismo que se torna
excepcional porque enfrente no tiene nada.
¿Qué expresa hoy
el eje de los gobernadores con Pichetto en el Senado?
Siguen siendo los
que manejan el presupuesto y las listas. Mantienen un control fuerte sobre los
cuerpos legislativos. El presidente lo sabe y negocia con los gobernadores.
Pichetto es el representante de los gobernadores porque sabe que el peronismo
funciona como una federación hasta que tiene el presidente.
¿A Macri le
conviene que le vaya bien a ese peronismo de los gobernadores?
En la percepción
de Macri, los que gobiernan están asociados por el interés de que les vaya
bien. Él los ve como socios y no como rivales.
La corrupción
Dijo que es
necesario poner un límite a la cruzada contra la corrupción porque puede poner
en riesgo el sistema. ¿Lo mantiene?
Sí, el límite a
las investigaciones de corrupción vendrá naturalmente por la incompetencia de
los jueces. Alconada Mon lo dice claro: lo que cabe esperar es impunidad. No lo
dice porque haya corruptos nada más, sino sobre todo porque hay un pésimo
sistema judicial y muchos jueces y fiscales incompetentes. Con arrastrar los
pies alcanza para que haya un límite.
¿Qué influencia
puede tener Elisa Carrió y la Coalición Cívica?
Pueden magnificar
los escándalos. Cuanto más escándalo, menos peligro para el involucrado. Sólo
María Julia fue presa. Que Cristina vaya presa no es grave. Lo grave es que
empiecen a ir presos senadores y diputados peronistas actuales, que pueden
bloquear al gobierno.
¿Con su prédica,
Carrió debilita o fortalece al gobierno?
Hasta hace poco
me parecía que la podían controlar. Ahora, después de las denuncias sobre Jorge
Macri y el narcotráfico, me parece que no hay rienda que la contenga. Por
ahora, beneficia porque el gobierno la aúpa y parece ser que la demanda de
moralidad es oficialista también. El gobierno utiliza su fuerza como en el
yudo: en lugar de trabarla, la deja avanzar, la esquiva y deja que le pegue al
que está enfrente. Pero esto también parece tener un límite.
¿El límite es el
proyecto político de Carrió para 2017 y 2019?
Puede ser.
Pegarle a los que ya pasaron es gratis. La cuestión es que ella le pega también
a los que están gobernando ahora. Ella no puede consigo misma y el gobierno
tampoco.
El destino de la
región
¿Por qué dice que
la integración regional es un animal en extinción?
Yo estudié en el
Instituto Universitario Europeo, en Florencia, siempre fui un politólogo
comparatista, partido, gobierno elecciones. Estudié presidencialismo y Mercosur
y todavía hoy sigo trabajando sobre la diplomacia presidencial en los procesos
regionales de integración. Fui muy favorable a la integración pero ahora soy
más escéptico. Ya no creo que la transferencia de soberanía sea un objetivo
buscado por los países: lo que hacen es negociar espacios en los cuales
resuelven sus conflictos y no espacios en los cuales comparten sus
competencias. En Europa los países no pueden actuar de manera unilateral,
emitir moneda o firmar un tratado de libre comercio. En América Latina, sí,
nadie resigna ninguna atribución.
¿Por qué afirma
que el gobierno de Cambiemos no expresa un viraje drástico en política
internacional?
El proyecto del
gobierno, tal como está planteado, es universalista, sí a todo. ¿Mercosur? Si.
¿Alianza del Pacífico? Sí. ¿China? Sí. ¿Estados Unidos? Sí. Donde haya un peso,
vamos a buscarlo porque el objetivo del gobierno es lograr inversiones. Por ahora
no hay contradicción. La Alianza del Pacífico tiene un comercio interno mínimo,
se venden apenas el 3 % entre sí pese al tratado de libre comercio. Lo que
ellos quieren sobre todo es lo que el Mercosur quiso, que es crear cadenas de
valor. El Mercosur sólo tiene algo similar en autos, entre Argentina y Brasil.
Escribió que
Argentina no puede reemplazar a Brasil en la región, pese a que tiene al Papa y
puede tener a Malcorra al frente de la ONU.
Si, Argentina no
puede reemplazar a Brasil como líder de la región pero porque además Brasil
nunca fue un líder. Un líder tiene capacidad para reclutar e influenciar
seguidores y Brasil nunca consiguió que Argentina, México y Colombia lo apoyen
para el asiento permanente en las Naciones Unidas. Brasil está cansado de
perder elecciones internas en América Latina. Es grande, es simpático, llama a
las reuniones y todos vienen pero, cuando tiene un objetivo, los demás
defienden sus intereses nacionales. Argentina tiene menos recursos pero también
tiene menos aspiraciones.
¿Cuál sería el
destino de la región entonces, según su criterio?
Esa es la gran
pregunta. Escudé habla de Argentina y dice en el siglo XIX tuvimos una alianza
virtuosa con Gran Bretaña porque las economías eran complementarias, en el
siglo XX una alianza defectuosa con Estados Unidos porque producíamos lo mismo,
en el siglo XXI vuelve a ser virtuosa porque es con China. El problema de
América Latina es que está fragmentada, hay países que están en la esfera de
influencia de Estados Unidos, otros en la de China y otros en la de Brasil,
como nosotros. El futuro de la región es fragmentarse. A la región no le gusta
esto, prefieren estar juntos aunque sea simbólicamente y tratan de
contrarrestar las fuerzas naturales de la globalización. Pero los centros
gravitatorios son externos.
Jorge Castro dice
que la visita de Obama no cambia nada porque el destino de Argentina sigue
siendo China. ¿Coincide?
No tan
dramáticamente. Creo que en relaciones internacionales como en la política
cotidiana hay cosas intangibles. Cuando el gobierno habla de volver al mundo
dice volvemos a Occidente. Pero para lo más interesante es que el gobierno no
deja Oriente: ni Rusia, ni China ni Irán si se puede hacer negocios. Es una
reorientación, no está optando por una alternativa excluyente.
¿El factótum de
ese giro es Macri o es Malcorra?
Me da la
impresión de que pensaron esto los que entienden de política internacional.
Pero Macri entiende de números, quién nos compra, quién nos vende, quién nos
presta. Sabe que China y Rusia son importantes. Alejarse de China por ideología
es perder negocios y este es un gobierno que tiene su ideología pero es muy
pragmático en la cuestión de números.
"... Ahora va a tener que enfrentar a un peronismo unificado que es más peligroso”. Luego de JD Perón, Isabelita, López Rega, Menem y Duhalde, sí sabemos que el peronismo unificado es peligroso.
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