Buena nota de
Manlio Dinucci el día de hoy en Red Voltaire. Mientras en Bruselas todos silban
bajito, el elefante en el bazar, después de Brexit, es la NATO, no Grecia o
Lituania o la republiqueta de San Marino. Pasen y vean
Título:
Otan/Exit, objetivo vital
Texto: Las
reacciones de la OTAN ante el Brexit hay que interpretarlas teniendo en cuenta
la visión de Estados Unidos sobre la alianza atlántica. Inicialmente, el
objetivo de la OTAN era mantener la URSS a raya. Hoy en día, al contar Rusia
con la superioridad en materia de guerra convencional, el objetivo de la
alianza atlántica ya no es hacer la guerra. En este momento, el único objetivo
de la OTAN es mantener la ocupación militar estadounidense en Europa occidental
y central. Para justificar ese proyecto hay que alimentar la histeria
anti-rusa.
Mientras la
atención político-mediático se concentra en el Brexit y sobre la posibilidad de
que otros países traten de salir de la Unión Europea, la OTAN sigue reforzando
su presencia y su influencia en Europa. Al tomar nota del hecho que «el pueblo
británico ha decidido abandonar la Unión Europea», el secretario general de la
alianza atlántica, Jens Stoltenberg, asegura que «el Reino Unido seguirá
desempeñando su papel dirigente en la OTAN». También afirma que, ante la
creciente inestabilidad e incertitud, «la OTAN es más importante que nunca como
base de la cooperación entre los aliados europeos y entre Europa y
Norteamérica».
En momentos en
que la Unión Europea se resquebraja y hasta pierde pedazos, debido a la
rebelión de amplios sectores populares afectados por las políticas
«comunitarias» y bajo el efecto de sus propias rivalidades internas, la OTAN se
proclama, más explícitamente que nunca, base de la unión entre los Estados
europeos. Y estos últimos se ven así sometidos a la coyunda y cada vez más
subordinados a Estados Unidos, país que refuerza su posición como líder de este
bloque militar.
La cumbre de
jefes de Estado y de gobierno de la OTAN, a celebrarse en Varsovia el 8 y el 9
de julio, fue preparada en un encuentro –los días 13 y 14 de junio– entre los
ministros de Defensa, encuentro ampliado en el que también participó Ucrania, a
pesar de que este último país no es oficialmente miembro de la OTAN. Los
ministros de Defensa decidieron reforzar la «presencia avanzada» en el este de
Europa, a las puertas de Rusia, con el despliegue de 4 batallones
multinacionales en los países bálticos y en Polonia.
Ese despliegue
podría ser rápidamente reforzado, como lo ha demostrado un ejercicio de la «Fuerza
Avanzada» que incluyó el traslado de un millar de soldados y 400 vehículos
militares de España a Polonia en 4 días. Con ese mismo objetivo se decidió
aumentar la presencia naval de la OTAN en el Mar Báltico y el Mar Negro, en los
límites de las aguas territoriales rusas. Al mismo tiempo, la OTAN enviará más
fuerzas militares, acompañadas de aviones-radar AWACS, al Mediterráneo, el
Medio Oriente y África.
En la misma
reunión, los ministros de Defensa se comprometieron a incrementar en más de 3
000 millones de dólares los gastos militares de la OTAN en 2016 –gastos que,
únicamente en presupuestos militares, constituyen más de la mitad de los gastos
militares registrados a nivel mundial– y a seguir incrementando las
asignaciones de fondos al sector militar durante los próximos años. Ese es el
preludio de la inminente cumbre de Varsovia, que se plantea 3 objetivos
fundamentales:
- «fortalecer la
disuasión», o sea las fuerzas nucleares de la OTAN en Europa;
- «proyectar la
estabilidad más allá de las fronteras de la Alianza», o sea enviar fuerzas
militares al Medio Oriente, África y Asia, e incluso más allá de Afganistán;
- «ampliar la
cooperación con la Unión Europea», o sea acentuar la integración de las fuerzas
europeas a la OTAN, bajo las órdenes de Estados Unidos.
La crisis de la
Unión Europea, abiertamente declarada con el Brexit, facilita el proyecto de
Washington: llevar la OTAN a un nivel superior creando un bloque militar,
político y económico –mediante el TTIP– EEUU-UE, también bajo las órdenes de
Estados Unidos, contra el área euroasiática en ascenso basada en la alianza
entre Rusia y China.
En ese marco, la
afirmación del primer ministro italiano Matteo Renzi en el foro de San
Petersburgo, cuando dijo que «la expresión “guerra fría” está fuera de la
historia y fuera de la realidad, que la UE y Rusia vuelvan a ser excelentes
vecinos», es trágicamente grotesca. El entierro del gasoducto South Stream
Rusia-Italia y las sanciones contra Rusia, ambas cosas por orden de Washington,
ya han representado para Italia la pérdida de miles de millones de euros.
Y los nuevos
contratos firmados en San Petersburgo pueden volar en pedazos en cualquier
momento en medio del campo minado de la escalada de la OTAN contra Rusia.
Escalada en la que participa el gobierno de Matteo Renzi, quien, mientras dice
que la guerra fría está fuera de la realidad, colabora en el despliegue en
suelo italiano de las nuevas bombas atómicas estadounidenses para atacar Rusia.
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