Nueva nota de
Thierry Meyssan relativa a la presencia militar rusa en Siria. Nada que no haya
dicho antes; en este caso, sin embargo, el autor sale al cruce de recientes
versiones sobre supuestas intenciones de anexión, por parte de Rusia, de
territorio sirio. Invenciones de los neocones, obvio, pero no está de más
aclararlo a un público europeo idiotizado por la prensa corporativa. La nota
salió hoy en Red Voltaire; acá va:
Título: Continúan
preparativos para el despliegue militar ruso en Siria
Epígrafe: Los
adversarios del acuerdo entre Estados Unidos e Irán han iniciado una campaña en
la que acusan a Rusia de pretender aplicar en Siria una “anexión militar”
similar a la que supuestamente aplicó antes en Crimea. La realidad es que Moscú
está preparando una operación contra los yihadistas –conforme a las
resoluciones aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU– y que su intención
es llevarla a cabo, cuente o no con el beneplácito de Washington. Por su parte,
la Casa Blanca ya organizó una operación conjunta de la coalición internacional
y Siria, mientras que Francia está tratando de montarse en el tren ya en
marcha, aunque sigue abrigando la esperanza de lograr sabotear la
reconciliación entre Estados Unidos e Irán.
Texto: Prosiguen en
Siria los preparativos del despliegue militar ruso, lo cual provoca la cólera
de los occidentales. El anuncio que hice en mi crónica semanal, publicada en el
diario Al-Watan [1], sobre la creación de una Comisión Militar Conjunta
sirio-rusa, la entrega a la parte siria de datos de inteligencia provenientes
de los satélites rusos, la llegada de numerosos expertos rusos y la entrega de
armamento más sofisticado, provocó una verdadera tormenta al verse confirmado
por los sitios web israelíes Ynet [2] y DebkaFile [3]. Posteriormente agregué a
esos factores la modernización y ampliación del aeropuerto de Latakia [4].
Pero, nuevamente,
los periodistas israelíes estaban distorsionando la realidad al sugerir que
Rusia iba a desplegar su aviación y su infantería para defender a un gobierno
sirio ya al borde de la derrota. Algunos comentaristas, que mencionaban un
posible traslado de la 810ª brigada de la Marina rusa desde Sebastopol,
recordaban el ejemplo de Crimea y hablaban de una posible anexión militar de
Siria por parte de Rusia [5].
Numerosas
televisiones atlantistas han divulgado un video de combates grabado en Latakia
donde supuestamente se oye a oficiales del Ejército Árabe Sirio hablando ruso.
Según el periodista Yuri Artamonov, un análisis del ruido de armas en la banda
de sonido permite comprobar que las voces que se oyen no son de oficiales
sirios sino las voces de los yihadistas que luchan contra ellos [6]. Por
nuestra parte, hemos señalado desde hace tiempo que la mayoría de los
individuos que dirigen las fuerzas del Emirato Islámico no hablan árabe cuando
se comunican por radio sino que lo hacen en turco y en ruso.
Por supuesto,
esto no es así. La Federación Rusa sigue buscando una solución política al
conflicto entre sirios, mediante la organización de un diálogo entre el
gobierno y su oposición, conforme a lo previsto en el Comunicado de Ginebra del
31 de junio de 2012 [7].
Simultáneamente,
en respuesta al llamado de la República Árabe Siria y en el marco de las
resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, la Federación
Rusa se plantea la posibilidad de emprender su propia operación contra los
yihadistas, siguiendo con ello el ejemplo de la coalición encabezada por
Estados Unidos contra el Emirato Islámico.
Rusia informó de
ello al emisario estadounidense, Michael Ratney, cuando este último visitó
Moscú, el 28 de agosto [8]. Además, Serguei Lavrov llamó públicamente a una
coordinación con el ejército estadounidense en la lucha contra los yihadistas
[9].
Eso precisamente
es lo que teme el clan Petraeus/Allen/Clinton/Feltman/Juppé/Fabius. En el caso
de Siria, lo que separa la realidad de la ficción mediática es un verdadero
abismo. Y, como siempre sucede en ese tipo de situación, los mismos que se
exprimen el cerebro para inventar las historias propagandísticas acaban
convirtiéndose en prisioneros de su propia retórica y engañándose con sus
propias mentiras.
El objetivo de la
Federación Rusa no es «reducir» las fuerzas del Emirato Islámico sino derrotar
a todos los yihadistas, ya sean del Emirato Islámico (también conocido como
«Daesh»), de al-Qaeda, del Frente Islámico o de cualquier otra organización.
Así salta a la vista de todos que, en este momento, no hay en Siria ningún
grupo armado antigubernamental que no esté vinculado a los yihadistas. Esto es
tan cierto que el Pentágono reconoce ahora que no ha tenido más noticias de los
«rebeldes moderados» que entrenó para que lucharan contra el Emirato Islámico
ya que todos, sin excepción, acabaron incorporándose a al-Qaeda. Por su parte,
los sirios que al inicio de la guerra se habían unido a los combatientes
extranjeros han vuelto a ponerse del lado de la República, a través de los
numerosos acuerdos de reconciliación que Damasco ha venido implementado desde
hace 3 años, o han optado por los objetivos de los yihadistas.
O sea, si finalmente
deciden pasar a la acción, los rusos atacarán a todos los grupos armados que
siembran el terror en Siria. Los occidentales no podrán seguir ocultando el
hecho que la «Coalición Nacional de Fuerzas de Oposición y de la Revolución»
que ellos reconocieron como representante del pueblo sirio, en realidad
respalda a los yihadistas. Y se verán obligados a tener en cuenta a los
partidos políticos presentes en Siria, incluyendo a los que se han aliado al
partido Baas para enfrentar a los yihadistas.
Un total error de
diagnóstico
Los países de
Occidente, que al cerrar sus embajadas en Damasco se privaron a sí mismos de
toda posibilidad de analizar lo que sucede en Siria, han cometido numerosos
errores de juicio. Así que ignoran totalmente la transformación que los últimos
4 años de guerra ha significado para la sociedad siria.
En primer lugar,
a pesar de la existencia de conflictos políticos en Siria, no existe una guerra
civil. La casi totaliad de la ciudadanía se unió, tras el presidente Assad,
contra la agresión externa que amenaza la supervivencia de la civilización
levantina.
La prensa
atlantista estima que el régimen sólo controla un 20% del territorio nacional y
que está, por consiguiente, al borde del derrumbe. Lo que sucede es que el
territorio sirio habitable es escaso, mientras que las regiones desérticas
ocupan vastas superficies de territorio. La República Árabe Siria ha optado por
garantizar la defensa de la población en vez de defender territorios, aún
tratándose de los que incluyen los tan codiciados yacimientos de gas y de
petróleo. Desde el punto de vista gubernamental, los combates han obligado un
20% de la población a refugiarse en el extranjero, pero el 75% de la población
siria se encuentra actualmente bajo la protección de la República Árabe Siria y
sólo un 5% –como máximo– se encuentra en los vastos territorios donde se mueven
los yihadistas.
Por otro lado, si
bien en 2011 muchos creían en la fábula de la «primavera árabe», la situación
es muy diferente hoy en día. Ha fracasado el proyecto del Departamento de
Estado, cuyo objetivo era poner a la Hermandad Musulmana en el poder en todo el
mundo árabe. La experiencia egipcia se ve hoy como algo totalmente negativo.
Desde el comienzo de la operación «Volcán de Damasco», iniciada en julio de
2012, el conflicto es una guerra yihadista. La opción actual no es estar a
favor o en contra del partido nacionalista Baas sino estar a favor o en contra
de la modernidad. Los yihadistas defienden un modelo de sociedad gobernado por
hombres polígamos, donde las mujeres sólo pueden salir a la calle portando un
velo y bajo la custodia de un hombre de la familia, que condena los
homosexuales a muerte, donde el islam es la única religión autorizada y que
impone como obligatoria la práctica wahabita. De hecho, ya es de por sí
sorprendente que un 5% de la población acepte vivir en las zonas bajo control
de los yihadistas. Pero sería absurdo esperar que aumente el porcentaje de
sirios que acepta someterse a ese sistema oscurantista [10].
Al aferrarse al
mito de la «primavera árabe», sucesivamente inventado y destruido por ellos
mismos, los occidentales perdieron el contacto con la realidad. Decían apoyar
un movimiento democrático hostil al presidente Assad. Pero, además de que en
tiempo de guerra la democracia parece un lujo, ahora no sólo resulta que los
demócratas están respaldando al presidente Assad en contra de los yihadistas,
sino que el presidente sirio de hecho resulta haberse convertido en el mejor
defensor de dichos demócratas.
Al hacer del Observatorio
Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) su única fuente de información, la prensa
atlantista optó no sólo por engañar a la opinión pública sino también por
engañarse a sí misma. El OSDH no es una asociación neutral sino un órgano de
propaganda de la Hermandad Musulmana. Y esta cofradía es la matriz de todos los
grupos yihadistas. Todos los líderes de esos grupos son miembros o ex miembros
de la Hermandad Musulmana, desde Ayman al-Zawahiri [11] hasta Zahran Alluche
[12]. Los occidentales están pagando hoy las consecuencias de 4 años de
propaganda.
El caso de
Francia
El presidente
francés Francois Hollande anunció recientemente que había autorizado la
aviación de guerra francesa a sobrevolar el territorio nacional de Siria en el
marco de misiones de reconocimiento destinadas a acumular información sobre el
Emirato Islámico y que es posible que la autorice después bombardear a esa
organización yihadista.
Hay en este
anuncio una porción del aspaviento típicamente provocado por la desesperación.
En efecto, Hollande justifica ese anuncio con la imposibilidad de luchar
eficazmente contra el Emirato Islámico bombardeándolo solamente en Irak. Pero
fue ese precisamente el argumento que el presidente estadounidense Barack Obama
ya había empleado anteriormente para convencerlo a él en 2014, argumento que el
presidente francés rechazó en aquel momento. Es igualmente una forma de
fanfarronería proclamar que las operaciones aéreas comenzaron el 8 de
septiembre, cuando todo el mundo sabe que ese mismo día se abatía sobre el
Medio Oriente una tormenta de arena de proporciones históricas, que perturbó el
funcionamiento de todos los sistemas electrónicos de navegación y que hizo
imposible el despegue de los aviones. Lo más importante es que denota una
singular forma de mala fe el hecho que Hollande afirme que las fuerzas armadas
de la República Árabe Siria no podrán destruir los aviones de guerra franceses
porque ya no controlan el norte del país, mientras envía secretamente una
delegación militar a Damasco para obtener la necesaria autorización de
sobrevuelo.
Prosigue Obama la
aplicación del acuerdo de Lausana
Parece, sin
embargo, que Francia percibió las consecuencias del acuerdo que Washington y
Teherán firmaron el 14 de julio en Lausana y que tampoco quiere verse aislada
en un Medio Oriente en plena reorganización.
En todo un año,
la coalición internacional contra el Emirato Islámico en realidad no había
combatido a ese grupo yihadista, ni en Irak ni en Siria –por el contrario, más
bien lo ha respaldado lanzando repetidamente en paracaídas importantes
cargamentos de armas que han ido a parar a manos de los yihadistas–, pero el
presidente Obama le ha ordenado ahora ayudar a la República Árabe Siria en la
defensa de la ciudad de Hassake. Resultado: el 27 y el 28 de julio, fuerzas del
Ejército Árabe Sirio rechazaban al Emirato Islámico en esa ciudad mientras que
los bombardeos de la coalición internacional dejaban como saldo unos 3 000
yihadistas muertos.
Lógicamente, la
próxima etapa debería ser la inclusión de las fuerzas rusas en la coalición
anti-Daesh, pero eso parece poco probable. En efecto, los elementos que en
Estados Unidos y en Francia se oponen a la paz con Irán todavía esperan lograr
extender el caos, no sólo en el Levante sino también por el norte de África y
el Mar Negro. Son esos elementos quienes acusan a Rusia de querer «salvar a
Assad» de la «primavera árabe». Por consiguiente, probablemente veremos dos
coaliciones diferentes bombardeando al Emirato Islámico. Aunque también es posible
que se produzca una “repartición de tareas” en la que Estados Unidos se
ocuparía de Irak mientras que Rusia haría lo mismo en Siria.
Elementos
fundamentales
- Rusia está
preparándose para luchar contra el Emirato Islámico en Siria, no contra la oposición
democrática.
- En 4 años de
guerra, la sociedad siria ha cambiado profundamente. La opción actual no es a
favor o en contra del presidente Assad sino a favor o en contra del modelo de
sociedad de la Hermandad Musulmana.
- No existe
ningún grupo armado anti-Assad que no esté vinculado al yihadismo.
- Como resultado
de su acuerdo con Irán, Estados Unidos realizó una operación conjunta con Siria
contra los yihadistas de Hassake.
- Francia envió
secretamente una delegación militar a Damasco, a inicios de septiembre, y
obtuvo la autorización para sobrevolar el territorio sirio.
Notas:
[1] «El ejército
ruso comienza a implicarse contra el terrorismo en Siria», por Thierry Meyssan,
Red Voltaire, 24 de agosto de 2015. Versión en árabe en Al-Watan.
[2] “Russian jets
in Syrian skies”, por Alex Fishman, Ynet (Yedioth Ahronot), 31 de agosto de
2015
[3] “Russia
gearing up to be first world power to insert ground forces into Syria”,
DebkaFile, 1º de septiembre de 2015.
[4] «Francia
trata de obstaculizar el despliegue militar ruso en Siria», Red Voltaire, 7 de
septiembre de 2015.
[5] “Putin Sends
His Dirty War Forces to Syria”, por Michael Weiss y Ben Nimmo, The Daily Beast,
10 de septiembre de 2015.
[6] “Are there
Russian troops in Syria?”, Yuri Artamonov, 5 de septiembre de 2015.
[7] «Comunicado
Final del Grupo de Acción para Siria», Red Voltaire, 30 de junio de 2012.
[8] “Russia
emerges as key player in new round of Syria diplomacy. U.S. diplomat latest to
visit Moscow for talks”, Guy Taylor, Washington Times, 28 de agosto de 2015.
[9] “Russia to
U.S.: talk to us on Syria or risk ’unintended incidents’”, por Christian Lowe y
Julia Edwards, Reuters, 11 de septiembre de 2015.
[10] «La guerra
civil árabe», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 30 de marzo de 2015.
[11] Ex jefe de
la «Yihad Islámica» en Egipto, Ayman al-Zawahiri es el actual jefe de al-Qaeda.
Nota de la Redacción.
[12] Zahran
Alluche es jefe de la brigada salafista que se identifica como «Ejército del
Islam» y jefe militar del «Frente Islámico». NdlR.
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