Una oleada de inmigrantes cruzando la frontera hacia Grecia
La historia es la de siempre: los mismos países que participaron, por acción u omisión, de la estigmatización, ataque, bombardeo, saqueo y demolición de países enteros del norte de Africa y Medio Oriente, se escandalizan ahora porque las poblaciones de esos países no aguantan más y desatan una oleada migratoria que va camino a convertirse en un desastre humanitario de proporciones históricas. Sí, hablamos de los vasallos del Imperio, esos chicos de la parte europea de la NATO que creyeron que sus cretinadas iban a salir gratis. Leemos en el (compungido, asombrado, demudado, atónito!) diario español El País:
Título: 350.000 migrantes han cruzado el Mediterráneo en lo que va de
año
Texto: Las tensiones en la vecindad sur de Europa han disparado las
llegadas a través del Mediterráneo. En lo que va de año, 351.314 personas han
arribado a las costas comunitarias, principalmente griegas e italianas, según
cifras difundidas este martes por la Organización Internacional para las
Migraciones. Se trata de una cantidad equivalente a toda la población de la
provincia de Salamanca y representa un aumento del 60% sobre las llegadas
registradas en todo 2014, que sumaron 219.000. El flujo entre enero y agosto de
este año supone, además, el mayor anotado por esta organización, que recopila
datos desde 2008, según explica un portavoz. Ni siquiera la fase de
inestabilidad que siguió a la primavera árabe, iniciada en 2011, provocó tales
cifras.
El grueso de las entradas (234.778) se produjeron a través de Grecia.
Italia, el país más activo en alertar de la dimensión europea del fenómeno,
recibió 114.276 llegadas irregulares en ocho meses. A mucha distancia, España,
con 2.166, y Malta, con 94, también han hecho frente al tráfico de migrantes a
través del Mediterráneo. Son estimaciones basadas en los datos que ofrecen los
diferentes países y las oficinas de esta organización, que trabaja con
Gobiernos y ONG.
Los sirios constituyen el grupo más numeroso de los desembarcados en el
sur de Europa, especialmente en Grecia (88.204). Les siguen, de lejos, los
afganos (32.414). Eritreos y nigerianos son las nacionalidades más comunes
entre los llegados a Italia.
Además de las llegadas, la Organización Internacional para las
Migraciones incluye en su informe cifras sobre las muertes en el Mediterráneo,
muy difíciles de cuantificar. En lo que va de año, 2.643 migrantes han perdido
la vida al intentar alcanzar Europa, según estas estimaciones. La cifra es muy
similar a la del mismo periodo de 2014, a pesar del enorme incremento en las
entradas. El refuerzo de la vigilancia en el Mediterráneo que la UE acordó el
pasado abril tras el naufragio de un barco en las costas italianas explica en
buena medida la contención de los fallecimientos. Como consecuencia de esa
tragedia, abril concentró la mitad (1.265) de todas las muertes de este año.
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Título: Más de 23.000 inmigrantes llegan a Grecia en la última semana
Texto: Más de 23.000 inmigrantes han llegado a las costas griegas en la
última semana. Se trata de un incremento de un 50% respecto a la semana
anterior, según una estimación de la Agencia Europea de Vigilancia en Fronteras
(Frontex). Solo el martes, dos transbordadores provenientes de la isla griega
de Lesbos han llevado a más de 4.200 personas al puerto del Pireo, en Atenas.
Los refugiados, en su gran mayoría sirios, se han dirigido a las estaciones de
autobuses de la capital helena, para llegar hoy a la frontera con Macedonia, en
el norte del país.
Más de un centenar de ellos ha preferido quedarse en la ciudad, pues el
centro de acogida de refugiados, inaugurado hace diez días y con capacidad de
alojamiento de 720 personas, ya estaba lleno. Otros, que disponían de más
dinero, han buscado alojamiento en los hoteles de bajo coste del centro de
Atenas, según informa Efe.
En lo que va de año más de 180.000 refugiados han llegado a Grecia,
según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). ACNUR
calculó que cada día llegan desde la costa turca a las islas griegas del mar
Egeo 1.000 refugiados.
En esta travesía han muerto este miércoles once refugiados, todos
supuestamente sirios, al naufragar las barcazas en las que viajaban hacia Kos.
Seis personas han sido rescatadas y cinco resultan de momento desaparecidas.
El Gobierno interino de Grecia, presidido por Vasiliki Thanou, tiene
previsto abordar el problema de las llegadas masivas de refugiados a Atenas en
una reunión con todos los ministros. Según los medios locales, el jueves
llegarán a la capital helena el vicepresidente de la Comisión Europea Frans
Timmermans y el comisario de Migración, Asuntos de Interior y de Ciudadanía
Dimitris Avramópulos.
Protestas en Budapest
Alrededor de un centenar de policías antidisturbios ha bloqueado, por
segundo día consecutivo, la entrada a la estación Keleti de Budapest. Los
refugiados se han concentrado frente al cordón policial y repiten el nombre de
la canciller germana, Angela Merkel, o su país de procedencia, "Siria,
Siria". Los alrededores de la terminal se han convertido en un improvisado
campo de refugiados, sin apenas apoyo de las autoridades, y en el que familias
enteras duermen sobre el suelo, con meros cartones y mantas, mientras que los
más afortunados cuentan con tiendas.
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Título: Macedonia declara el estado de emergencia en la frontera
Texto: Macedonia ha declarado este jueves el estado de emergencia en
sus fronteras sur y norte ante el aumento de la llegada de migrantes y
refugiados. El país involucrará en el Ejército en su intento de frenar esta
creciente crisis, ha informado la agencia de noticias MIA.
"Esperamos que la participación del Ejército tenga los dos efectos
que queremos. Que aumente la seguridad de nuestros ciudadanos en ambas regiones
y permita un mejor acercamiento a las personas que han manifestado su intención
de pedir asilo", ha dicho el portavoz del Ministerio del Interior, Ivo
Kotevski, según recoge la agencia.
Las fronteras del país que lindan con Grecia, en el sur, y Serbia, en
el norte, están desbordadas por la gran afluencia de personas, en su mayoría
refugiados que pretenden atravesar el país para continuar su viaje al centro y
norte de Europa.
En concreto, la medida afectará a la región de Gevgelija, en el sur, y
de Kumanovo, en el norte. Según ha explicado el portavoz, la decisión de
declarar a estas regiones zonas de crisis se ha adoptado tras llegar a la
conclusión de que se necesita un control más eficiente y mayor en la frontera
ante aumento del flujo de llegadas.
"La decisión se ha adoptado conforme a nuestras capacidades y las
recomendaciones de las convenciones de las que es firmante Macedonia, y
pretendemos seguirlas", ha asegurado Kotevski.
El Gobierno ha decidido establecer un centro para la gestión de la
crisis que creará un equipo de trabajo que se encargará de coordinar los
esfuerzos para hacer frente al flujo de inmigrantes y a los problemas que esto
acarrea.
El portavoz se ha quejado de que, a diferencia de Grecia, Macedonia sí
ha estado vigilando su frontera. "El Ministerio del Interior está usando
todos sus recursos para proteger la frontera. Desgraciadamente la frontera sur,
que es una frontera exterior de la UE, no estaba protegida por las autoridades
griegas y se permitió que los inmigrantes cruzaran de manera ilegal", ha
denunciado.
"Somos plenamente conscientes de que mayores controles en la
frontera sur no constituirán una solución al problema y esperamos que la UE
prepare pronto una respuesta conjunta y humana, en la que la carga sea
compartida con un sentido de solidaridad", ha añadido Kotevski.
Según las cifras del Ministerio del Interior, en las últimas 24 horas
1.327 extranjeros han expresado su deseo de solicitar asilo en Macedonia, lo
que les permite residir en el país durante tres días hasta que presentan la
solicitud. La mayoría de ellos aprovechan este tiempo para viajar a la frontera
con Serbia. Más de 1.000 de ellos eran sirios. En los últimos dos meses, según
el Ministerio, han sido 41.414 los extranjeros que lo han hecho, 33.461 de
ellos, sirios.
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Título: El desafío migratorio desborda a los Gobiernos de la Unión
Europea
Texto: Archivado en: Schengen Inmigración irregular Italia Tratados
internacionales Refugiados Política migración Relaciones internacionales
Víctimas guerra Migración UE Europa occidental Demografía Organizaciones
internacionales Europa Relaciones exteriores Conflictos Sociedad
La mayor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial ha desbordado a
los Estados miembros de la UE y amenaza con hacer tambalearse uno de los
pilares de la Unión, el Tratado de Schengen, que consagra la libre circulación
de personas. La masiva llegada de refugiados a Alemania, que espera recibir
unos 800.000 este año; los naufragios y rescates en el Mediterráneo, con 4.400
inmigrantes a salvo este fin de semana, o la presión en algunas fronteras, como
la griega o la macedonia, ponen a prueba la solidaridad de la UE cuando no la
propia arquitectura europea.
Tras la última llegada masiva de inmigrantes a las costas italianas,
con 4.400 en las últimas horas —y más de 100.000 en lo que va de año—, Italia
ha instado este domingo a dejar de lado el egoísmo que reina en la Unión
Europea en materia migratoria. Así lo manifestó ayer el ministro de Asuntos
Exteriores, Paolo Gentiloni, quien alertó de que el tratamiento del drama
migratorio puede poner en cuestión el espacio Schengen. “Está en riesgo uno de
los pilares fundamentales de la Unión Europea”, advirtió, en referencia a la
presión sobre las costas sicilianas, pero también en las islas griegas del
Egeo, en Macedonia, en Hungría o en Calais.
Gentiloni, del gubernamental Partido Democrático (PD), insistió en que
“los migrantes no llegan a Grecia, a Italia ni a Hungría, sino a Europa”, y por
eso “las reglas de acogida deberían estar europeizadas”. Con el Tratado de
Dublín, los inmigrantes que llegan a Italia —o Grecia— y piden asilo no pueden
salir del país.
Gentiloni criticó que Italia coordine las labores de salvamento en el
Mediterráneo y tenga que dar acogida a los miles de migrantes que llegan a sus
costas a bordo de barcos europeos. Con este tratamiento de la inmigración,
“Europa se arriesga a dar lo peor de sí misma, entre egoísmo, decisiones en
sentidos contrarios y polémicas entre Estados miembros”, dijo, si bien celebró
que los operativos de salvamento en el Mediterráneo “se hayan europeizado”. La
Operación Tritón de Frontex (agencia europea de control de fronteras) tomó el
relevo del dispositivo Mare Nostrum, del Gobierno italiano, aunque suelen ser
la Guardia Costera y la Marina Militar italianas las que habitualmente se
encargan del rescate, como este fin de semana.
La Unión Europea no quiere que su dinero se destine a levantar vallas
antiinmigración. “Sin embargo, los métodos para mantener la seguridad de las
fronteras son competencia de cada Estado miembro”. Estas palabras del comisario
de Inmigración de la UE, Dimitris Avramopoulos, reflejan hasta dónde llega el
poder de Bruselas para enfrentar este drama humano. Por un lado, la UE da y
“seguirá dando” dinero mientras la tragedia perdure. Por el otro, las
competencias de Bruselas tienen límites que los países no están dispuestos a
borrar. “La inmigración no es un problema griego, ni alemán, ni italiano, ni
húngaro, ni austriaco”, reiteró.
En este sentido, a la cumbre
europea sobre inmigración que el sábado reclamó el presidente griego, Prokopis Pavlópulos,
otros Estados miembros han respondido unilateralmente. El presidente francés,
François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, celebrarán este lunes
una reunión sobre la materia en Berlín. Su intención es presionar a los otros
socios para actuar de forma más rápida y con mayor coordinación. París y Berlín
“intentarán dar un nuevo impulso” a la respuesta europea a la crisis, según el
Elíseo.
Durante un encuentro el viernes en Berlín, los ministros del Interior
de ambos países, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maizière, subrayaron que Italia
y Grecia necesitan, por su ubicación geográfica, de una ayuda urgente para
crear zonas de acogida para los refugiados. En lo que va de año, Grecia se ha
convertido en la principal puerta de entrada a la UE de indocumentados (un 80%
de ellos, refugiados procedentes de Siria, Irak o Afganistán), de ahí la
petición formulada por el mandatario griego.
Hasta ahora, la Unión Europea sólo ha celebrado una cumbre
extraordinaria sobre inmigración, en abril pasado, tras varios naufragios en el
Mediterráneo que costaron un millar de vidas. Los socios no han logrado ponerse
de acuerdo sobre el sistema de cuotas de refugiados, un tema que, según el
ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, analizarán este lunes en Berlín
Merkel y Hollande.
La inmigración, el mayor reto para el 38% de los europeos
Un total de 107.500 personas —de Siria, Afganistán, Eritrea, Irak y
Sudán del Sur— han atravesado el Mediterráneo para alcanzar Europa en julio,
según Frontex, la agencia europea de control fronterizo. Es el triple que en
2014.
Hasta 30.000 personas, además, habrán perdido la vida en el intento,
según los cálculos de la Organización Internacional de la Migraciones.
Ante esta tragedia, Bruselas reacciona tarde a ojos de las agencias
internacionales, ONG y los propios ciudadanos de la UE. El 38% de los europeos
piensa que la inmigración es el principal reto comunitario, frente al 24% en
2014.
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Título: Migrantes en la vía bloquean toda la noche el eurotúnel de La
Mancha
Texto: La grave crisis migratoria que se registra en Europa ha
originado nuevos incidentes en el eurotúnel ferroviario que une Francia y Reino
Unido bajo el canal de La Mancha. La vía ha quedado interrumpida durante toda
la noche del martes al miércoles. Seis trenes fueron bloqueados y unos 700
pasajeros que viajaban de París a Londres han tenido que pasar la noche en la
estación de Calais-Frethun, donde Protección Civil repartió comida y agua. El
Eurostar, el servicio ferroviario que une París, Londres y Bruselas, es
utilizado a diario por cientos de empresarios, políticos y funcionarios de los
tres países.
En el Paso de Calais, uno de los puntos calientes de esta crisis que
desborda a los gobiernos europeos, los miles de intentos de migrantes por pasar
a Reino Unido derivan en interrupciones del tráfico férreo y naval casi todas
las semanas. Pero esta vez han sido de mayor gravedad. El origen, según la
compañía ferroviaria francesa SNCF, ha sido un fallo mecánico en la máquina del
tren Eurostar que había partido de París a las 19.42 horas del lunes. Una fuga
de gas obligó al convoy a ralentizar su marcha cuando se encontraba cerca de la
estación de Calais, próxima a la entrada del túnel.
El problema técnico, según fuentes policiales, fue aprovechado por
varios de los miles de migrantes que se encuentran en la zona pasa saltar a las
vías e intentar acceder al tren. El convoy quedó bloqueado a las 21.30 horas.
Por motivos de seguridad, Eurostar cortó la corriente eléctrica. A partir de
ese momento, y según testimonios de varios viajeros, fuerzas policiales
acudieron al lugar para desalojar la vía y comprobar si a algún migrante había
logrado acceder al techo del convoy.
El tren se dirigió después a la estación de Calais-Frethun. Los
pasajeros pasaron varias horas en los andenes y, a partir de las 2.00 horas, en
el edificio de la estación, donde les atendieron los servicios de Protección
Civil mientras la policía realizaba un exhaustivo control de pasaportes. La
estación también estuvo vigilada por militares.
El bloqueo de las vías también afectó a otros cinco trenes que unen
Londres y París que tuvieron que regresar a sus ciudades de origen. El tráfico
no fue restablecido hasta primera hora de la mañana, una vez que la policía y
los servicios de seguridad de Eurostar comprobaron que no había ningún migrante
en la vía ni en el interior del túnel.
En Calais y sus proximidades se agolpan más de 3.000 migrantes, en su
mayoría de origen africano. A finales de julio, la policía registró unos 2.000
intentos diarios de pasar irregularmente de Francia a Reino Unido. Ahora han
descendido a unos 200 cada día. En agosto, un migrante falleció cuando abordó
un camión que iba a pasar el canal en barco. En los últimos años, se eleva a
una decena la cifra de fallecidos.
París ha construido vallas y muros, a la que vez que ha reforzado los
controles con cientos de policías, a los que se han sumado varias decenas de
agentes británicos. Ya existe un centro de acogida, pero Francia construirá un
campamento para 1.500 personas en los próximos meses.
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Título: Hungría impide a los refugiados el acceso a la estación de
Budapest
Texto: La crisis migratoria desborda día a día todas las previsiones,
que a las pocas horas se quedan viejas. Ya sea en Budapest, Viena o Múnich, la
oleada de refugiados llena las estaciones de tren de personas desesperadas que,
en su mayoría, tratan de llegar a Alemania para obtener el estatus de asilado
político. Más de mil inmigrantes se manifestaron ayer en una estación de la
capital húngara tras ser clausurada para los inmigrantes. “Alemania, Alemania”,
gritaban.
Austria incrementa los controles en carreteras y ferrocarriles
El acuerdo de Dublín —según el cual los refugiados deben pedir asilo en
el primer país de la UE que pisen— demostró ayer una vez más que es poco más
que papel mojado. Miles de inmigrantes continuaron ayer su camino hasta el
destino final: Alemania, el país de la UE que más solicitudes de asilo recibe
debido a sus generosas leyes y a su potencia económica. Las autoridades del
país prevén alcanzar este año el récord histórico de 800.000.
“Cualquier persona podría verse en nuestra situación. Así que, por
favor, ayúdennos”, clamaba un refugiado desde la estación oriental de Budapest
a un cámara del canal de noticias N24. Tras una hora de incertidumbre, las
autoridades húngaras reabrieron la estación, pero impidiendo la entrada de
inmigrantes. Según constató la agencia Reuters, un centenar de policías
pertrechados de cascos y porras hacían guardia y forzaron la salida de una
docena de inmigrantes que ya estaban en la estación.
Esta actitud contrasta con los últimos días en los que las autoridades
húngaras han permitido a los recién llegados continuar su camino hacia el norte
de Europa, en contra de lo que estipula el acuerdo de Dublín. Las autoridades
de los países más afectados por la oleada de refugiados —Grecia e Italia,
además de Hungría— argumentan que no tienen capacidad para hacerse cargo de
todos los recién llegados. La exigencia de aclaraciones a Berlín por parte de
Austria complica aún más la situación. El Gobierno alemán anunció el mes pasado
que no devolvería a los ciudadanos sirios que huyen de la guerra civil que
asola su país. Y Viena considera que esta afirmación añade más confusión.
Austria pide aclaraciones
“Hay rumores de que Alemania está enviando trenes a Budapest para
recoger a los refugiados. Es muy importante que el Gobierno informe a los
refugiados de que el acuerdo de Dublín sigue en vigor”, dijo la ministra
austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitner. “Dublín sigue siendo válido”,
responde su homólogo alemán.
Las escenas de estaciones abarrotadas de personas que huyen de
conflictos como el de Siria o de Irak se reprodujeron ayer en Múnich. Unas
2.200 personas llegaron a la capital bávara en las últimas 24 horas, una cifra
récord en la actual crisis migratoria. Las autoridades de Baviera ya han
reclamado solidaridad al resto de Estados federados alemanes para hacer frente
al desafío. “¡Gracias, Alemania! ¡Gracias, Alemania!”, gritaba un grupo que
había logrado viajar a la primera economía del euro.
Mientras, en Berlín, la canciller Angela Merkel continuó tratando de
convencer a sus socios europeos de la necesidad de que la UE cuente con un
nuevo sistema que reparta de una forma equitativa entre los Veintiocho a los
recién llegados.
“Para aquellos refugiados que se ven sometidos a persecución o que
huyan de la guerra ha de haber un reparto justo, basado en la fortaleza
económica, la productividad y el tamaño de cada país”, dijo Merkel en una rueda
de prensa. A su lado, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se mostró
dispuesto a aumentar su cupo. Pese a todo, la cifra de 2.739 refugiados
aceptada hasta ahora por Rajoy supone menos de la mitad de los que la Comisión
Europea pide a España.
Antes de la medianoche, llegaron varios trenes a Viena, que fueron
recibidos con enorme júbilo por cientos de personas, según informa Efe. Grupos
de voluntarios, entre ellos decenas de traductores de árabe, farsi y otros
idiomas, organizaron un comité de bienvenida para los refugiados. Los
inmigrantes, visiblemente cansados y asustados en un primer momento, recibieron
una comida caliente de Cáritas Austria, además de un lugar para descansar en
las instalaciones de la estación.
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Título: Los refugiados de paso ahogan Hungría
Texto: El principal centro de registro de migrantes de Hungría estaba
ayer “desbordado”, según ACNUR, la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados.
El campo, que tiene capacidad para unas 1.000 personas, había superado ya las
3.000, tras la llegada masiva de los últimos días, sobre todo de refugiados
sirios. Las autoridades húngaras han inundado el recinto con unas 200 tiendas
de campaña militares —características por sus dimensiones y su color verde— con
capacidad para 10 camas cada una. En ellas, los recién llegados que soliciten
asilo no podrán pasar, por ley, más de 36 horas antes de ser trasladados a
cinco campos de refugiados repartidos por todo el país. Allí esperarán a que la
Administración húngara conteste a sus peticiones de asilo.
En la tarde de ayer, 10 camiones del Ejército ya habían llegado a la
zona fronteriza entre Hungría y Serbia por donde había entrado horas antes
centenares de migrantes, cerca de la localidad de Röszke. Se sumaban a los
agentes de policía que, con la ayuda de un helicóptero, tratan de sellar el
paso. Una valla, repleta de cuchillas y de metro y medio de alto, está
desplegada a lo largo de los 175 kilómetros de frontera con Serbia, pero aún
existen reductos, como el de Röszke, que permanecen abiertos por obstáculos
como las vías del tren. El Gobierno del ultraconservador Víktor Orban, no
obstante, quiere acelerar la construcción y cerrar la frontera completamente a
final de semana.
El sol apretaba ayer fuerte en esta estepa fronteriza rodeada de los
campos de maíz que están dando de comer estos días a los migrantes. Muchos de
ellos, una vez han conseguido dar el salto desde Serbia, tuvieron que esperar
durante horas bajo ese sol abrasador antes de ser trasladados al centro de
registro. Sin agua y sin comida, ancianos y bebés se refugiaban bajo unos
rústicos toldos improvisados con palos, ramas secas y pañuelos de mujer.
Traslados en tren
“¿Cuándo viene la policía?”, chillaba sin cesar una joven siria. Estaba
tumbada en el suelo, a la sombra de uno de los coches de la prensa
internacional. “Mi pierna ya no se mueve, llevo caminando más de 24 horas”,
lamentaba entre llantos de desesperación. Las lágrimas quedaban marcadas en su
cara por el barro y el polvo acumulado después de más de un mes de travesía.
“En 10 minutos vendrá el autobús”, contestaba impasible uno de los pocos agentes
que vigilaba la zona. El autocar tardó más de tres horas.
Ya a las afueras del centro de registro de Röszke, donde no cabía ni un
alfiler, una ciudadana alemana que prefiere no dar su nombre —“por seguridad”—
esperaba a un amigo sirio. “Hace dos días que no sé nada de él y he decidido
venir conduciendo [desde Alemania] para llevármelo conmigo”, explicaba. Ayer no
le dejaron entrar al centro.
Unas 700 personas que durante las últimas 36 horas han cruzado
ilegalmente la frontera con Serbia fueron trasladadas ayer desde el centro de
registro hasta la estación de tren de Szeged, a 15 kilómetros de distancia.
Allí, las autoridades magiares fletaron un tren de refugiados que serán
repartidos por los cinco centros antes citados. “Allí esperarán al asilo, cuando
lo obtengan, se podrán ir donde quieran”, explica la voluntaria Petra Pomázi.
Muchos de ellos, sin embargo, creen que el período de espera se alargará
durante más de un año y no están dispuestos a esperar.
Justo antes de entrar al tren, una veintena de voluntarios de una ONG
local repartían un sandwich y una botella de agua por persona. La organización
también ha levantado una cabaña de madera donde los inmigrantes y refugiados
pueden acceder a Internet y cargar sus móviles. Como M., que no quiere dar su
nombre completo para que en su siguiente destino no le reconozcan. Es de
Bangladesh y, aunque tiene 30 años, a la policía le ha dicho que nació en 1998.
Ha dejado a sus ocho hermanos en el país asiático y, tras ocho meses de
tránsito por Irán, Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia, al fin ha llegado a la
Unión Europea. Ayer por la mañana se sentía “muy contento”, no solo porque por
fin pudo asearse en unas fuentes móviles que los voluntarios han instalado
fuera de la estación de Szeged, sino porque su móvil ha conseguido conectarse
por primera vez a Internet y piensa que “pronto” podrá comunicarse con sus
amigos. “Me esperan en Nápoles”, dijo.
Recelos de los lugareños
La masiva llegada de inmigrantes y refugiados también despierta recelos
entre los húngaros. “Estoy de acuerdo en que busquen una mejor vida, pero no
aquí, no de esta manera”, declaraba Erika, de 28 años y trabajadora en una
cafetería cercana a la estación. Los sirios que huyen de la guerra son mejor
aceptados en general que los llegados de Eritrea, Somalia, Sudán, Irak,
Pakistán, Bangladesh o, incluso, Afganistán. “En esos sitios no hay guerra.
Vienen a quitarnos nuestra seguridad social”, afirmaba Zsolt Dobi, de 42 años,
rapado y de ojos azules, miembro de Jobbik, partido ultraderechista y socio de
Gobierno del primer ministro Víktor Orban. Un grupo de afganos insistía:
“Huimos de los talibanes. No son buenos”.
Dobi dijo sentirse “un turista” en su propio país. “Europa es cristiana
y al final nos invaden los musulmanes”, sentenció. “¿Por qué tienen que venir
por aquí? La valla de espino debería ser mejor y mucho más grande”, añadía.
“Hay que sacar al Ejercito y llevar a gente armada para que amenacen, sin
disparar, a todo el que quiera entrar en Hungría”, susurraba en una esquina de
la estación.
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Título: “La mayoría quiere seguir hasta Alemania o Suecia”
Texto: Caroline van Buren, subdirectora de ACNUR (Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Refugiados) en Europa central, viajó el jueves de
Budapest a Szeged (Hungría) para ayudar a los voluntarios locales a asistir a
los 700 inmigrantes, en su mayoría refugiados sirios, que fueron trasladados
desde esta localidad al sur de Hungría hasta cinco centros de acogida, donde
esperarán el asilo. Van Buren, original de Surinam, lleva trabajando con la
agencia 22 años, los últimos tres en su puesto actual donde se encarga de
Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Hungría, Rumania y
Bulgaria.
Pregunta. ¿Cuál es la situación en el centro de registro en Röszke?
Respuesta. Está desbordado. El centro está preparado para 1.000
personas y el miércoles llegaron más de 2.500 de los que 700 eran niños. El
jueves eran más de 3.000. Llegan agotados y cansados. Allí tienen que pasar por
el proceso de registro de las autoridades húngaras y, después, los que hayan
solicitado el asilo son trasladados en tren a otros centros alrededor del país.
La capacidad de estos centros es de entre 2.000 y 2.500 personas.
P. ¿Puede Hungría devolverlos a Serbia?
R. No. Una vez han solicitado el asilo y son trasladados a estos
centros, el Gobierno húngaro no les devolverá y debe tener la capacidad para
acogerlos a todos a la espera del asilo. Si tienen que poner tiendas de
campaña, las ponen hasta que lleguen a los 10.000. Incluso hay uno de estos
centros donde el número de refugiados ha ido disminuyendo.
P. ¿Por qué?
R. Muchos refugiados no quieren ir allí. Se les da el billete de tren y
deciden continuar su viaje. El Gobierno no los puede controlar y tampoco los
centros, que son abiertos. No son centros de detención.
P. ¿Por qué muchos inmigrantes se niegan a que les toman las huellas
dactilares?
R. No estoy segura de cómo está gestionando Grecia el problema. Las
miles de personas que están entrando en Hungría a través de Serbia no han sido
registradas en ningún país de la UE, incluso si su primer destino fue Grecia.
Las autoridades helenas, en teoría, deben registrar a todo aquel que entra….
pero ellos tienen muchos otros problemas también. Así que Hungría es su primer
país de llegada. La mayoría quiere seguir hasta Alemania o Suecia. No quieren
ser registrados porque si continúan su camino hacia otros países de la UE y les
detienen, serían inmediatamente devueltos a Hungría, y ellos no quieren
quedarse aquí. Es un lugar de paso.
P. Alemania no los devolvería...
R. Angela Merkel cambió el protocolo de Dublín y no va a devolver a
ningún sirio que llegue a suelo alemán y sea solicitante de asilo incluso si ha
sido registrado en otros país. Y la mayoría de los que están entrando a Hungría
son sirios o afganos.
P. La medida se centra en los sirios...
R. Me parece un buen paso. Hasta ahora, Alemania es el único país que
ha tomado medidas y eso hay que reconocerlo. Hay que esperar a ver si otros
Gobiernos toman ejemplo. Hungría está desbordada y no puede con todo. Es un
gesto de solidaridad.
P. ¿Hasta cuándo esta situación?
R. Mientras la guerra en Siria continúe, los ciudadanos sirios van a
intentar poner a salvo sus vidas. Nosotros haríamos lo mismo. ACNUR está
intentando apoyar a los países vecinos, como Jordania, Líbano Turquía e incluso
Irak, que es donde la mayoría de los refugiados se dirige. Es muy importante
apoyar a los países cercanos a Siria.
P. ¿Qué cree que pasará si Hungría cierra su frontera con Serbia?
R. De momento estamos vigilando y controlando muy de cerca la frontera
entre Serbia y Croacia pero por ahora la situación allí es de calma. Si el
flujo migratorio cambia y se mueve hacia esa zona, Eslovenia sería el primer
país Schengen [de libre circulación de personas]. Tendremos que estar atentos.
P. ¿Cómo ve las cuotas de asilo que Bruselas propuso a los Veintiocho?
R. Creo que es una buena propuesta. Es necesario aliviar la situación
de Italia y Grecia. Por supuesto nos gustaría ver más compromiso de los
Estados. Pero es un buen primer paso.
Que horrible lo que viven esas personas. Mujeres, niños y hombres sin nada...buscando un aquí y ahora que les devuelva la esperanza....
ResponderEliminarQue horrible lo que viven esas personas. Mujeres, niños y hombres sin nada...buscando un aquí y ahora que les devuelva la esperanza....
ResponderEliminarEs horrible, sí. Me temo que lo peor está por venir. Cordiales saludos.
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