Todos extrañamos
a Lula, pero sobre todo los brasileños. A pocos meses del golpe de estado
institucional que derrocara a la presidenta de ese país Dilma Roussef, el
gobierno neoliberal surgido de dicho golpe es más odiado que nunca. La nota que
sigue es de Emir Sader para el diario Página/12:
Título: Saudade
do Lula
Texto: De repente
los especialistas en encuestas de Brasil se encontraron con una nueva
categoría, un nuevo factor que interfiere en las opciones de las personas.
Están acostumbrados a las categorías “rechazo”, “simpatía”, “apoyo”, etc, etc.
Pero de repente las personas pasan a definir sus opiniones en función de una
nueva categoría para los especialistas: “saudade do Lula”, echar de menos a
Lula. Factor que hace que los otros posibles candidatos a la presidencia del
país bajen sus índices de apoyo o, sobre todo, queden en un nivel
insignificante, mientras que Lula sea el único que crece y que llega a niveles
que lo hacen favorito para volver a ser presidente de Brasil, en todos los escenarios,
incluidos la primera y la segunda vuelta.
Pero, ¿qué
significa “saudade do Lula” en Brasil hoy? Un primer elemento viene de la
publicación, paralelamente a esas encuestas, de una evaluación realizada por un
centro económico tradicional, la Fundación Getulio Vargas, publicado en el
periódico económico Valor, donde se afirma que el período de Lula en la
presidencia del país fue el más importante de los últimos 30 anos en términos
económicos.
Pero el tema no
es sólo económico. Si lo fuera, podría ser comparado con el período de la
dictadura militar. Sin embargo, en el caso de Lula, se trata de un período que
logró combinar desarrollo económico con distribución del ingreso, haciendo que
el país que fue el más desigual del continente más desigual del mundo, saliera,
por primera vez en su historia, del Mapa del Hambre.
Los especialistas
corrieron a hacer encuestas cualitativas, donde hacen preguntas directas a
grupos seleccionados de personas buscando aclarar de qué sienten “saudade”,
cuanto lo manifiestan respecto a Lula. Y por qué prefieren volver a los tiempos
del gobierno de Lula.
Los temas tienen
origen en la situación económica, pero sobre todo se proyectan hacia lo social,
que es lo que alimenta la memoria del legado de Lula. No preocuparse por
conservar el empleo, saber que los salarios seguirían subiendo por encima de la
inflación, saber que nadie quedará abandonado, siempre habrá una política
social que los contemple, que el sueño de la casa propia pasaba a ser una
realidad. Que los gobiernos conversaban con todas las organizaciones populares,
que ponían en marcha políticas que beneficiaban a todos, que los brasileños
pasaban a estar orgullosos de su país y que el prestigio de Brasil en el mundo
nunca era tan grande.
Antes la gente
sentía saudades de Lula en comparación con el gobierno de Fernando Henrique
Cardoso, en los años noventa. Ahora, cuando la derecha actualiza su imagen
frente a toda la población, con el peor gobierno que el país haya conocido, con
el presidente de menor prestigio de la historia brasileña – que destruye todo
lo que se construyó en años anteriores–, la comparación es todavía más actual.
Entre los
escenarios de segunda vuelta, las encuestas ponen a Lula frente a Marina da
Silva, a Geraldo Alckmin, a Aécio Neves, pero también a Michel Temer. Lula
derrotaría a todos, pero en contra de este último es que el resultado es
todavía mas apabullante.
De ahí que, tras
la nueva ola de encuestas, la derecha volvió a la carga, no con argumentos,
tampoco con comparaciones con sus gobiernos y sus políticas, sino con algunas
acusaciones viejas, otras nuevas, ninguna con fundamento, confirmando que ese
el único instrumento de la derecha para enfrentar a Lula. De quien la gente
siente saudade y quiere de vuelta como presidente de Brasil.
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