Desde una estatua
saqueada en las ruinas de Babilonia hasta el riñón fresco de un niño africano,
desde la “trata de blancas” hasta la piratería de bosques, petróleo y recursos
minerales. Todo se compra y todo se vende: ¡maravillas del capitalismo transnacional,
chicos! Presentamos una notable nota de Zósimo Camacho aparecida originalmente
en la revista mexicana Contralínea; la reprodujo estos días Red Voltaire. Acá
va:
Título: Crimen
organizado: negocios globales de 2.2 billones de dólares
Epígrafe: La
economía sumergida cuenta con miles de organizaciones y millones de
trabajadores en todo el mundo. Pero apenas un puñado de multinacionales del
crimen controla realmente el flujo mundial de bienes y servicios ilícitos
Texto: Las
actividades de las organizaciones del crimen trasnacional generan entre 1.6 y
2.2 billones de dólares estadunidenses al año en todo el mundo. El monto no
sólo llena los bolsillos de los perpetradores. Los recursos sirven también para
financiar la violencia y la corrupción en países de los cinco continentes.
“El delito
trasnacional es un negocio… y un negocio muy bueno”, se asienta en el estudio
de la Global Financial Integrity, Transnational Crime and the Developing World.
De hecho, el dinero es el principal motor para la comisión de 11 actividades
que significan saqueo, explotación y muerte: narcotráfico; tráfico de armas
ligeras; tráfico de personas; tráfico de órganos; tráfico de bienes culturales;
falsificación de productos; comercio ilegal de vida silvestre; pesca ilegal y/o
no reportada; tala ilegal; minería ilegal, y robo de petróleo crudo.
“Estos crímenes
socavan las economías locales y nacionales, destruyen el medio ambiente y ponen
en peligro la salud y el bienestar de la población”. Lo peor, señala el informe,
es que la delincuencia trasnacional seguirá creciendo. Mientras son altos los
beneficios de estas actividades, son bajos los riesgos que, de manera general,
viven quienes participan en ellos.
El valor
minorista del crimen internacional, por actividad delincuencial, es de entre
426 mil millones y 652 mil millones de dólares por narcotráfico; de 1 mil 700
millones a 3 mil 500 millones por venta de armas ligeras y pequeñas; de 150 mil
200 millones por tráfico de personas; de entre 840 millones y 1 mil 700
millones por tráfico de órganos; de entre 1 mil 200 millones y 1 mil 600
millones por tráfico de bienes culturales; de 923 mil millones a 1 billón 130
mil millones por falsificación y piratería; de 5 mil millones a 23 mil millones
por comercio ilegal de vida silvestre; de 15 mil 500 millones a 36 mil 400
millones por pesca ilegal o no reportada; de entre 52 mil millones y 157 mil
millones por tala y tráfico de madera; de 12 mil millones a 48 mil millones por
minería ilegal, y de entre 5 mil 200 millones a 11 mil 900 millones de dólares
por robo de petróleo crudo.
“Esas cifras
expresan la dificultad de tratar de cuantificar ese tipo de procesos”, señala
el maestro en finanzas Jorge Retana Yarto, quien se ha especializado en
economía internacional e inteligencia para la seguridad nacional.
Y es que para
Retana, autor de El imperio de las mafias transnacionales, las cifras podrían
ser mucho mayores, como señalan otros estudios. Es complicado ofrecer
estimaciones porque se trata de transacciones de la economía sumergida o
economía criminal. Cuantitativamente es muy complicado encontrar datos
confiables. “Por ello yo he optado por los análisis cualitativos”.
Todo finalmente
es un asunto de finanzas, señala el documento de la Global Financial Integrity.
Por ello exhorta “a los gobiernos, expertos, al sector privado y a la sociedad
civil” a reducir los espacios del sistema financiero en la sombra, es decir, el
que permite lavar dinero de la delincuencia. Es momento, señala el documento
publicado el pasado 28 de marzo, de promover “una mayor transparencia
financiera”.
El estudio
advierte que se trata de estimaciones basadas sólo en lo que se ha podido
confiscar, detectar o incautar: “interdicciones en que la transparencia
atraviesa la naturaleza clandestina de los mercados”. Por lo que lo estimado
sólo puede representar un porcentaje del comercio real total.
“La naturaleza
ilícita de estos mercados significa que los participantes tienen interés en
operaciones de mercados opacas, limitando la cantidad y la calidad de los
datos.”
Ante todo, el
crimen organizado es un negocio. Quienes participan en él están motivados en
gran medida por ganancias financieras. Por ello, la gestión financiera de estos
grupos es fundamental para su éxito.
“Los delincuentes
no sólo obtienen beneficios económicos de los ingresos ilícitos, sino que
utilizan los ingresos para sostener operaciones y financiar actividades
criminales adicionales.”
Además, las
organizaciones criminales adoptan inmediatamente las nuevas tecnologías, están
a la vanguardia en telecomunicaciones y equipos de cómputo, por ejemplo, y se
adaptan con rapidez al cambio de escenarios y son capaces de ver las
oportunidades que se generan para ellos con cada situación de crisis: desastres
naturales, trastornos sociales y guerras civiles.
Jorge Retana
Yarto señala que son miles de las organizaciones dedicadas en todo el mundo a
este tipo de actividades. “Pero hay una serie de organizaciones sobre las
cuales giran los distintos negocios del crimen trasnacional”.
El combate al
crimen organizado se hace, para el doctor en estudios latinoamericanos y
especialista en economía internacional Daniel Inclán Solís, particularmente
complicado en el presente. “Ya no hay un frontera entre el crimen organizado y
la institución contemporánea”, señala. “Lo que tenemos es una simbiosis que es
extraordinariamente efectiva”.
El narcotráfico
El mercado
mundial del narcotráfico alcanza un valor de entre 426 mil millones y 652 mil
millones de dólares. Por sí solo significa un tercio de todo el valor de los
negocios del crimen trasnacional. La droga ilegal que más se trasiega y mayor
dinero significa es la marihuana, seguida de la cocaína, los opiáceos
(extraídos de la amapola, como la morfina y la heroína) y los estimulantes de
tipo anfetamínico (ATS, sigla del inglés Amphetamine-Type Stimulants).
La marihuana y
los ATS se producen en todo el mundo, mientras que la cocaína sólo en América
del Sur y los opiáceos principalmente en Afganistán. El informe documenta que
en la producción y trasiego de drogas participan desde los cárteles de la
delincuencia organizada hasta organizaciones terroristas y grupos guerrilleros.
Las
organizaciones criminales del África Occidental han aumentado, señala el
estudio, el control del mercado de drogas en la región. También han logrado
aumentar el volumen de heroína que se trafica desde Afganistán. Lo anterior ha
derivado en un aumento del consumo.
Tráfico de armas
El valor del
mercado mundial de trasiego ilegal de armas pequeñas y ligeras es mucho menor
que los otros crímenes de alto impacto, pero es de los que más impactan en la
seguridad de las personas. Su valor asciende a entre 1 mil 500 millones de
dólares y 3 mil 500 millones de dólares. Representa entre el 10 y el 20 por ciento
del comercio legal de armas.
Este delito y los
montos que alcanza están asociados directamente con las tensiones políticas y
el nivel de conflicto en determinadas regiones. Los precios también dependen de
la distancia que tengan que recorrer las armas hasta el destino donde sean
utilizadas. Muchas de las armas que se vendieron legalmente fueron después
utilizadas para cometer actos terroristas en Europa Occidental.
La compraventa de
armas por internet ha comenzado a representar “un reto cada vez mayor para
combatir”.
Tráfico de
personas
Uno de los
mercados criminales de mayor crecimiento es el de la trata de personas. Se
trafica con personas para obtener sexo o para obligarlas a trabajar. Más de 21
millones de hombres, mujeres y niños de todo el mundo son víctimas de la trata
de seres humanos.
Las ganancias que
este crimen genera a nivel mundial ascienden a 150 mil 200 millones de dólares
cada año, señala el documento con cifras de la Organización Internacional del
Trabajo. Sólo en la región Asia-Pacífico el mercado genera anualmente 51 mil
800 millones de dólares con alrededor de 11 millones 700 mil víctimas.
Las responsables
de otro tercio del valor del mercado son los países desarrollados y la Unión
Europea: 46 mil 900 millones de dólares. La diferencia es que la cifra de
víctimas es menor: 1 millón 500 mil personas.
El documento de
la Global Financial Integrity señala que “la trata de seres humanos está
desempeñando un papel cada vez más importante en las actividades y grupos terroristas
e insurgentes, y la difusión de internet ha proporcionado a los traficantes
medios adicionales de gran alcance para llegar tanto a las víctimas como a los
victimarios”.
Comercio ilegal
de órganos
El tráfico ilegal
de órganos genera entre 840 millones y 1 mil 700 millones de dólares cada año.
Se realizan alrededor de 12 mil trasplantes de manera ilegal anualmente. Los
cinco órganos humanos que más se venden en este comercio ilegal son: riñón,
hígado, corazón, pulmones y páncreas.
Los menos costos
y de mayor tráfico son los riñones, pues pueden provenir de “donantes” vivos.
Los que se dedican al comercio de órganos humanos “operan dentro de redes
sofisticadas y especializadas para reclutar a los vendedores, los receptores y
los profesionales médicos necesarios”.
En el documento
se señala que en muchas ocasiones los donantes participan voluntariamente.
“Mientras que hay otros escenarios en los que son presionados o forzados a la
transacción”. Hay casos probados en los que traficantes de órganos obligan a
los migrantes y refugiados a vender riñones para pagar el paso a Europa, por
ejemplo.
Propiedad
cultural
Los ingresos
anuales mundiales generados por el comercio ilícito de bienes culturales se
estiman entre 1 mil 200 millones y 1 mil 600 millones de dólares. Las
actividades de este tipo de crimen van desde el robo de piezas de museos hasta
las transferencias ilícitas de propiedad de estos bienes.
Y en medio de
este espectro de posibilidades se encuentran las excavaciones ilícitas en
sitios arqueológicos, el saqueo y el uso de documentación falsificada para
permitir la exportación o importación de piezas.
Además la
variedad de bienes sometidos a este trasiego es incontable, según las
estimaciones de la Global Financial Integrity.
“China es uno de
los mercados de arte de más rápido crecimiento, legal e ilegal, impulsado en
parte por la fuga de capitales”.
Productos
falsificados y piratería
El comercio de
mercancías falsificadas y piratas es el crimen de mayor valor a nivel global.
De acuerdo con el informe, significa entre 923 mil millones y 1 billón 130 mil
millones de dólares. Casi tres cuartas partes de las mercancías falsificadas y
pirateadas provienen de China.
“La mafia china,
organizada en triadas, también trasiegan drogas desde Asia”, explica Retana
Yarto. Pero uno de sus negocios más importantes es la falsificación de marcas
de ropa: “Te pueden vender un traje como si fuera un traje Armani, falsificado
a un precio de una tercera o cuarta parte. Y ellos obtienen de ahí millones y
millones de euros al año”.
Explica que “para
los grupos del crimen organizado, la falsificación es una vía ideal para
blanquear las ganancias provenientes de la comisión de otros delitos e, incluso
para financiar otros delitos.”
En los países en
vías de desarrollo –como México– hasta un 30 por ciento de los medicamentos
disponibles son productos farmacéuticos falsificados. Se señala en el estudio
de la Global Financial Integrity. Son los medicamentos el mayor tipo de
productos que se falsifican. Por sí solos valen entre 70 mil millones y 200 mil
millones de dólares anuales, es decir, hasta el 25 por ciento del mercado total
de la falsificación.
Otros bienes
falsificados también ponen en alto riesgo la salud de las personas: los
alimentos, que generalmente son tóxicos o inútiles.
Fauna ilegal
El valor de
comercio ilegal de vida silvestre se estima entre 5 mil millones y 23 mil
millones de dólares. Uno de los componentes más importantes de este valor de
mercado son el marfil y el cuerno de rinoceronte. Pero en cuanto a número de
ejemplares por especie traficada, el pangolín lleva, por mucho, el primer
lugar.
En cuanto a
dinero recabado por el crimen organizado, las ventas de marfil y de cuernos de
rinoceronte pueden ser similares a las de la cocaína y la heroína. Sin embargo,
se destaca en el estudio, las penas legales por la caza de elefantes y
rinocerontes y el trasiego de colmillos y cuernos son “considerablemente más
indulgentes”.
El tráfico de
vida silvestre implica a las organizaciones delincuenciales mejor organizadas.
“El comercio ilegal de vida silvestre se basa en una sofisticada cadena de
suministro global, dirigida por grupos de delincuencia organizada bien
financiados”.
Este crimen
genera estragos en las comunidades locales y las economías nacionales; pero sus
efectos nocivos son globales, pues se daña al medio ambiente.
Minería ilegal
La extracción y
el comercio ilegales de minerales generan ingresos por entre 12 mil millones y
48 mil millones de dólares cada año, según estimaciones del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Interpol, recogidas en el estudio
Transnational Crime and the Developing World.
Sólo la
extracción ilegal de oro en nueve países latinoamericanos representa
aproximadamente 7 mil millones de dólares anualmente. Por su parte, los
diamantes extraídos ilegalmente tienen un valor por 2 mil 740 millones de
dólares; representan el 20 por ciento del total del comercio de estas piedras
preciosas.
“La explotación
de los recursos naturales es una lucrativa fuente de financiamiento para grupos
de delincuencia organizada, organizaciones terroristas y grupos insurgentes.”
Robo de petróleo
El robo de crudo
tiene un valor de entre 5 mil 200 millones y 11 mil 900 millones de dólares
cada año. Los datos disponibles sólo se refieren a seis países: Colombia,
Indonesia, México, Siria, Rusia y Nigeria. Los volúmenes serán más altos cuando
se logre incluir estimaciones de otros países con problemas también de robo de
combustibles.
La mayor cantidad
de robo de crudo ocurre en Siria, donde el Estado Islámico controló todo 2016
los principales yacimientos del país.
Con respecto de
México y Colombia, el estudio señala que la cantidad robada en estos países es
“muy pequeña”; pero lo preocupante es que los violentos cárteles de la droga
son los que se han metido de lleno en este crimen; además, el robo del
combustible se utiliza para financiar la producción de cocaína.
Criminales, más
allá de los estereotipos
La mayoría de
estos crímenes de alto impacto son cometidos por grupos bien organizados, con
estructuras sofisticadas y operaciones trasnacionales. “Para algunos, la
mención de las organizaciones del crimen organizado recuerda a la mafia
retratada en películas como El Padrino: organizaciones criminales glamorosas,
estructuradas jerárquicamente y alienadas a lo largo de relaciones familiares y
étnicas, con códigos de honor”.
Estos
estereotipos sí existen –señala el documento– pero son sólo una pequeña parte
de todas las organizaciones criminales.
La Convención de
las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional define a
estas organizaciones como “un grupo estructurado de tres o más personas, que
existe por un periodo de tiempo y actúa de manera concertada con el fin de
cometer uno o más delitos graves […] buscando directa o indirectamente un
beneficio financiero u otro beneficio material”.
Otros crímenes y
recomendaciones
En el estudio se
advierte que en próximas ediciones se incluirán más actividades del crimen
organizado trasnacional que ya generan grandes cantidades de recursos y que
significan un daño social muy importante: los delitos cibernéticos, los
desechos ilegales y el contrabando ilegal de mercancías legales.
“El número de
actividades criminales varía”, dice al respecto Jorge Retana Yarto. “Hay
autores que hablan de más de 20 rubros distintos. Por eso cuando se habla del
crimen organizado se está utilizando un concepto casi genérico, porque unos se
dedican principalmente al sicariato, ésos obtienen sus recursos de ahí. Otros
se dedican principalmente al trasiego de droga. Otros se dedican al trasiego de
droga junto con el contrabando de órganos. Se tiene que hacer análisis muy
específico de cuáles son los rubros principales a través de los cuales una
organización criminal genera la mayoría de sus ingresos”.
Todos los
crímenes trasnacionales, los que llevan ya larga data y los que se están
incorporando en los últimos lustros, necesitan de los sistemas financieros locales
y del sistema financiero internacional. “Las redes involucradas en estos
mercados ilícitos son similares a las grandes corporaciones globales, y
necesitan acceso a las finanzas y a la banca para ser rentables y seguir
operando."
Siguiendo a
Roberto Saviano, Retana Yarto explica que las organizaciones de la mafia tienen
tres niveles. El primero es el de dirección: los altos capos. El segundo es la
parte operativa, la del negocio, la que las hace funcionar como multinacionales
de bienes y de servicios criminales. Y el tercer nivel es la organización
armada o paramilitar.
“En el segundo
nivel, el de la parte operativa del negocio, actúan como cualquier empresa
multinacional; generan incentivos. Y han logrado crear una gran red de
empresas. Algunas empresas fantasma pero muchas también reales, totalmente
legales, que es muy complicado para la autoridad pública descubrir si están
vinculadas o no a una organización que genera recursos criminales. Así que
generan recursos de manera importante y ya tienen negocios totalmente
regularizados.”
Por ello, entre
las conclusiones del estudio se encuentra promover una mayor transparencia
financiera en todos los países. Si en verdad se busca combatir a la
delincuencia organizada trasnacional, “los países deben exigir que las empresas
que registren y hagan negocios dentro de sus fronteras declaren los nombres de
los verdaderos propietarios de la entidad. Las autoridades aduaneras y de los
bancos centrales deben señalar las transacciones financieras y comerciales que involucran
a individuos y corporaciones en ‘jurisdicciones secretas’, a quienes deberían
requerir documentación adicional para asegurarse que no estén involucradas en
actividades ilegales”.
Además, los
funcionarios aduanales deben examinar las facturas de importación y exportación
para evitar el contrabando, verificar los valores declarados e investigar las
transacciones sospechosas.
Y los gobiernos
también deben “compartir más información sobre mercados y actores ilícitos que
existen dentro de sus fronteras. Compartir estos datos ayudará a evitar las
lagunas legales, reforzar las investigaciones sobre posibles abusos y apoyar
una aplicación más estricta de las leyes del país”.
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