Los firuletes del
Imperio nos tienen medio anestesiados. Pasan cosas en el resto del planeta,
chicos. Sin ir más lejos, en Brasil. Parece que los golpistas no están pasando
por su mejor momento. Las dos noticias que siguen salieron en Página/12 entre
ayer y hoy:
Título: Un
tsunami político golpea a Brasil
Epígrafe: Un juez
del máximo tribunal presentó una lista de funcionarios contra los cuales hay
indicios serios de corrupción: varios son ministros de Temer –quien les dio su
aval–. Cardoso, Rousseff y Lula también figuran en el informe.
Texto: Implosión.
Ocho de los veintiocho ministros del excepcional gobierno brasileño fueron
incluidos en la lista de políticos involucrados en el escándalo que investiga
la causa Lava Jato a cargo del Supremo Tribunal Federal. El juez del Supremo
Jorge Edson Fachin, sucesor del fallecido Teorí Zavascki, presentó un listado
de funcionarios contra los cuales hay indicios serios de corrupción, en el que
figuran el jefe de gabinete Eliseu Padilha y el secretario general de la
Presidencia, Wellington Moreira Franco, pertenecientes al Partido Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB), y desde hace años lugartenientes del presidente
Michel Temer. En la “Lista de Fachin” también aparecen el reciente canciller
Aloysio Nunes Ferreira y su antecesor José Serra, ambos del Partido de la
Socialdemocracia Brasileña (PSDB), agrupación liderada por Fernando Henrique
Cardoso, considerado uno de los inspiradores del golpe que derrocó a Dilma
Rousseff para terminar con el “proyecto de poder delictivo del Partido de los
Trabajadores”.
Los expresidentes
Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff fueron citados por el juez
Fachim, y dado que no tienen foro privilegiado –como los ministros y
legisladores– sus causas serán tramitadas ante jueces de primera instancia,
como Sergio Moro.
El informe de
Fachin se basó en una denuncia de la Procuraduría General de la República
elaborada a partir de las “delaciones premiadas” de Marcelo Odebrecht y
ejecutivos de su empresa constructora.
Claro que esas
confesiones no bastan para condenar a nadie y requieren de pruebas que las
sustenten.
En una de las
declaraciones bajo juramento de Marcelo Odebrecht, éste contó la cena
compartida en 2014 con el entonces vicepresidente Michel Temer, que tuvo entre
sus comensales al hoy ministro Padilha, y en la que se acordó el aporte de
millones de dólares ilegales para la campaña del PMDB.
Ayer ninguno de
los ocho ministros consignados en la “Lista de Fachin” presentó su renuncia al
cargo en los que fueron implícitamente ratificados por Temer durante una
ceremonia oficial.
El siempre
solemne jefe de estado habló de un país probablemente inexistente donde
“avanzamos” aceleradamente hacia las “osadas reformas” estructurales que
cuentan con el apoyo del Poder Legislativo.
El discurso lleno
de optimismo expresado en el Palacio del Planalto se dio de bruces con el vacío
que se observaba en el Congreso, donde fueron suspendidas las sesiones
plenarias ante el tsunami desatado por las denuncias que enlodaron a 63
parlamentarios, incluyendo al jefe de la Cámara Alta Eunicio de Oliveira y a su
colega de Diputados Rodrigo Maia.
El caso es que ni
los fiadores del régimen parecen creer en las palabras ilusorias de un mandatario doblemente
excepcional: que nunca tuvo legitimidad electoral y ahora parece haber perdido
parte del apoyo de los grupos de interés que lo llevaron al poder.
“Las delaciones
(de Odebrecht) enflaquecen al gobierno y complican la sucesión de Temer”
escribió, realista, el diario financiero Valor Económico, que está lejos de ser
opositor y apoya el programa neoliberal en curso. Ayer por la noche el Supremo
Tribunal Federal comenzó a distribuir los HD con decenas de horas de
confesiones de los “arrepentidos” de Odebrecht, en las que podrían surgir más
revelaciones excluidas del informe presentado por Fachin.
Por lo pronto el
magistrado cumplió con sobriedad la tarea que heredó de su colega Teorí
Zavascki, muerto en enero pasado en las costas de Río de Janeiro en un
accidente aéreo cuyas causas son investigadas por peritos de la Aeronáutica. La
desaparición de Zavavacki no fue una mala noticia para Temer y los suyos.
El ex magistrado
fue el único miembro del Supremo Tribunal Federal que se permitió encuadrar al
gobierno a través de una serie de decisiones y hasta puso límites a los
atropellos del juez Sergio Moro, en su papel perseguidor de Luiz Inácio Lula da
Silva.
Con su muerte
quedó enterrada la jurisprudencia por la cual si un presidente en funciones es
sospechado de corrupción debe ser objeto de investigaciones. Esa tesis fue
reemplazada por otra, acatada por Fachin y festejada por Temer, que prohíbe
abrir pesquisas sobre un mandatario mientras está en el ejercicio del cargo
sobre hechos anteriores a su mandato.
***
Título: El
“apocalipsis político” llegó a Brasil
Epígrafe: El
Tribunal Supremo de Brasil dio a conocer la llamada “lista de Fachin” tras las
declaraciones de directivos de Odebrecht: serán investigados por corrupción
ocho ministros, 78 legisladores de 14 partidos, 12 gobernadores y todos los
expresidentes que siguen con vida. Tambalea el gobierno golpista de Michel
Temer.
Texto: El juez de
la Corte Edson Fachin envió anoche el mayor pedido de investigaciones a la
dirigencia política en la historia de Brasil en base a la delación de 77
ejecutivos de Odebrecht, la empresa que se transformó en el eje del escándalo
del Petrolao descubierto por la Operación Lava Jato con casos de corrupción en
Petrobras.
La “lista de
Fachin” incluye prácticamente a toda la cúpula política del país. Llegó así el
"apocalipsis político" que muchos esperaban y que el presidente
Michel Temer intentaba contener. Las fuerzas con mayor cantidad de investigados
son el PMDB de Temer, el Partido de los Trabajadores y el PSDB. Ocho ministros
del Gabinete están bajo la lupa.
Los investigados
son el jefe de Gabinete Eliseu Padhila; el secretario general de la Presidencia
Wellington Moreira Franco; el canciller Aloysio Nunes y los ministros de
Agricultura, Blairo Maggi; de Ciencia y Tecnología, Gilberto Kassab;; de
Integración Nacional, Helder Barbalho; de Ciudades, Bruno Araujo, y de Comercio
Exterior, Marcos Pereira.
Hoy Temer
encabezó dos actos, en los que no se refirió directamente al tema pero hizo
algunas alusiones. "En las eventuales divergencias o interpretaciones
equivocadas, quien dará la palabra final será la Justicia", señaló y
expresó: “Lo que no podemos hacer jamás es paralizar al Gobierno".
Entre los
investigados por las declaraciones de ejecutivos de Odebrecht también están los
principales aliados del mandatario en el Congreso: el presidente del Senado
Eunicio Oliveira y el presidente de Diputados, Rodrigo Maia, además Aécio
Neves, ex candidato presidencial, senador y líder del PSDB.
Además, todos los
expresidentes brasileños que siguen con vida están en la “lista de Fachin”:
José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando
Henrique Cardoso (1995-2003), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma
Rousseff (2011-2016).
Lula –que ya
adelantó que será candidato en 2018-, Sarney, Cardoso y Rousseff no cuentan con
el fuero privilegiado por que no son actualmente legisladores ni funcionarios.
Sus pedidos de investigación fueron remitidos a tribunales inferiores, que analizarán
si abren contra ellos nuevas causas. Collor de Mello, que es senador, será
investigado por el Tribunal Supremo.
Temer también fue
mencionado en las declaraciones y señalado por pedir 3 millones de dólares a
Odebrecht para financiar campañas en forma clandestina. Sin embargo, no se
abrirá una investigación porque el juez Fachin entendió que no puede someterse
a una causa de un episodio anterior a su mandato presidencial. Podrá ser
investigado recién cuando deje el cargo, que vence el 31 de diciembre de 2018.
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