Tal vez no
lleguemos a saber nunca qué fue lo que pasó en Marzo de 2017 en el corazón del
Imperio. Algunos hablan de golpe de estado de los generales en contra de la
actual “administración” Trump. Otros dicen que el actual presidente ya venía
siendo cooptado desde antes. Una tercera línea de análisis sugiere que Donald
Trump fue un “tapado” del establishment desde siempre. Lo concreto es que la
política exterior del Imperio apuesta, en estos días, al caos global en todos
los frentes. El momento es delicado, qué duda cabe. El elefante ha comenzado a
trotar en el bazar, por lo que cabe esperar los resultados previsibles:
más platos (países) rotos, hasta que el paquidermo detenga su marcha. Uno de
los últimos defensores de Donald Trump como agente de cambio era el periodista Thierry
Meyssan, quien terminó de convencerse de cómo son las cosas hace apenas unos
días. Acá va su nota para Red Voltaire:
Título: 12 de
abril de 2017: el mundo está de nuevo al borde de la guerra
Epígrafe: La Casa
Blanca se alinea finalmente junto a la coalición de los neoconservadores
alrededor del Reino Unido y de varias grandes transnacionales. Estados Unidos
retoma la política imperialista que había adoptado en 1991 y reactiva la OTAN.
La ruptura con Rusia y China se consumó el 12 de abril de 2017. El mundo se
halla nuevamente al borde de la guerra nuclear.
Texto: En dos
semanas de intensa lucha en el seno de la administración Trump, Estados Unidos
atacó ilegalmente la base aérea de Shayrat, en Siria, y multiplicó
posteriormente las señales contradictorias antes de mostrar sus cartas. En
definitiva, Washington vuelve a su política imperialista.
En menos de dos
semanas, la administración Trump defendió siete posiciones diferentes sobre la
República Árabe Siria [1].
Estados Unidos
realizó otro importante cambio de posición el 12 de abril de 2017.
Al mismo tiempo,
el secretario de Estado Rex Tillerson viajaba a Moscú para intentar un último
acercamiento pacífico mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía
en Nueva York y tomaba nota del enfrentamiento y el presidente Trump volvía a
lanzar la OTAN contra Rusia.
El consejero especial
del presidente Trump, Steve Bannon, y su adjunto, Sebastian Gorka se preparaban
para correr la misma suerte que el general Michael Flynn mientras que la prensa
que anteriormente defendió a Trump hacía un balance de las actividades de los
tres. Según los rumores, Jared Kushner, el yerno del presidente, es el único
que goza ahora de verdadera influencia sobre Donald Trump, información que por
el momento no es verificable.
Parece que la
Casa Blanca ha modificado su posición bajo la influencia de los británicos,
empeñados en preservar a toda costa el sistema yihadista que ellos mismos
crearon [2]. El ministro británico de Exteriores Boris Johnson se apoyó en los
dirigentes europeos que se habían dejado convencer por los neoconservadores
durante la Conferencia de Munich, el 19 de febrero [3].
Para justificar
la agresión contra un Estado soberano miembro de la ONU, Rex Tillerson pudo
referirse solamente a una síntesis de los servicios de «inteligencia»
estadounidenses sobre el incidente químico de Khan Shaykhun. Pero esa síntesis
no presenta ningún indicio que permita sospechar de Siria sino que se limita a
mencionar la existencia de información clasificada para terminar con una
exhortación a derrocar el «régimen» [4].
El carácter
irreversible de ese brusco cambio de actitud se hace patente en el proyecto de
resolución que presentó la OTAN al Consejo de Seguridad de la ONU, que se ganó
un nuevo veto ruso [5]. Presentado en Occidente como un simple pedido de
investigación neutral sobre el incidente químico de Khan Shaykhun, ese proyecto
de resolución en realidad estipulaba que la fuerza aérea de Siria tendría que
ponerse bajo control del número 2 de la jerarquía onusiana, el estadounidense
Jeffrey Feltman. Este ex adjunto de Hillary Clinton es el autor de un plan de
capitulación total e incondicional de Siria [6].
El texto del
proyecto de resolución presentado el 12 de abril retoma el contenido del
borrador presentado el 6 de abril, sin que Estados Unidos llegasen a someterlo
a votación en aquel momento. Ese texto no tiene en cuenta el intento de
mediación de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, que trataron
de volver a un pedido normal de investigación por parte de la ONU [7].
El intento
tendiente a poner la fuerza aérea de la República Árabe Siria bajo control de
la ONU reedita la táctica aplicada contra Serbia hace 19 años, en 1998, hasta
el momento de la intervención ilegal de la OTAN.
El presidente
Donald Trump culminó su cambio de postura al recibir en la Casa Blanca al secretario
general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En una conferencia de prensa conjunta,
Trump dijo que ya no cree que la alianza atlántica sea obsoleta, agradeció su
respaldo contra Siria y dijo que se dispone a trabajar en estrecha coordinación
con sus aliados [8].
En respuesta,
Rusia anunció que acaba de actualizar el 60% de su fuerza nuclear y que está
lista para la guerra [9].
Nos hallamos así
de vuelta en el mismo punto de hace seis meses, cuando los Estados Unidos de
Barack Obama se negaban a trabajar con China, Rusia y sus aliados –la
Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y la Organización del Tratado de
Seguridad Colectiva (OTSC). Washington se disponía entonces a dividir el mundo
en dos partes completamente separadas, que ya no tendrían contacto alguno entre
sí [10].
Notas:
[1] «Las 6
posiciones de la administración Trump sobre Siria», Red Voltaire, 11 de abril
de 2017.
[2] Sous nos
Yeux. Du 11-Septembre à Donald Trump, Thierry Meyssan, éditions Demi-Lune,
2017. Ver fundamentalmente la segunda parte de este libro, por el momento
disponible únicamente en francés y en proceso de traducción a otros idiomas con
vista a su pronta publicación en varios países.
[3] «El secuestro
de la Conferencia de Seguridad de Munich», por Thierry Meyssan, Red Voltaire,
21 de febrero de 2017.
[4] “The Assad
regime’s used of chemical weapons, on April 4, 2017”, White House.
[5] “US, UK &
France Resolution on Syria (Russian vetoed)”, Voltaire Network, 12 de abril de
2017.
[6] Sous nos
Yeux. Du 11-Septembre à Donald Trump, Thierry Meyssan, éditions Demi-Lune,
2017. Páginas 238-244 y 249-251.
[7] “Security
Council Elected Members’ Initiative: Compromise Draft Resolution on Chemical
Attack in Idlib, Syria (withdrawn)”, Voltaire Network, 6 de abril de 2017.
[8] «Donald Trump
reactiva la OTAN», Red Voltaire, 13 de abril de 2017.
[9] «Rusia está
lista para una guerra nuclear», Red Voltaire, 13 de abril de 2017.
[10] «Noticiero
del cambio de orden mundial #13: Dos mundos separados», por Thierry Meyssan,
Al-Watan (Siria) , Red Voltaire, 8 de noviembre de 2016.
Nadie se lanza a la guerra sin objetivo, y menos con multiples frentes: Siria, Afganistan, Corea del Norte... La pregunta es ¿que esta negociando EEUU? ¿y con quien? ¿es Trump el que negocia? ¿o alguien más tomo su lugar?
ResponderEliminarMi impresión, sin manejar demasiado datos del asunto, es que Trump esta "renegociando" con sus aliados las condiciones de las alianzas militares del Atlantico y Pacifico. A OTAN-Europa le marca la cancha, le muestra quien manda, a Japon y Corea del Sur les corta el camino hacia China. Luego de imponer su condicion de lider militar de estas alianzas, mostrar posibles amenazas y confirmar fidelidad y seguimiento, vendran las nuevas negociaciones comerciales por fuera de los tratados de libre comercio y ... favorables a EEUU. En la mesa de negociación estará el menu proteccionista, algunas concesiones y EEUU pondrá a sus aliados un arma y un mapa con Rusia, Siria, Corea del Norte y China marcados. Y les dirá a sus aliados: elijan que quieren... nosotros los defendemos de ellos.
Al mismo tiempo le permite a Trump mostrar dentro de EEUU que esta contra Rusia, cerrando la principal critica del stablishment militar dentro de la administración de poder. Calma las aguas internas, y los pone a todos dentro del mismo barco. ¿Podrá luego desatar ese nudo y encaminar las relaciones? Dificil, pero son cosas que se pueden conversar luego...
Veremos, nadie sabe nada salvo 4 tipos...