Otra instructiva
nota de Thierry Meyssan en Red Voltaire sobre los múltiples usos
geoestratégicos de los “militantes” del Emirato Islámico, Daesh y siglas
afines. La foto de arriba muestra al consejero estadounidense para la seguridad nacional, John Bolton. Acá va:
Título: El uso
del terrorismo según John Bolton
Epígrafe: Después
haber privado al Emirato Islámico del territorio que le había asignado en tierras de Irak y Siria, Estados Unidos pretende reciclar una parte de sus
mercenarios para utilizarlos de otra manera. El consejero estadounidense para
la seguridad nacional, John Bolton, ha definido nuevos objetivos, nuevos
socios y nuevos métodos. El dispositivo es secreto, así que lo conocemos sólo
a través de lo que ya ha comenzado a hacerse. Este trabajo explora ese mundo
de violencia.
Texto: En 1978,
Zbignew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de James Carter, el
entonces presidente de Estados Unidos, decidió utilizar la Hermandad Musulmana
contra los soviéticos y envió árabes a luchar junto a la oposición contra el
régimen comunista afgano. Este último solicitó la ayuda de la Unión Soviética
y el Ejército Rojo acabó empantanado en un conflicto del cual no podía salir
victorioso.
En Afganistán, la
Hermandad Musulmana no recibió armamento de la CIA porque esta no logró que el
Congreso le otorgara la autorización que necesitaba para una operación de
aquella envergadura, así que fue Israel quien puso las armas. Ante el éxito de
aquella operación, árabes y afganos fueron utilizados después en numerosos
teatros de operaciones. También resultó que la Hermandad Musulmana, utilizando
armas proporcionadas por Israel e Irak, decidió probar suerte contra Siria, en
1978 y 1982. Un representante de la Hermandad Musulmana fue incorporado al estado mayor de la OTAN durante la agresión contra Yugoslavia en Kosovo.
Aunque el estatus
de la Hermandad Musulmana como tropa auxiliar de la OTAN se interrumpió a finales del paso de Bill Clinton por la Casa Blanca, la colaboración entre la
cofradía y la CIA siempre se mantuvo. Luego se incrementó con la agresión
contra Libia, bajo la administración Obama, donde la Hermandad Musulmana
proporcionó prácticamente toda las tropas terrestres utilizadas por la OTAN.
Un miembro de la Hermandad Musulmana fue incluso incorporado al Consejo de
Seguridad Nacional de Estados Unidos. Posteriormente, durante la agresión contra Siria, el LandCom de la OTAN, con sede en la ciudad turca de Izmir
(Esmirna) coordinó el uso de las fuerzas yihadistas.
La administración
Trump se opuso, como cuestión de principio, a que las fuerzas armadas estadounidenses
recurran al uso de grupos terroristas. Llegó entonces para la Casa Blanca el momento de redefinir el papel de la Hermandad Musulmana.
Aunque no se
conoce aún la nueva estrategia trazada por el consejero de seguridad nacional,
John Bolton, numerosos indicios ya permiten percibir sus contornos.
Daesh
A principios de
2018, las fuerzas especiales estadounidenses ilegalmente presentes en Siria exfiltraron a miles de miembros del Emirato Islámico (Daesh) y los enviaron al
extranjero. En mayo de 2018, le general iraní Rahim Safavi, consejero del
ayatola Khamenei para los temas militares, acusó a Estados Unidos de organizar
el traslado de los combatientes de Daesh hacia Afganistán.
Unos 7.000
hombres de Daesh se encuentran actualmente en Afganistán, pero ya no apoyan a los talibanes. Estos últimos son ahora contrarios a cualquier presencia
extranjera en Afganistán. Por consiguiente, los hombres de Daesh luchan ahora
contra los talibanes afganos.
Según Qari
Muhammad Yussuf Ahmadi, vocero del Emirato Islámico de Afganistán –o sea, de
los talibanes–,
«Los invasores
americanos y sus lacayos realizaron anoche [el 12 de enero de 2019] un ataque contra un campamento de los muyahidines, donde estaban detenidos miembros de
Daesh, en Pani Bus, distrito de Jwand, provincia de Bagdis. Las fuerzas
conjuntas enemigas mataron a 2 guardias y se llevaron a 40 detenidos miembros
de Daesh. Parece que los invasores americanos y sus comparsas de la
administración de Kabul realizaron ese ataque para ayudar a los miembros de Daesh allí detenidos. Cada vez que los muyahidines del Emirato Islámico [los
talibanes] han librado combates contra Daesh, los invasores americanos han
ayudado a Daesh y han bombardeado las posiciones de los muyahidines.
Exactamente como cuando los muyahidines de Darzab, distrito de Jowzjan,
vencieron a Daesh y estuvieron a punto de erradicarlo [en agosto pasado], los
invasores americanos y la administración de Kabul vinieron juntos a ayudar a 200 miembros de Daesh sacándolos de allí en helicópteros.»
Es entonces
cuando el Centro de Lucha contra el Terrorismo de la academia militar estadounidense de West Point publica un estudio histórico sobre las
divergencias entre los muyahidines durante la guerra contra los soviéticos en
Afganistán. Ese documento recuerda que en 1989, durante la retirada del
Ejército Rojo y cuando Osama ben Laden regresó a Arabia Saudita, jóvenes
miembros de la Hermandad Musulmana cuestionaron la falta de rigor religioso de sus jefes. Aquellos jóvenes crearon la «Escuela de Jalalabad», mucho más
estricta, que comenzó a acusar a estos y aquellos de «falta de religiosidad» y
a excluirlos de la religión (takfir), fue ese –según dicen– el conflicto que
resurgió en 2014, provocando la ruptura entre al-Qaeda y Daesh.
Esta mirada al
pasado no debe hacernos olvidar que la Hermandad Musulmana siguió acogiendo no
sólo a los talibanes sino a todos los muyahidines afganos, hasta que fue
asesinado Ahmed Chah Massud (quien también había sido miembro de la Hermandad
Musulmana), el 9 de septiembre de 2001, justo 2 días antes de los atentados de
Nueva York y el Pentágono. Durante dos décadas, Afganistán se convirtió en el
lugar donde se formaban combatientes provenientes del Cáucaso ruso. Hoy en
día, los talibanes son mucho más cuidadosos en la selección de sus aliados y
amigos. Actualmente controlan el 60% del territorio afgano y ya no se basan en criterios religiosos sino nacionalistas.
Durante la
guerra contra los soviéticos, la Hermandad Musulmana estuvo vinculada principalmente al ex primer ministro Gulbuddin Hekmatyar, quien la
representaba en Afganistán. El 22 de septiembre de 2016, con el respaldo de la
administración Obama, Gulbuddin Hekmatyar obtuvo el perdón del nuevo Estado
afgano y la ONU retiró su nombre de las listas de terroristas.
La llegada de
Daesh a Afganistán se produce en momentos en que, desde julio de 2018, la
administración Trump trata de negociar con los talibanes. Contactos
preliminares tuvieron lugar en Qatar entre estos y la embajadora
estadounidense Alice Wells, asistente de Mike Pompeo para el Asia Central. Las
negociaciones se desarrollaron bajo la dirección del embajador estadounidense
Zalmay Khalilzad, en septiembre y octubre, a pesar de la inquietud del gobierno afgano, que envió un representante sin que este fuese admitido en el diálogo.
Antes de convertirse en estadounidense, Khalilzad luchó contra los soviéticos
junto a los talibanes, pashtunes como él. Después de hacerse estadounidense,
Khalilzad se convirtió en neoconservador y fue nombrado embajador en la ONU.
Eso fue en 2007, cuando el Senado rechazó la nominación de John Bolton.
Los Muyahidines
del Pueblo
La semana pasada,
la jefa de los Muyahidines del Pueblo (MEK), Maryam Radjavi, residente en
Tirana, la capital albanesa, llegó a Kabul en visita oficial. Allí se reunió
con el presidente del Consejo Nacional de Seguridad y ex embajador afgano en
Estados Unidos, Hamdullah Mohib. La señora Radjavi debe viajar próximamente a
Herat, en el distrito de Shindans, para establecer allí una base militar de
MEK. Según el diario pakistaní Ummat, el Pentágono entrenó allí 2.000 Muyahidines del Pueblo en octubre de 2012.
A pesar de que
tienen denominaciones similares, los muyahidines de la Hermandad Musulmana, que son árabes sunnitas, no tienen nada que ver con los Muyahidines del Pueblo
(MEK), que son persas chiitas. Lo único que estos dos grupos tienen en común
es el hecho de haber sido manipulados por Estados Unidos y la práctica del
terrorismo.
Desde el año
2013, los Muyahidines del Pueblo, que estaban en Irak, se trasladaron a Albania con ayuda de Estados Unidos. Varias empresas israelíes construyeron para ellos
una pequeña ciudad en suelo albanés. Pero el 23 de junio de 2014, ante 80 000
miembros de MEK y 600 personalidades occidentales, Maryam Radjavi pronunció
un largo discurso donde se regocijaba ante la conquista de Irak por parte de
Daesh. Es importante recordar que la progresión de Daesh en Irak había sido
organizada con ayuda del general iraquí Ezzat Ibrahim al-Douri, antiguo brazo
derecho de Saddam Hussein y, bajo ese estatus, protector de los Muyahidines
del Pueblo.
El estadounidense
John Bolton mantiene vínculos con los Muyahidines del Pueblo desde la época de
la administración Bush. Y esos vínculos se fortalecieron con la participación
de Bolton –específicamente en 2010 y en 2017– en las concentraciones que los
Muyahidines del Pueblo realizan anualmente en la localidad francesa de Villepinte,
participación que le valió ser remunerado con 40.000 dólares. Hoy convertido
en consejero de seguridad nacional, Bolton está reuniendo a los yihadistas de
Daesh con los Muyahidines del Pueblo encabezados por Maryam Radjavi para
luchar contra un objetivo común.
El blanco más
inmediato de esa alianza debería ser Irán, que tiene una larga frontera con Afganistán, frontera que por demás muy difícil de defender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario