jueves, 31 de marzo de 2016

Hepatitis C


Se sabe: las enfermedades disparan el déficit y luego hay que ajustarse porque, caso contrario, se acaba el mundo y no llegan las necesarias inversiones. Así nos cuenta el diario español Publico.es las desventuras del gobierno del Sr. Rajoy, quien no gana para sustos:


Título: Rajoy se pasa en el déficit y obligará a un ajuste de 24.000 millones para cumplir con Bruselas

Subtítulo: El Gobierno culpa a la hepatitis C y a las comunidades autónomas de la desviación del déficit en 2015, hasta el 5,23% del PIB

Epígrafe: El descontrol del déficit obligará a un ajuste de 24.000 millones en 2016 para cumplir con Bruselas / La diferencia entre los gastos y los ingresos del Estado llegó en 2015 al 5,23% del PIB y alcanzó en términos brutos los 56.608 millones de euros, incluyendo los 547 que se destinaron a ayudar a los bancos. Este año el déficit no podrá superar los 32.000 millones.

Texto: MADRID.— Era algo que se barruntaba desde hace bastante tiempo, pero el dato concreto no se ha conocido hasta hoy. El déficit público alcanzó en 2015 los 56.061 millones de euros, lo que representa el 5,18% del PIB, casi un punto por encima del objetivo del 4,2% pactado con Bruselas. Las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) no dejan lugar a dudas: el Gobierno ha sido incapaz de controlar el déficit pese a que Mariano Rajoy lleva cuatro años presumiendo de lo contrario.

Pero el dato es ligeramente peor si se incluyen las ayudas a la banca, que según el INEalcanzaron los 547 millones en 2015. Contando con esas ayudas, el déficit del conjunto de las administraciones públicas se elevó el pasado año hasta el 5,23% del PIB y sumó un total de 56.608 millones de euros, si bien dichas ayudas no computan en el procedimiento de déficit excesivo.

Esta cifra equivale a unos 10.800 millones de euros de gasto adicionales y obligará a realizar un ajuste de unos 24.000 millones de euros a lo largo de 2016 para poder cumplir con el objetivo del 2,8% previsto para este año. Es decir, la brecha entre los gastos y los ingresos tendrá que pasar de 56.608 millones en 2015 a 32.200 millones en 2016.

El Gobierno, sin embargo, no asume ninguna responsabilidad en ese descontrol: asegura que parte del desvío del déficit de 2015 se explica por partidas presupuestarias excepcionales que no volverán a repetirse este año. En concreto, apunta el pago del tratamiento de la hepatitis C, que se elevó a 1.090 millones de euros, además de otros cerca de 2.000 millones que afloraron en Catalunya tras la construcción de una prisión y otros 200 millones de un tranvía en Aragón. Estos gastos ya explican por sí solos alrededor de un tercio de la desviación del déficit.

En términos desglosados, la Administración General del Estado registró un déficit del 2,76% frente al objetivo fijado al principio del 2,9%. Las corporaciones locales, los ayuntamientos, tuvieron un superávit del 0,44% del PIB cuando tenían que registrar equilibrio (0%). Las Comunidades Autónomas registraron un déficit del 1,66% del PIB frente al 0,7% que les dejaba el Gobierno;  la Seguridad Social tuvo un desfase del 1,26% frente al límite del 0,6%.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Una inmensa batalla social


Un poco a cuento de nuestro post anterior va esta nota de Emir Sader publicada en el diario Página/12 de ayer. La instalación de la barbarie neoliberal como revancha. A ver si te gusta:


Título: Revanchismo conservador

Texto: Hablamos de restauración conservadora, pero la expresión es un tanto fría para designar el proceso real con que la derecha latinoamericana amenaza a nuestros países. No se trata de un proceso frío de sustitución de un modelo económico por otro. Detrás de ese cambio aparecen cambios profundos en las relaciones de clase, con sentimientos y rencores.

Los gobiernos progresistas de América Latina cometieron el pecado de lesionar intereses de las elites dominantes. En Brasil, el editor jefe del diario O Globo –un tal Ali Kamel– llegó a escribir un libro para acusar a los que han introducido la política de cuotas para negros en las universidades públicas, de haber “introducido” (sic) el racismo en Brasil. Los negros estaban quietos, según él, a lo mejor resignados por su condición, en un país conocido por su “democracia racial”, por una integración consentida, cuando la política de cuotas despertó en ellos sentimientos malos. El libro se llama No somos racistas y acusa a los que han introducido las políticas de cuotas de haber introducido el racismo en Brasil.

Sentimientos similares se mantuvieron presentes en sectores de las elites tradicionales, cuando vieron que sus privilegios dejaban de ser sólo suyos, para convertirse en derechos de todos. Hay sectores de la clase media que no quieren derechos, prefieren privilegios que los incluya solamente a ellos.

Los gobiernos progresistas han promovido los derechos de la gran masa que siempre había estado rezagada, discriminada, excluida. Es una experiencia inolvidable para ellos y traumática para los que los querían siempre abajo. Se fueron acumulando rencores, conforme esa masa fue eligiendo y reeligiendo a los gobiernos que atendían sus reivindicaciones.

Ahora, cuando la derecha ve posibilidades de retornar al gobierno –vía elecciones, como en Argentina o de alguna forma de golpe blando, como en Brasil y en Venezuela–, sus designios se van volviendo claros. No se trata solamente de adecuaciones económicas, sino de virajes fundamentales hacia economías de mercado, abiertas al libre comercio, la vuelta a Estados mínimos y a fuertes recortes de empleos y de los derechos sociales de la gran mayoría.

Se trata de una verdadera revancha social, porque las correlaciones de fuerzas entre las clases han cambiado mucho, a favor de las capas populares. Las elites y la derecha no perdonan haber cedido espacios para los derechos de la masa de la población. Macri ataca directamente las políticas sociales del gobierno de Cristina, so pretexto de equilibrar las finanzas públicas y combatir la inflación.

En Brasil, el programa esbozado por los políticos más corruptos del país –Michel Temer, Eduardo Cunha, Renan Calheiros, vicepresidente y presidentes de la Cámara y del Senado, respectivamente, todos del partido PMDB– representaría un durísimo ajuste fiscal, con cortes sustanciales en las políticas sociales introducidas por el gobierno Lula y profundizadas por el de Dilma. Además del ataque entreguista a Petrobras y al Pre-sal (plataforma petrolera submarina).

Hablar simplemente de restauración parece algo plácido respecto a la violencia del contenido social de las medidas que buscan poner en práctica, así como de la represión que necesariamente las acompaña.

La lucha por la defensa de la democracia y de los gobiernos progresistas no es solamente una lucha política y electoral, es una inmensa batalla social, de defensa de la gran masa de la población, cuyos derechos están en juego bajo la feroz revancha de clases que la derecha lleva a cabo o pretende hacerlo donde lucha por volver al poder.

La Biblioteca como modelo


El desguace del Estado, la industria, la producción y el comercio nacionales que vienen con el nuevo gobierno neoliberal argentino, encuentra su símbolo en la Biblioteca Nacional. Lo que sigue es una nota de Noé Jitrik para La Izquierda Diario. No te la pierdas:


Título: La Biblioteca Nacional hoy

Epígrafe: Ha dejado de ser lo que había sido hasta fines de noviembre del año pasado. Sin ideas, lo único que se le ocurre a la nueva dirección es eliminar lo que le daba carácter y fuerza y echar gente

Texto: Silvio Astier, el personaje de El juguete rabioso, de Roberto Arlt, es un lector que no cuenta, al comienzo, con los libros que le importan: lo tendrá más adelante, cuando sea ayudante del viejo librero italiano que lo explota; codicia esos libros lejanos de modo que cuando, con otros cómplices, entra a una biblioteca pública, de noche, y roba algunos volúmenes, satisface una necesidad latente e imperiosa, se siente justificado por un acto que al mismo tiempo considera reprobable.

El episodio es significativo y ha dado lugar a algunas interpretaciones, menos de orden ético –robar lo que sea es un acto asocial y condenable, un delito- que político, la posibilidad de entender ese tipo de robo como expropiación. Correlativamente, y en esa dirección, la biblioteca aparece como un símil de la acumulación capitalista, sólo que lo es del sentido, que no es un valor de cambio; aunque los libros cuesten y valgan su verdadero valor no pasa por ahí, ya se sabe: la acumulación en la biblioteca es del sentido, no de la mercancía ni del dinero, no es un banco que para alguien como Brecht era expropiable.

Desde luego, hay varias maneras de robar una biblioteca; la más elemental es llevarse a casa algunos libros en un caso para tenerlos y leerlos porque se los ama, en otro para venderlos; una más sofisticada, pero no por eso menos agresiva y brutal es la que estamos presenciando en este comienzo de era que algunos designan como macrismo y que vaya uno a saber cuánto va a durar y qué ruinas dejará cuando concluya. Lo que está robando es nada menos que el alma de la biblioteca, esa relación que se había creado entre el ámbito y quienes podían acceder a él.

Con el argumento que formuló, cuando se le ocurrió que debía decir algo, un director a quien le están haciendo el favor de evitarle decisiones antagónicas con lo que él pretende ser, acerca de la “rentabilidad”, no sólo se niega una obra sino que se “destituye” casi todo o todo lo que la biblioteca había abierto y se despide, se echa, se saca de sus empleos a quienes habían sido sus ejecutores. Se acaban las publicaciones, se acaba la tradicional revista, se eliminan los talleres, no sé cuántas cosas más desaparecen “porque no son rentables” y, sobre todo, se regresa a un momento cavernario, la biblioteca como convocatoria de sombras y no de personas, la biblioteca como depósito de dudosas glorias y no de recuperaciones y debates.

No puedo decir sólo que es una lástima que eso suceda o bien, más fuertemente, que es una grosera iniquidad que tiene como telón de fondo cientos de trabajadores a quienes les roban todo, lo que hicieron, lo que podrían seguir haciendo y, no poca cosa, el salario. Y no lo puedo decir porque hay una congruencia entre lo que acaban de hacer ahí con lo que están destruyendo en otras partes; esa política en marcha, con entreguismo y todo, había sido anunciada pero evidentemente una considerable porción de eso que no se equivoca nunca lo desoyó, no lo midió y ahora, como el resto del país, sufre las consecuencias.

La Biblioteca ha dejado de ser lo que había sido hasta fines de noviembre del año pasado; sin ideas lo único que se le ocurre a la nueva dirección que balbucea algunas consignas reaccionarias es eliminar lo que le daba carácter y fuerza y echar gente. Su mayor, y triste éxito, sería que algunos solitarios lectores se refugiaran en el silencio de las salas para huir del ruido de las calles, del tedio de sus casas, del miedo a la vejez y, sobre todo, del desafío de saber y de pensar.



El golpe en Brasil y la Guerra Híbrida


Otra interesante nota de Pepe Escobar para RT sobre el golpe en ciernes contra Dilma Roussef en Brasil, incluyendo la destrucción de Luis Ignacio da Silva, Lula, como líder popular contemporáneo del Brasil. La nota está enmarcada en el concepto de "guerra híbrida", ya desarrollado en post anteriores de este blog. Acá va la nota:
  

Título: Brazil, like Russia, under attack by Hybrid War

Texto: Color revolutions would never be enough; Exceptionalistan is always on the lookout for major strategic upgrades capable of ensuring perpetual Empire of Chaos hegemony.
The ideological matrix and the modus operandi of color revolutions by now are a matter of public domain. Not so much the concept of Unconventional War (UW).

UW was spelled out by the 2010 Special Forces Unconventional Warfare manual. Here’s the money quote:

“The intent of US [Unconventional Warfare] UW efforts is to exploit a hostile power’s political, military, economic, and psychological vulnerabilities by developing and sustaining resistance forces to accomplish US strategic objectives… For the foreseeable future, US forces will predominantly engage in irregular warfare (IW) operations.”

“Hostile” powers are meant not only in a military sense; any state that dares to defy any significant plank of the Washington-centric world “order” – from Sudan to Argentina – may be branded “hostile”.

The dangerous liaisons between color revolutions and UW have now fully blossomed as Hybrid War; a warped case of Flowers of Evil. A color revolution is nothing but the first stage of what will become Hybrid War. And Hybrid War can be interpreted essentially as the weaponization of  chaos theory – an absolute conceptual darling of the US military (“politics is the continuation of war by linguistic means”). My 2014 book Empire of Chaos essentially tracks its myriad manifestations.

This very well-argued three-part thesis clarifies the central objective behind a major Hybrid War; “to disrupt multipolar transnational connective projects through externally provoked identity conflicts (ethnic, religious, political, etc.) within a targeted transit state.”

The BRICS – an extremely dirty word/concept in the Beltway/Wall Street axis – had to be the prime targets of Hybrid War. For myriad reasons. Among them; the push for trade and commerce in their own currencies, bypassing the US dollar; the creation of the BRICS development bank; the avowed drive towards Eurasia integration, symbolized by the now converging China-led New Silk Roads – or One Belt, One Road (OBOR), in its official terminology – and Russia-led Eurasia Economic Union (EEU).

This implies that Hybrid War sooner rather than later will hit Central Asia; Kyrgysztan, a prime lab for Exceptionalistan experiments of the color revolution kind, is the ideal candidate.

As it stands, Hybrid War is very much active in Russia’s western borderlands (Ukraine) but still embryonic in Xinjiang, China’s Far West, which Beijing micromanages like a hawk. Hybrid War is already being applied to prevent a crucial Pipelineistan gambit; the construction of Turkish Stream. And will also be fully applied to interrupt the Balkan Silk Road – essential for China’s integrated trade/commerce with Eastern Europe.

As the BRICS are the only, real counter power to Exceptionalistan, a strategy had to be developed for each of the major players. Everything was thrown at Russia – from sanctions to full demonization, from a raid on its currency to an oil price war, even including (pathetic) attempts to start a color revolution in the streets of Moscow. For a weaker BRICS node, a more subtle strategy would have to be developed. Which brings us to the complexity of Hybrid War as applied to the current, massive political/economic destabilization of Brazil.

In the UW manual, swaying the perceptions of a vast “uncommitted middle population” is essential in the road to success, so these uncommitted eventually turn against their political leaders. The process encompasses everything from “supporting insurgency” (as in Syria) to “wider discontent through propaganda and political and psychological efforts to discredit the government” (as in Brazil). And as an insurrection escalates, so should the “intensification of propaganda; psychological preparation of the population for rebellion.” That, in a nutshell, has been the Brazilian case.


We need our own Saddam

Exceptionalistan’s utmost strategic objective is usually to have a merger of color revolution and UW. But Brazil’s civil society and vibrant democracy were too sophisticated for hardcore UW steps such as sanctions or R2P (“responsibility to protect”).

It’s no wonder that Sao Paulo was turned into the epicenter of the Hybrid War against Brazil. Sao Paulo, the wealthiest Brazilian state, also housing the economic/financial capital of Latin America, is the key node in an interlinked national/international power structure.

The Wall Street-centered global financial system – which rules over virtually the whole West – simply could not allow national sovereignty in full expression in a major regional actor such as Brazil.

The Brazilian Spring, in the beginning, was virtually invisible, an exclusive social media phenomenon – just as Syria in early 2011.

Then, in June 2013, Edward Snowden leaked those notorious NSA spying practices. In Brazil, the NSA was all over Petrobras. And suddenly, out of the blue, a regional judge, Sergio Moro, based on a single source – a currency exchange operator in the black market – had access to a major Petrobras document dump. Up to now, the two-year Car Wash corruption investigation has not revealed how they got to know so much about what they dub the “criminal cell” acting inside Petrobras.

What matters is that the color revolution modus operandi – a fight against corruption and “in defense of democracy” – was already in place. That was the first step of Hybrid War.

As Exceptionalistan coined “good” and “bad” terrorists wreaking havoc across “Syraq”, in Brazil surged the figure of the “good” and the “bad” corrupt.

Wikileaks also unveiled how Exceptionalistan doubted Brazil could design a nuclear submarine – a matter of national security. How construction company Odebrecht was going global. How Petrobras by itself developed the technology to explore the pre-salt deposits – the largest oil discovery of the young 21st century, of which Big Oil was excluded by none other than Lula.

Then, as a result of Snowden’s revelations, the Rousseff administration required all government agencies to use state-owned companies for their technology services. This would mean that US companies could lose as much as $35 billion in revenue over two years as they would be deprived of business in the 7th largest economy in the world – as research group Information Technology & Innovation Foundation discovered.


The future is happening now

The march towards Hybrid War in Brazil had little do to with the political left or right. It was basically about mobilizing a few wealthy families that actually run the country; buy large swathes of Congress; control mainstream media; behave like 19th century slave plantation owners (slavery still permeates all social relations in Brazil); and legitimize it all via a hefty, yet bogus, intellectual tradition.

They would give the signal for the mobilization of the middle class.

Sociologist Jesse de Souza identified a Freudian “substitutive gratification” phenomenon under which the Brazilian middle class – with large swathes now clamoring for regime change – imitates the wealthy few as much as it’s ruthlessly exploited by them, via mountains of taxes and sky-high interest rates.

The wealthy 0,0001% and the middle classes needed an Other to demonize – Exceptionalistan style. And what could be more perfect for the judicial-police-media-old comprador elite complex than the figure of a tropical Saddam Hussein: former President Lula.

Ultra right-wing “movements” financed by the nefarious Koch Brothers suddenly popped up on social networks and street protests. The Brazilian attorney general visited the Empire of Chaos leading a Car Wash team to hand out Petrobras information that could prop up possible Department of Justice indictments.

Car Wash and the – immensely corrupt – Brazilian Congress, which will now deliberate over the possible impeachment of President Rousseff, revealed themselves as indistinguishable.

By then, the scriptwriters were sure that a regime change social infrastructure was already built into a critical anti-government mass, thus allowing the color revolution’s full bloom. The way to a soft coup was paved – without even having to resort to lethal urban terrorism (as in Ukraine). The problem was that if the soft coup failed – as it now seems at least possible – it would be very hard to unleash a hard coup, Pinochet-style, via UW, against the beleaguered Rousseff administration; that is, finally accomplishing Full Hybrid War.

On a socioeconomic level, Car Wash would only be fully “successful” if mirrored by a softening up of Brazilian laws regulating oil exploration, opening it up for US Big Oil. And in parallel, all social spending programs would have to be smashed.

Instead, what’s happening now is the progressive mobilization of Brazilian civil society against a white coup/soft coup/regime change scenario. Crucial actors in Brazilian society are now firmly positioned against the impeachment of President Rousseff, from the Catholic church to evangelicals; first tier university professors; at least 15 state governors; masses of union workers and “informal economy” workers; artists; leading intellectuals; jurists; the overwhelming majority of lawyers; and last but not least, the “deep Brazil” that legally elected Rousseff with 54.5 million votes.

It ain’t over till some fat man in the Brazilian Supreme Court sings. What’s certain is that independent Brazilian academics are already laying down the theoretical bases to study Car Wash not as a mere, massive anti-corruption drive; but as the ultimate case study of Exceptionalistan’s geopolitical strategy applied to a sophisticated globalized environment dominated by infotech and social networks. The whole developing world should be fully alert – and learn the relevant lessons, as Brazil is bound to be analyzed as the ultimate case of Soft Hybrid War.

martes, 29 de marzo de 2016

Noticias desde Palmira


El sitio web Al Manar en español publica una serie de notas breves centradas en los recientes éxitos de las Fuerzas Armadas sirias contra los terroristas islámicos del EI en la localidad (entre otras cosas, arqueológica) de Palmira. Es que las significaciones del evento son múltiples. Acá van algunas:


Título: Palmira entierra las ambiciones de Erdogan

Texto: La derrota del EI en Palmira ha supuesto una dura derrota para el EI, pero también para todos aquellos que apostaron por este grupo terrorista para implementar sus planes en Siria tendentes a dividir o controlar dicho país.

Las sucesivas victorias del Ejército sirio han llevado al EI a una posición de extrema debilidad y a la certidumbre de que su aplastamiento definitivo está a unos meses vista, tanto en Siria como en Iraq. El 27 de Marzo es, pues, un capítulo glorioso de la historia de Siria y de oprobio y derrota para sus enemigos.

Turquía es el país más afectado por la derrota. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se muestra tenso y nervioso ante las malas noticias sobre la derrota de sus aliados del EI y ha afirmado en varios viajes al extranjero que las negociaciones de Ginebra son “inútiles” mientras Rusia continúe ayudando al Ejército sirio. Ankara se muestra también irritada por el hecho de que el despliegue ruso del S-400 en Latakia haya acabado con el proyecto turco de establecer una zona de exclusión aérea y una zona colchón en el norte de Siria, como pasos previos a la reconstrucción del Imperio Otomano -que abarque desde Iraq y Siria hasta el Magreb- que Erdogan persigue en colaboración con sus aliados terroristas.

En este sentido, los avances del Ejército sirio han supuesto el fin de los sueños expansionistas de Erdogan y su entorno provocando la irritación en un momento en que él está en vías de implantar una dictadura en la propia Turquía e incrementa la persecución de los medios críticos, como demuestra la reciente confiscación del diario opositor Zaman y las amenazas contra Hürriyet, el otro gran periódico opositor.

Los ataques rusos y el avance del Ejército sirio han cortado la mayor parte de las rutas de abastecimiento de los grupos terroristas. Además, el Ejército sirio parece prepararse ahora para la toma de Yisr al Shugur, una estratégica ciudad situada en la provincia de Idleb, en el norte de Siria, cuya captura en abril de 2015 por parte del llamado “Ejército de la Conquista” fue posible gracias a la masiva ayuda turca.

La toma de Yish al Shugur irá seguida por otras ofensivas sirias destinadas a recuperar la totalidad de la provincia de Idleb. La toma de más zonas en el norte cortará definitivamente el cordón umbilical que une los grupos terroristas a Turquía y disminuirá o acabará con la influencia de este país en relación a los acontecimientos que tienen lugar en el campo de batalla en Siria.

En este sentido, muchos analistas militares creen que tras la liberación de Palmira, los feudos terroristas irán cayendo uno tras otro en rápida sucesión y que el EI y el Frente al Nusra podrían quedar al borde de la aniquilación en pocos meses.

La victoria de Palmira muestra también la fragilidad y bancarrota de la llamada “oposición armada” en Siria, que no lucha bajo la bandera de un proyecto nacional sino sólo buscando el dinero y las ayudas del régimen saudí, el turco y de varios países occidentales.

La derrota militar del EI en Palmira supone, en realidad, no sólo una derrota militar, sino también y sobre todo un duro golpe psicológico a los grupos terroristas, cuya moral ha colapsado y que se hallan ahora en una situación de pánico. Pronto veremos escenas similares a las de Palmira en muchas otras batallas dirigidas a limpiar a Siria de grupos terroristas y de la influencia de sus patrocinadores, comenzando por Erdogan.


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Título: Fisk: ¿Por qué los gobiernos occidentales guardan silencio sobre Palmira?

Texto: El conocido periodista británico, Robert Fisk, ha destacado la importancia de la victoria del Ejército sirio en Palmira, “la antigua ciudad romana de la emperatriz Zenobia”.

Al mismo tiempo, él recriminó en un artículo publicado en el periódico The Independent, el silencio de los gobiernos occidentales, y concretamente el británico, ante este hecho.

“Hace menos de diez días, el EI destruyó las vidas de más de 30 seres humanos inocentes en Bruselas, así que deberíamos estar aplaudiendo por su mayor derrota militar en la historia”, señala Fisk.

“Sin embargo, cuando los terroristas del EI huían de Palmira, Barack Obama y David Cameron guardaban silencio como tumbas, adonde el EI ha enviado a tantas víctimas. Él mismo que hizo bajar nuestra bandera nacional en honor del rey cortacabezas de Arabia Saudí (Estoy hablando de Cameron, por supuesto) no dijo una palabra”.

“Y cuando vemos al Ejército sirio -respaldado, por supuesto, por los rusos de Vladimir Putin- echando a los payasos del EI de la ciudad no nos atrevemos a pronunciar una sola palabra para decir “bien hecho”,” añade Fisk.

“Cuando Palmira fue tomada por el EI el pasado año, predijimos la caída de Bashar al Assad. Nosotros nos preguntábamos: “Dado que los estadounidenses odian tanto al EI, ¿por qué ellos no bombardearon los convoyes suicidas que rompieron las líneas del frente del Ejército? ¿Por qué ellos no atacaron al EI?”

“Si los norteamericanos quieren destruir al EI, ¿por qué no les bombardearon cuando los vieron?”, me preguntó un general del Ejército sirio después de la derrota de sus soldados. Su hijo murió defendiendo Homs. Sus hombres fueron capturados y degollados en las ruinas romanas”.

“El oficial sirio que estaba a cargo de las ruinas romanas (que nos importaban tanto, ¿recuerdan?) fue decapitado por el EI por diversión. Y nosotros guardamos silencio entonces tanto como ahora”, señala Fisk.

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Título: Sheij Qassem: Palmira, una derrota estratégica para el EI y sus mentores

Texto: El vicesecretario general de Hezbolá, Sheij Naim Qassem, dijo el lunes que la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al Líbano no era casual y afirmó que su país rechaza la naturalización de los refugiados sirios y palestinos.

Sheij Qassem añadió que EEUU y sus aliados europeos buscan convertir al Líbano en un país de residencia permanente para los refugiados de ambas nacionalidades.

Su Eminencia señaló que la liberación de Palmira ha supuesto un duro golpe para el grupo terrorista EI y sus patrocinadores y también indicó que EEUU ha perdido toda esperanza de provocar un cambio de régimen en Siria.

Sheij Qassem denunció que el régimen saudí ha promovido el terrorismo en Iraq, Siria, Yemen y el Líbano y añadió que los líderes saudíes están irritados por sus graves derrotas en toda la región.

El responsable de Hezbolá descartó la posibilidad de una guerra israelí contra el Líbano y confirmó la disposición de la Resistencia a hacer frente a cualquier escalada sionista.

Sheij Qassem destacó también la importancia de la intifada palestina que mantiene al régimen sionista preocupado por su futuro.

En relación a Iraq, Su Eminencia dijo que EEUU ha fracasado en sus intentos de impedir a las Fuerzas de Movilización Popular participar en la liberación de Mosul.

Él dijo también que la revolución pacífica en Bahrein continuará y culpó al régimen saudí de la situación de bloqueo político en ese país.


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Título: Putin felicita a Assad por Palmira. Promete continuar el apoyo militar ruso

Texto: El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó en una conversación telefónica el lunes a su homólogo sirio, Bashar al Assad, por haber recuperado la antigua ciudad de Palmira.

“Palmira ha quedado reducida a ruinas varias veces a lo largo de la historia. Como sucedió anteriormente, ella será restaurada de nuevo con la determinación de continuar siendo un tesoro cultural para toda la humanidad”, dijo Assad durante la conversación telefónica.

El presidente sirio subrayó que la determinación del Ejército sirio, junto con el apoyo efectivo de la Fuerza Aérea rusa, había logrado la gran victoria para Siria y la humanidad.

Putin, por su parte, reiteró que el Ejército ruso continuará apoyando a Siria en su lucha contra el terrorismo.

El domingo, el Mando General del Ejército sirio anunció en una declaración que la seguridad había sido restablecida en la antigua ciudad de Palmira tras una serie de operaciones “precisas y efectivas” que fueron llevadas a cabo por el Ejército y las fuerzas de defensa nacional, así como por Hezbolá.

Las fuerzas aéreas de Siria y Rusia llevaron a cabo operaciones militares de ataque a las posiciones del grupo takfiri en la ciudad.

lunes, 28 de marzo de 2016

El terrorismo como herramienta


Son cada vez más los indicios que apuntan a Turquía como el origen de los atentados "terroristas" ocurridos en Europa en los últimos tiempos (París, Bruselas). Las bombas como herramientas de política exterior. De ser así, es increíble la inmovilidad europea, más allá de tener el trasero sucio por pactos inconfesables con el gobierno de Recep Erdogan. Hay cosas que son imperdonables, chicos. 

Pasemos ya al artículo de Thierry Meyssan para Red Voltaire (en la sección  "Ante Nuestra Mirada"):


Título: El móvil de los atentados de París y Bruselas

Epígrafe: Se desconoce, por el momento, quién ordenó los atentados perpetrados en París y en Bruselas. Aunque se han mencionado varias pistas, la única hipótesis que se sostiene es la de una operación decidida por Turquía. Thierry Meyssan relata aquí el onflicto secreto que pesa sobre las relaciones entre la Unión Europea, Francia y Turquía desde hace 5 años.

Texto: Es demasiado pronto para decir con certeza de dónde vino la orden que dio lugar a los atentados perpetrados en París, el 13 de noviembre de 2015, y en Bruselas, el 22 de marzo de 2016. Por el momento, la única explicación razonable es la que proporcionan los  elementos que mencionaremos seguidamente.

Inmediatamente después de la muerte del fundador del islamismo turco, Necmettin Erbakan, y en momentos en que acaba de iniciarse la «primavera árabe», el gobierno del entonces primer ministro turco Erdogan concluye un acuerdo secreto con Francia. Según un diplomático que estudió ese documento, en él se estipulan las condiciones para la participación de Turquía en las guerras contra Libia, que acaba de empezar, y contra Siria, que será el paso siguiente. Representada por su ministro de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, Francia se compromete fundamentalmente a resolver la «cuestión kurda» sin «afectar la integridad del territorio turco». 

Esta rebuscada fórmula significa que se creará en otro lugar un seudo Kurdistán para expulsar hacia él a los miembros del PKK. Hasta aquel momento, ese proyecto de limpieza étnica, que no es nuevo, sólo se había mencionado en la literatura militar israelí que describía el nuevo Estado creado en territorios pertenecientes a Siria e Irak.

El 31 de octubre de 2014, el presidente francés Francois Hollande aprovecha una visita oficial de Recep Tayyip Erdogan a París para organizar un encuentro secreto, en el palacio del Elíseo, con el copresidente de los kurdos de Siria, Salim Muslim. Traicionando a los kurdos de Turquía y a su líder histórico, Abdullah Ocalan, Salim Muslim acepta convertirse en presidente del seudo Kurdistán que debería crearse con el derrocamiento del presidente sirio democráticamente electo Bachar al-Assad.

Es el momento de la batalla de Kobane. Los kurdos de Siria defienden durante meses esa ciudad ante la embestida de las fuerzas del Emirato Islámico. La victoria de los kurdos sobre los yihadistas que atacan Kobane modifica seriamente el tablero político: para combatir seriamente a los yihadistas hay que aliarse con los kurdos. Pero los kurdos de Siria no obtuvieron la nacionalidad siria sino al inicio de la guerra, hasta entonces habían sido refugiados políticos turcos en territorio sirio, expulsados de su país durante la represión turca de los años 1980. Los Estados miembros de la OTAN consideraban entonces al PKK, principal organización de los kurdos de Turquía, como una organización terrorista. En lo adelante, los miembros de la OTAN van a establecer una diferencia entre “los malos” del PKK turco y “los buenos” del YPG sirio, a pesar de tratarse de dos organizaciones hermanas.

Sorpresivamente, el 8 de febrero de 2015, Francia renuncia a su compromiso anterior. Francois Hollande recibe en el Elíseo, ahora oficialmente, a Asya Abdullah, copresidenta de los kurdos de Siria y fiel a Ocalan, y a la comandante Nesrin Abdullah, esta última en uniforme camuflaje. Salih Muslim no participa en esa reunión.

Recep Tayyip Erdogan reacciona ordenando un atentado del Emirato Islámico contra una manifestación a favor de los kurdos, atentado perpetrado en Suruc el 20 de julio de 2015. Apoderándose de la retórica antiterrorista, Erdogan declara la guerra al Emirato Islámico y a los kurdos, pero sus fuerzas armadas atacarán solamente a los kurdos. Con ello, Erdogan pone fin al alto al fuego y reinicia la guerra civil en su propio país. A falta de un seudo Kurdistán en Siria, Erdogan provoca un éxodo de kurdos hacia Europa.

El 3 de septiembre de 2015, la publicación de la fotografía de un niño kurdo ahogado marca el inicio de una gran oleada de migrantes desde Turquía… hacia la Unión Europea, principalmente hacia Alemania. Durante las primeras semanas, los dirigentes alemanes acogen con entusiasmo el flujo masivo de nuevos trabajadores, muy necesarios para la industria pesada alemana, mientras que los medios de prensa expresan compasión por los refugiados que supuestamente huyen de la dictadura siria. El 29 de septiembre, los dirigentes franceses y alemanes incluso se apropian de la empatía hacia los migrantes para estudiar la posibilidad de subvencionar la continuación de la guerra asignando 3 000 millones de euros a Turquía –donación presentada a la opinión pública como una ayuda humanitaria para los refugiados.

A finales de septiembre de 2015, Rusia inicia su operación militar contra todos los yihadistas, independientemente de la bandera que agiten. Viendo en grave peligro su proyecto, Recep Tayyip Erdogan empuja a Salih Muslim a emprender una operación de kurdización forzosa del norte de Siria. Brigadas kurdas expulsan a los profesores árabes y asirios de las escuelas y los reemplazan con maestros kurdos. Los sirios se rebelan y recurren a los rusos. Estos últimos tratan de restablecer la calma e incluso mencionan una posible federalización ulterior de Siria. Francia brilla por su ausencia.

El 13 de noviembre, exasperada por los repetidos cambios de rumbo de Francois Hollande, Turquía utiliza a la ciudadanía francesa como rehén y ordena la realización de los atentados de París, con un saldo de 130 muertos y 413 heridos.

Escribí entonces:

«Los sucesivos gobiernos franceses han establecido alianzas con Estados cuyos valores son contrarios a los valores de la República Francesa. Los gobiernos franceses sucesivos han ido comprometiéndose progresivamente a librar guerras secretas por cuenta de esos Estados, antes de renunciar a esos compromisos. El presidente Hollande; su jefe de estado mayor particular, el general Benoit Puga; su ministro de Exteriores Laurent Fabius y su predecesor Alain Juppé, ministro bajo el mandato del ex presidente Sarkozy, son actualmente objeto de un chantaje del que sólo podrán librarse revelando en qué implicaron indebidamente al país». [1]

Aterrorizado, París regresa apresuradamente al plan Juppé de 2011. Junto a Londres, fuerza, el 20 de noviembre, la adopción de la resolución 2249 en el Consejo de Seguridad de la ONU. Bajo el pretexto de luchar contra el Emirato Islámico, el objetivo es justificar la conquista del norte de Siria para crear allí –finalmente– el seudo Kurdistán hacia donde Recep Tayyip Erdogan podrá expulsar a «sus» kurdos.

Pero Estados Unidos y Rusia retocan ligeramente el texto, de tal manera que Francia y el Reino Unido no pueden intervenir sin ser invitados por Siria –situación que recuerda de inmediato la fracasada operación colonial de 1956, cuando las tropas franco-británicas intentaron ocupar el Canal de Suez con apoyo de Israel y de Turquía, pero tuvieron que retirarse en cuanto Estados Unidos y la URSS fruncieron el ceño.

Durante los cinco meses y medio de intervención rusa en Siria, las relaciones entre Turquía y Rusia empeoraron constantemente. Tienen lugar el atentado contra el vuelo 9268 de Metrojet sobre el Sinaí, las acusaciones de Vladimir Putin en la cumbre del G20 realizada en Antalya, el derribo del Su-24 en el norte de Siria y las sanciones rusas contra Turquía, la publicación de las fotos aéreas de las caravanas de camiones cisterna llevando a través de Turquía el petróleo robado por el Emirato Islámico, etc. Después de sopesar la posibilidad de una guerra contra Turquía, Rusia decide finalmente mostrarse sutil y respaldar al PKK contra el régimen de Erdogan. Serguei Lavrov logra convencer a su interlocutor estadounidense de que hay que aprovechar la inevitable desestabilización en Turquía para organizar el derrocamiento del dictador Erdogan. Sabiéndose amenazado tanto por Rusia como por Estados Unidos, el régimen turco trata nuevamente de buscar aliados. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, viaja el 5 de marzo a Teherán y el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, llega a Ankara el 18 de marzo. Pero la República Islámica no tiene intenciones de enemistarse con los Dos Grandes.

El 14 de marzo, Vladimir Putin anuncia la retirada de los bombarderos tácticos rusos. Parece que el proyecto de creación de un seudo Kurdistán vuelve a ser posible. Pero Washington y Moscú se adelantan a Ankara y comienzan la entrega indirecta de armamento al PKK.

Colmo de males para Ankara, ahora es la Unión Europea quien ya no quiere oír hablar de colonizar el norte de Siria. La mayoría de los Estados miembros de la UE sigue la política exterior impuesta por París desde hace 5 años, con la ya ampliamente comprobada ausencia de éxito. Como expresión de descontento, varios países, como Bélgica, han concedido asilo político a líderes kurdos de Turquía. También manifiestan su descontento durante la cumbre UE-Turquía, realizada el 17 y el 18 de marzo, donde se ven obligados a aceptar definitivamente una subvención de 3 000 millones de dólares anuales para Ankara.

Yo mismo denuncié entonces el comportamiento de las élites europeas que, cegadas por su obsesión antisiria, reproducen el error cometido en 1938. En aquella época, cegadas por su obsesión anticomunista, apoyaron al canciller Hitler cuando este anexó Austria y durante la crisis de los Sudetes (acuerdos de Munich), sin darse cuenta de que así armaban el brazo que acabaría golpeándolos [2].

Mientras se desarrollaba la cumbre UE-Turquía, o sea sin importarle las decisiones que se tomarían, el presidente Erdogan pronuncia un discurso, transmitido por televisión, en ocasión del aniversario 101 de la batalla de Canakkale («la batalla de los Dardanelos», hecho que marcó la victoria del Imperio Otomano sobre los Aliados) y en memoria de las víctimas del atentado perpetrado varios días antes en Ankara. Erdogan declara en ese discurso: 

«No hay ninguna razón para que la bomba que estalló en Ankara no explote en Bruselas o en otra ciudad europea (…) Lanzo aquí un llamado a los Estados que los reciben con los brazos abiertos, que –directa o indirectamente– apoyan las organizaciones terroristas. Ustedes están alimentando una serpiente en su propia cama. Y esa serpiente que ustedes están alimentando puede morderlos en cualquier momento. Ver en sus televisores bombas que explotan en Turquía quizás no significa nada para ustedes. Pero cuando las bombas empiecen a estallar en las ciudades de ustedes, entonces entenderán ustedes lo que sentimos. Pero ya será demasiado tarde. Dejen ustedes de respaldar actividades que nunca tolerarían en su propio país, y que sólo toleran cuando son en contra de Turquía.» [3]..

Cuatro días después, ocurren los atentados de Bruselas, que dejan un saldo de 34 muertos y 260 heridos. Y, para que nadie crea en una simple coincidencia sino más bien en un acto deliberado, al día siguiente la prensa turca se regocija ante el castigo infligido a Bélgica [4].

Desde que el presidente Erdogan reanudó la guerra civil en su propio país, esa guerra ha segado más de 3 500 vidas en Turquía.


Notas:

[1] «La República Francesa como rehén», por Thierry Meyssan,Red Voltaire, 17 de noviembre de 2015.

[2] «El suicidio europeo ante Turquía», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 21 de marzo de 2016.

[3] Ver un fragmento del discurso: «Amenaza de Erdogan contra la Unión Europea», por Recep Tayyip Erdogan, Red Voltaire, 25 de marzo de 2016.

[4] «Turquía reivindica el baño de sangre de Bruselas», por Savvas Kalederides, Red Voltaire, 24 de marzo de 2016.

Mundo pintoresco


Leemos la breve noticia en Russia Today y no nos sorprendemos. Regalitos para la Tercera Edad que el capitalismo terminal nos tiene reservados. Prepárense, chicos:


Título: Jubilados japoneses roban en tiendas para ir a la cárcel

Epígrafe: Las cárceles de Japón se llenan de jubilados que se convierten en ladrones reincidentes, al no poder permitirse vivir solos en libertad.

Texto: Alrededor de un 35% de los hurtos en tiendas de Japón corre a cargo de personas mayores de 60 años de edad, muchos de los cuales son reincidentes. De estos reincidentes, según las cifras de 2013, un 40% cometieron este crimen más de seis veces, un 460% más que en 1991, informa 'The Financial Times'.

Expertos sugieren que es muy probable que las personas de la  tercera edad cometan estos crímenes buscando terminar en las cárceles y, de esta manera, mejorar sus condiciones de vida. "La situación social en Japón ha empujado a las personas de avanzada edad a la necesidad de cometer crímenes", explica el investigador Akio Doteuchi.

Según la tendencia demográfica, hasta 2060 el 40% de la población japonesa tendrá más de 65 años. Asimismo, el gasto promedio de un jubilado es un 25% mayor que la pensión básica, que es de 780.000 yenes anuales (casi 7.000 dólares), calcula Michael Newman de la empresa de investigaciones independiente Custom Products. Ahora un 40% de las personas de avanzada edad vive solo.

Los expertos predicen que esta ola de crímenes irá en aumento porque los ancianos buscan acabar en cárceles que proveen comida y asistencia sanitaria gratuitos, lo que amenaza con desatar una crisis presupuestaria en el sistema penitenciario de Japón.

domingo, 27 de marzo de 2016

Turquía en la tormenta


La Historia viene y va; es una suma de flujos y reflujos. Los delirios islámico-otomanistas del líder turco Recep Tayyip Erdogan (foto) comienzan a tener consecuencias para un país que supo ser un puente civilizatorio entre Asia y Europa. Al respecto, leemos esta interesante nota de Eugenio García Gascón para el diario español Publico.es:

Título: La huida hacia delante de Erdogan pone en peligro la estabilidad turca

Epígrafe: Dirige Turquía desde 2003, pero en los últimos años la situación interna y externa se ha complicado enormemente debido a errores graves y desgobierno. Ha conducido al país a una serie de problemáticas cuya resolución parece imposible de lograr.

Texto: Turquía experimenta un marcado proceso de reislamización que lidera en gran parte Recep Tayyip Erdogan, un político de orientación islamista que ha desempeñado los papeles de primer ministro y presidente desde 2003, y que en los últimos años ha emprendido políticas regionales muy discutibles que, si las sigue manteniendo, pueden conducir a una inestabilidad aguda en su país e incluso más allá de sus fronteras.

Erdogan, de 62 años, ha cometido errores garrafales, como son la interrupción de la negociación con los kurdos de Turquía, la declaración de guerra al PKK (partido que lucha por la independencia del Kurdistán), la participación muy activa y controvertida en la guerra siria desde el principio, que recientemente le ha conducido al ingreso en la coalición internacional contra el Estado Islámico, o el derribo en enero de un caza ruso en Siria.

Las consecuencias de estos errores han sido principalmente un relanzamiento del terrorismo tanto por parte de los kurdos como del Estado Islámico, la ruptura de relaciones con Moscú, a la que hay que añadir la casi ruptura de relaciones con Israel o la enorme tensión con los kurdos de Siria, a quienes Erdogan considera terroristas pero que cuentan con el apoyo de Rusia y Estados Unidos.

Todo esto ha causado cientos de muertos en los últimos seis meses y ha puesto en peligro la industria turística. Turquía recibió el año pasado 35 millones de visitantes extranjeros pero los atentados se suceden y los turistas se piensan cada vez más emprender un viaje que puede convertirse en una ruleta rusa en el centro de Estambul o en otras partes del país.

Erdogan está llevando adelante un proceso de islamización cuyo futuro es incierto pero al día de hoy no augura nada bueno. Cuando a la religión y al nacionalismo se les da vía libre, y aún más cuando se promueven activamente desde las escuelas, la tendencia natural es que vayan a más y que puedan acabar transformadas en un monstruo difícil de controlar por quienes lo han puesto en marcha. En este caso Erdogan.

La revolución de Mustafa Ataturk hace años que es cuestionada, y entre quienes han adoptado una posición más beligerante contra la laicidad se halla Erdogan. Una prueba de que la situación puede escaparse de las manos la tenemos en un reciente sondeo que muestra que el 21% de los turcos encuestados apoya al Estado Islámico porque lo ven como el auténtico representante del islam, mientras que el que el 20% aprueba el cruento atentado del año pasado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo que publicó caricaturas de Mahoma.

Estos porcentajes son preocupantes en primer lugar porque revelan la existencia de una base social considerable que ha asumido un carácter islamista radical y que constituye un caldo de cultivo que puede servir de trampolín a grupos extremistas que pongan en jaque la seguridad del país, como de hecho ha empezado a ocurrir.

Si Erdogan inició su era política con una visión nacionalista del otomanismo, en los últimos años esta visión se ha transformado o matizado con una injerencia cada vez mayor del islam suní, como muestra la implicación en la guerra Siria, una participación muy problemática que se presentó al principio casi como un triunfante paseo en potencia pero que está terminando con un quebradero de cabeza tras otro.

Erdogan ha convertido la frontera con Siria en un colador por donde no paran de meter armas, no solamente la CIA, sino también la propia Turquía, y otros países suníes “moderados”. Con estas armas, según las versiones de Washington y Ankara, se refuerza a los sirios “moderados”, pero la realidad es que todo el mundo saca tajada de las armas en cuestión.

Abu al Abbas al Shami, líder de Ahrar al Sham, una potente milicia salfista y yihadista, a quien Siria, Rusia y Egipto consideran “terrorista”, ha declarado este mes de marzo que “el 50% de toda la ayuda que recibe el “moderado” Ejército Sirio Libre va a parar al Frente al Nusra (Al Qaeda) y los Estados Unidos lo saben”.

Al Shami es, sin embargo, un aliado de Washington y los americanos no ven ninguna contradicción entre los yihadistas de Ahrar al Sham y la democracia, como tampoco la vieron entre los talibanes afganos y la democracia, con las trágicas consecuencias que desencadenaron.

Recientemente Erdogan ha suspendido el tráfico de armas con destino al Estado Islámico, pero éste ha sido un negocio muy lucrativo para Turquía durante años y hasta hace poco tiempo. El presidente turco es ahora uno de los principales críticos del Estado Islámico pero Erdogan ve cada día con mayor preocupación la cuestión kurda.

En Siria hay unos 2,5 millones de kurdos; en Irak hay más de seis millones y en Turquía entre 15 y 20 millones. Turquía se opuso en 2003, cuando la invasión americana, a que los kurdos iraquíes se independizaran. Estados Unidos prometió a Erdogan que no lo harían, pero en realidad es de facto una zona completamente autónoma. Ahora Erdogan teme que ocurra lo mismo en Siria. Sin embargo, ha sido Erdogan, quien con una flagrante ausencia de visión política, se embarcó en la guerra siria alegremente y sin considerar sus consecuencias.

Los kurdos tienen sus propios problemas y el Partido de la Unión Democrática, la principal fuerza nacionalista kurda de Siria, no duda en aplicar el peso de la fuerza y la represión sobre los kurdos no nacionalistas, lo que es habitual en los movimientos nacionalistas. Un informe publicado por Human Rights Watch en junio de 2014 da cuenta de la fuerte represión de ese partido sobre los kurdos no nacionalistas.

En este contexto tan complejo, Turquía se encuentra rodeada de problemas graves en torno a su frontera, pero también tiene graves desafíos en su interior. A esta situación se ha llegado justamente por el desgobierno y la religiosidad del presidente Erdogan, quien ahora no ve la manera de salir de los embrollos en los que él mismo ha metido a Turquía.

sábado, 26 de marzo de 2016

Poderes mágicos


Bue, el Secretario General de Naciones Unidas se conmueve ante la crisis siria. Cuando uno de estos payasos abre la boca o se anima a hacer un gesto es porque las políticas generales para la región ya han sido decididas. Cuando en una rueda de prensa le preguntaron por qué las Naciones Unidas han sido tan ineficientes en todo el conflicto, Banki respondió: “Me gustaría tener poderes mágicos para resolver la crisis en Siria”. En fin; uno piensa qué no podría resolver un tipo con este cargo si tuviera los pantalones puestos. Leemos en el diario español El País:


Título: Ban Ki-moon: “Más del 50% de las infraestructuras en Siria han sido destruidas”


Subtítulo: Los atentados terroristas de Bruselas han reposicionado la lucha antiterrorista a la cabeza de la agenda internacional


Texto: “Más del 50% de las infraestructuras sirias han sido destruidas” dijo este viernes en Líbano el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. Advirtió que las consecuencias de la guerra en Siria “no se ciernen al país, ni a la región, sino que atañen al mundo entero”. El diplomático cerraba el viernes una gira de dos días con un recorrido similar al que realizara el pasado lunes la Alta representante de la diplomacia europea, Federica Mogherini. Entre ambas delegaciones, los atentados terroristas perpetrados en Bruselas han reposicionado la lucha antiterrorista a la cabeza de la agenda internacional.


En la comitiva le acompañaron el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y del Banco de Desarrollo Islámico, Ahmad Mohamed Ali Al-Madani. Los tres han instado al parlamento libanés a zanjar la crisis presidencial que arrastra el país desde hace dos años.


El diplomático surcoreano ha subrayado el papel de las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF, por sus siglas en inglés) en la lucha contra el extremismo y el terrorismo y alabado la estrecha colaboración con el contingente de los cascos azules en una frontera sur que vive “uno de los periodos más estables de la última década”.


A la lucha militar, el diplomático ha añadido la necesidad de acometer las raíces del extremismo: “Y eso pasa por dar ejemplo de buena gobernanza en el mundo en general y en la región en particular, y sobre todo por crear oportunidades para los jóvenes”. Con el mismo enfoque preventivo, Kim ha asegurado que:“No queremos reducirnos a proveer ayuda a los refugiados, sino identificar y apoyar a aquellos países en riesgo de conflicto para que no se quiebren”.


La crisis de refugiados ha estado de nuevo en el centro de las reuniones en un país que acoge a más de un millón de refugiados sirios y 500,000 palestinos. “Una de cada tres personas en Líbano es un refugiado”, ha recordado el diplomático agradeciendo la “generosidad del Gobierno y las gentes de Líbano”. Agradecimiento que el presidente del Banco Mundial ha sido el único en cifrar con una dotación de cerca de 100 millones de euros para ampliar el acceso a la educación de tanto libaneses como refugiados sirios de tres a 18 años.


“Me gustaría tener poderes mágicos para resolver la crisis en Siria”, ha dado por respuesta Ban tras ser cuestionado sobre la falta de resultados en Ginebra. “Va a llevar tiempo, pero estamos trabajando muy duro”. El secretario general ha instando a los líderes sirios a tomar medidas: “Si los líderes de la comunidad siria logran comprometerse a una clara y compartida visión de futuro, esta crisis puede ser resuelta”.


Tras visitar un campo de refugiados palestinos al norte del país, Ban ha recordado a la comunidad internacional su compromiso hacia ellos. Unos refugiados que han quedado relegados a un segundo plano de la ayuda internacional tras la crisis siria.


viernes, 25 de marzo de 2016

Nuestros amigos los reyezuelos del Golfo


Ups! ¿Comenzó el gran despegue occidental de las monarquías paleolíticas del Golfo? En forma progresiva se van sumando las evidencias, ensayos, notas y denuncias relativas a las normativas vigentes bajo el yugo de la realeza wahabita. La nota que sigue, por ejemplo, es de hace un par de días y fue escrita por Michaela Whitton para el sitio web theantimedia.org. Decime si te gusta:


Título: New Eye-Opening Documentary Completely Exposes Barbaric Saudi Regime

Texto: A British television crew recently filmed an undercover documentary in Saudi Arabia in an attempt to penetrate the world’s most secretive and murderous regime. Working with a team of undercover Saudi cameramen, the one hour eye-opener, Exposure: Saudi Arabia Uncovered, was broadcast by ITV on March 22. It reveals the hidden side of the regime, which buys billions of pounds worth of British arms, accepts training from British security forces, sells oil back to the U.K., and enjoys nothing less than red carpet treatment from the British royal family.

After setting up a fake company, the crew flew into Riyadh posing as businessmen, wielding carefully concealed hidden cameras. For cover, they said they were in the country to attend a business conference on cyber-security. What they discovered was a state that beheads — and even crucifies — its citizens; where women lack basic human rights and its children are indoctrinated. Patrolled by religious police, citizens are tortured, imprisoned, and sentenced to death for writing blogs and questioning authority. It sounds like the Islamic State, but it’s not — it’s the Kingdom of Saudi Arabia. And it is fully propped up by Europe and the United States.

The mind-boggling documentary reveals how Saudi Arabia’s money and Wahhabi ideology has helped drive terrorism around the world. Shining a light on Britain’s shoulder-rubbing with the ruling royals, the production has pushed the U.K. government to admit they have provided more than 300 Saudi police officers with training since 2012.


“A necessary evil”

In January 2015, the Union Jack flew at half-mast at Westminster as a mark of respect for the death of Saudi ruler, King Abdullah. During the same month, young Saudi blogger Raif Badawi received 50 lashes in public. Convicted of insulting Islam after blogging about his government and religion, quoting Albert Camus, he wrote:

The only way to deal with an unfree world is to become so absolutely free that your very existence is an act of rebellion.”

Comments like this earned the father of three 1,000 total lashes and ten years in prison.

We don’t approve of what Saudi Arabia does, we don’t like what they do, but they are a necessary evil in combating other regimes,” former Head of International Terrorism, Colonel Richard Kemp, told ITV.

And of course, ultimately they have a lot of oil,” he added.

Undercover cameraman Yasser is from an underground network of Saudi activists. He risked life and limb to provide a window into the brutal and secretive country where the King is all powerful, journalists cannot operate without a minder, and dissent is a cardinal sin. In the country, which is home of some of Islam’s holiest sites, the Saudi state oil company is worth £7 trillion. The royal family is worth billions. In contrast, an estimated quarter of the population lives in poverty, and numerous women were filmed begging and being beaten in the streets.

It is estimated that only one in five Saudi women of working age are employed. They are banned from driving and struggle to perform simple tasks, such as going to the doctor without a male guardian. But some are fighting back, and prominent human rights activist Loujain Hathloul has become the face of the Saudi women’s rights movement.

Moments after uploading videos of herself driving — as part of a campaign to change the ban against it — the activist was arrested for trying to enter Saudi Arabia from the United Arab Emirates while behind the wheel. Imprisoned for 73 days without trial, she remains banned from traveling. Terrorism charges also were filed against her. Facing persistent death threats towards her and her family, for some she is a hero. For others, she is a hate figure.


The Committee for the Promotion of Virtue and Prevention of Vice

The religious police, officially known as the Committee for the Promotion of Virtue and Prevention of Vice, patrol streets and shopping malls enforcing strict Islamic laws. Yasser films himself and his friend as they are violently stopped from playing a lute outside. Playing music in public is forbidden, and their instrument and hidden camera are smashed. In other instances, religious police force women to cover themselves and drive people out of cafes to pray.

This strict form of Sunni Islam is known as Wahhabism, and it is the religion on which Saudi Arabia was founded. It is thought that the majority of Saudis support the state ideology, and the activists film a preacher spreading hatred of other religions and the Shia minority. Children are shown being indoctrinated by school textbooks, made in Saudi Arabia and exported to the world.

No country is the perfect ally, perfect partner, without any reservations whatsoever. Welcome to the real world, welcome to the premier league,” said former CIA Director, General David Petraeus.

Director of the Institute for Gulf Affairs, Ali al-Ahmed, said the Saudi education system was created as a security measure to protect the ruling family and mislead millions of students into hatred of other religions and cultures. Some say the state has made progress in removing some of the worst examples of hatred from its textbooks, but the books can still be found in mosques and schools around the world.

Al-Ahmed added, “It’s no wonder that thousands of Saudis joined ISIS and other terror groups because they were trained in Saudi schools.”


“Chop Chop Square”

In 2015, Saudi Arabia executed 157 people. Traditional punishments are employed, and executions are often carried out in public by one sword blow to the neck. Headless bodies are sometimes displayed publicly, and the documentary shows harrowing footage of a Burmese woman screaming for mercy as she is beheaded in the street.

Yasser says many Saudis are angry but cannot speak out due to fear of imprisonment, adding that the regime relies on secrecy; criticism of the government is considered an act of terror. The film crew visits one of Saudi Arabia’s most notorious landmarks, known as Chop Chop Square. It is the scene of many of the regime’s public executions and has drains in the ground for blood.

Since 9/11, Saudi Arabia has attempted to show the world they are tackling terrorism. The regime has clamped down on private donations to extremists from inside the Kingdom and carried out airstrikes against ISIS. They deny they are supporting the terror group, but many feel it is the underlying Wahhabi Salafi ideology that is the wider problem.

Former Director of Political Islam of the CIA, Emile Nakleh told ITV:

The ideology of ISIS is not much different from the ideology that Wahabi Salafi Islam in Saudi adheres to. Unless the Saudis deal with this issue, we are going to constantly fight yesterday’s wars. Even if we defeat ISIS there will be another terrorist organisation, perhaps with a different name, as long as they have this ideology.”

Unwilling to tolerate dissent and fiercely opposed to sharing power, Saudi Arabia executed 47 people in January of this year — its largest mass execution since 1980. Some were convicted terrorists, but others were political activists. Footage smuggled out by activists has revealed that the executions sparked the largest public protests since the Arab Spring.

Since the mass executions, Yasser has stopped filming undercover. He claims it is just too risky continue, which, of course, is exactly what these public displays of punishment are all about. Although activists are being forced underground, the spread of mobile phones and cameras means it is becoming impossible for the regime to control what the world sees.

While in the country pretending to be traders, the filmmakers’ website was hacked, leading them to believe their cover was blown. As a result, they promptly left the country.

The documentary ends with a statement from the Saudi authorities condemning the covert filming by ITV:

The kingdom of Saudi Arabia utterly rejects the partisan nature and sensationalist tone of this documentary which sets out to portray the country in a negative and unbalanced light. The Kingdom’s legal system is based on the due process of Islamic Sharia Law. The Kingdom is at the forefront of international efforts to combat terrorism and will pursue anyone who supports and funds terrorist activities. To suggest otherwise is a slur. In keeping with its biased agenda, ITV chose to undertake covert filming when they could have applied for and received a journalistic visa, like many of their counterparts.”

The full documentary, Exposure: Saudi Arabia Uncovered, can be viewed here: