La imagen fue
tomada de un video difundido por el Estado Islámico y muestra a rehenes coptos
en el este de Libia (en trajes color naranja) antes de ser decapitados, la semana pasada.
Gracias, NATO, por liberar a Libia, instaurar la democracia y devolver la felicidad a su sufrido pueblo! Gracias, USA; gracias, Europa!
Hace una semana leíamos en el
diario español El País:
Título: La rama
libia del Estado Islámico decapita a 21 cristianos coptos egipcios
Subtítulos: El
presidente Al Sisi promete venganza por la matanza y exige una respuesta
internacional / Egipto bombardea posiciones de EI [Estado Islámico] en Libia tras el asesinato de
21 coptos
Texto: La rama
libia del Estado Islámico (EI) difundió este domingo un vídeo que supuestamente
muestra la decapitación de 21 cristianos coptos que habían sido secuestrados en
Libia, el último capítulo por el momento de una macabra lista de brutales
asesinatos por parte de la organización islamista. Las víctimas habían sido
capturadas en la ciudad de Sirte, en la costa libia, en dos incidentes
aislados, en diciembre y enero. A pesar de la inseguridad y el caos que padece
Libia, allí viven miles de egipcios que han dejado su país ante la falta de
expectativas.
En el vídeo,
colgado en una cuenta de Twitter de una web afín al califato y cuya
autenticidad no ha podido ser verificada, se puede ver a varios militantes
conduciendo a un grupo de personas vestidos con un mono naranja —los
secuestrados— hasta una playa. Allí les obligan a arrodillarse y los decapitan.
Uno de los terroristas se dirige a la cámara, cuchillo en mano, y afirma: “La
seguridad, cruzados, es algo que solo podéis desear”. En la pantalla aparece
impreso un mensaje que reza: “El pueblo de la cruz, seguidores de la iglesia
hostil de Egipto”.
En declaraciones
a la prensa, el Ejecutivo egipcio reconoció el sábado que desconocía el estado
de los rehenes o su localización. Además, ofreció a todos aquellos expatriados
la opción de ser evacuados de Libia si lo deseaban. Pero esta noche la agencia
estatal egipcia Mena difundió la versión del portavoz de la Iglesia copta que
confirmaba la muerte de los 21 rehenes. El presidente del país, Abdelfatá al
Sisi, prometió de inmediato vengar su muerte. “Egipto se reserva el derecho a
responder de la manera adecuada” al asesinato, dijo Al Sisi en un discurso
emitido por la televisión estatal. El mandatario añadió que ha encargado a su
ministro de Exteriores que viaje a Nueva York y exija una reacción
internacional tras las pertinentes reuniones en el Consejo de Seguridad de la
ONU.
Esta no es la
primera vez que un grupo yihadista libio asesina a inmigrantes cristianos
coptos. Hace aproximadamente un año, fueron hallados en una playa los cadáveres
de siete coptos, una minoría que representa aproximadamente el 10 % de la
población egipcia.
La mayoría de las
víctimas procedía de la provincia de Minia, situada al sur de El Cairo. Durante
las últimas semanas, sus familiares protagonizaron diversas manifestaciones
para presionar al Gobierno de Egipto a actuar con mayor determinación para
liberarlos. La preocupación se disparó a partir del pasado viernes, cuando la
edición inglesa de la revista del EI, la milicia yihadista que controla una
amplia franja de territorio en Siria e Irak, publicó las fotografías de los
rehenes.
En la citada
publicación, llamada Dabiq, se justifica la acción como una venganza por el
supuesto secuestro y asesinato de dos mujeres cristianas coptas, que se habrían
convertido al islam en 2010, por parte de miembros de su comunidad. Aunque
nunca se ha probado que estos hechos se produjesen realmente, algunos grupos
extremistas egipcios están convencidos de que así fue. Las noticias sobre
supuestas conversiones, tanto entre cristianos como musulmanes, ocasionan con
frecuencia reyertas sectarias en Egipto.
Tras la guerra
civil de 2011, que terminó en la caída del régimen de Muamar el Gadafi, el
Gobierno central de Libia perdió el control del territorio, en manos de
multitud de milicias. Algunas de ellas profesan una ideología extremista
islámica, como la que domina Derna, una ciudad portuaria situada al este de
este país árabe.
***
La noticia que
sigue también procede del diario El País y corresponde al día de hoy:
Título:
Yihadistas libios asesinan a 40 personas en tres ataques suicidas
Subtítulo: Un
grupo afín al Estado Islámico asume los atentados como réplica a la operación
aérea de Egipto en su contra
Texto: Los
terroristas yihadistas asentados desde la pasada primavera en algunas zonas del
este de Libia atacaron este viernes en una acción coordinada y tres coches
bomba conducidos por atacantes suicidas distintos objetivos en la villa de Al
Quba, a unos 30 kilómetros de Derna, la principal ciudad que mantienen
controlada grupos afines al Estado Islámico. Las autoridades estiman que el
número de víctimas mortales asciende, al menos, a 40 y que podría haber unos 70
heridos. Los suicidas se han dirigido contra el edificio que alberga un cuartel
de seguridad local, la casa del presidente del Parlamento reconocido
internacionalmente y una gasolinera, donde había muchos clientes en la cola
esperando turno.
El atentado se ha
producido a primera hora de la mañana en distintos puntos de Al Quba. La villa
es la ciudad natal también del presidente del Parlamento avalado por la
comunidad internacional y asentado en Tobruk, Aguila Saleh, cuya vivienda ha
sido destrozada. Ha sido el propio Saleh el que primero ha ratificado luego a
diversas cadenas de televisión árabes y medios locales que los terroristas
estaban relacionados con el Estado Islámico y que su acción podría ser “una
revancha” por el ataque aéreo del pasado lunes del Ejército de Egipto contra
las poblaciones de Derna y Sirte, tras decapitar allí miembros del Estado
Islámico durante el pasado fin de semana a 21 cristianos coptos de origen
egipcio y mostrarlo en un terrible vídeo.
Más tarde, la
rama local del Estado Islámico en la Cirenaica (este del país) reivindicó el
triple atentado, aseguró que se ejecutó para “vengar la sangre de los
musulmanes” fallecidos el lunes en Derna y Sirte, tras la actuación del
Ejército egipcio, y se vanaglorió de haber causado tantas víctimas mortales y
heridos. También publicaron una fotografía de dos supuestos combatientes
encapuchados y aseguran que con sus acciones han logrado desmontar el cuartel
central que utilizaba en la zona el general Jalifa Hifter, exgolpista y
excolaborador del dictador Muamar el Gadafi, que ahora presta su apoyo y el de
sus fuerzas armadas al Gobierno admitido internacionalmente.
Cientos de
personas se concentraron, ya por la tarde, en la misma ciudad de Al Quba, para
protestar contra esta deriva del Estado Islámico pero también para quemar las
banderas de Estados Unidos y Reino Unido, que fueron hace cuatro años los
países que lideraron la actuación de la OTAN que acabó con el derribo del
régimen de Gadafi. En sus gritos demandaban una actuación firme ya y menos
apuestas ambiguas por un proceso de diálogo y un futuro Gobierno de unidad
entre las partes que la ONU lleva intentando fraguar hace meses sin apenas
avances.
El Gobierno de
Egipto, que ha cerrado su frontera con Libia y como el de Marruecos ha
cancelado los vuelos con ese país, ha sido el que con más virulencia ha pedido
incluso en la ONU una intervención de la comunidad internacional para frenar el
actual caos en el que vive Libia, y que se remonta en realidad a varios meses
atrás, con dos Ejecutivos y dos Parlamentos. Una solución que no respaldan, sin
embargo, varios países vecinos del Magreb, como Argelia, ni tampoco otras
naciones occidentales, como Reino Unido o Italia.
La ONU y la Unión
Europea siguen por ahora apostando por retomar la negociación que encauza el
diplomático español Bernardino León y que debía reactivar este fin de semana en
un lugar secreto en Libia. Esta nueva escalada de violencia ha provocado una
oleada de embarcaciones repletas con inmigrantes intentando llegar a las costas
de Italia, que están a unos 350 kilómetros.
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