miércoles, 15 de octubre de 2014

Sanos consejos


El think-tank europeo progre Laboratorio Europeo de Anticipación Política hizo público un comentario realizado en Marzo pasado, restringido a sus suscriptores. Tiene que ver con Ucrania y con la necesidad de que Europa largue el lastre hiperdestructivo que la NATO le imprime a sus miembros. Ocho meses después, el desastre está a la vista. Europa cayó en la trampa y su dirigencia ni siquiera se dio cuenta.  

Título: Fragmento de GEAB n°83 (Marzo 2014) - Ocho recomendaciones estratégicas

Subtítulos: Crisis ucraniana, última prueba de la capacidad de los europeos para construir la unión política para tomar el control de su destino común / Encontrar los recursos intrínsecos en Europa para liberarse de la trampa 

Texto: …Pero aunque Ucrania, pequeño país de menos de 50 millones de habitantes en las fronteras de dos monstruos como son Europa y Rusia, no tuvo realmente otra opción que de « escoger su campo » no es el caso de Europa. Esta crisis es de hecho una prueba de la capacidad para los responsables nacionales para aprovechar la herramienta de la independencia, el poder y paz de sus padres (esencialmente las generaciones de políticas que gobernaron hasta fines de los años 80) pusieron a su disposición, esta Europa unida e institucionalizada, que sólo le falta ponerla bajo control político. La dificultad es que la herramienta cuyas políticas deben hoy aprovechar, no es la Unión Europea. Como lo explicamos muchas veces, ella es una etapa de la construcción europea de la cual hay que aligerase tirando el lastre. La crisis ucraniana es la última señal. El marco nacido del Tratado de Maastricht de 1992 (1), y que habría debido llevar hacia la unión política y democrática del continente ha sido desviado sus objetivos. De Maastricht a Lisboa (2) se estableció una Europa económica (ampliación sin final de una zona de libre comercio que hoy es rechazada, con mucha razón, por los pueblos, que sirve sólo los intereses de los mayores lobbies bruselenses (que no son los estados miembros, ni mucho menos) y ahora se ve a los dramáticos efectos (guerra, pérdida de autonomía) que están dispuestos a exponer al continente. He aquí ocho recomendaciones que, según nuestro equipo, se deben implementar urgentemente para sacar a Europa de la trampa que se le tendió: 


1. Volver al método intergubernamental 

En esta situación extremadamente grave, no se debe tener ningún organismo en Bruselas (ni siquiera la Comisión Europea ni el Parlamento Europeo, desgraciadamente), todo lo contrario. Los asuntos deben pues volver obligatoriamente a los estados miembros y al método denominado « intergubernamental ». 


2. Desactivar o poner bajo control político el Servicio Europeo de Acción Exterior 

Para hacerlo, es imperativo sancionar la política irresponsable del Servicio de Acción Exterior de la Comisión Europea y recordarle sus deber de ejecutar las decisiones tomadas por los Estados miembros. El Servicio de Acción Exterior es un servicio diplomático europeo que no tiene la legitimidad de hablar en nombre de los europeos, y mucho menos tomar decisiones estratégicas cuyas consecuencias son la destrucción de nuestras relaciones de vecindad, instigar guerras civiles en países limítrofes y la creación, ex-nihilo, de riesgos de guerra o cortinas de hierro. Tanto esencial como formalmente, no hay nada más fácil que recordar sus deberes al SEAE y conectarlo a una instancia política de decisión emocráticamente más legítima. 


3. Formular una posición común sobre la crisis 

Aquí es donde las cosas se ponen difíciles. De hecho, si la Ashton y O'Sullivan pueden hacer cualquier cosa desde sus torres de Marfil, es porque « los europeos son incapaces de hablar con una sola voz ». ¿Cuántas veces hemos leído esta afirmación en 25 años? Más de una. Pero esta vez, Europa no tiene otra opción: tiene que llegar a formular una posición única, de lo contrario otras agendas continuará teleguiando las operaciones. El objetivo, por tanto, es imperativo y la cuestión es como lograrlo. 


4. Definir una agenda común 

Se trata en primer lugar de ponerse de acuerdo entre todos sobre el objetivo de esta posición común. Y teniendo en cuenta el hecho que la guerra y quedar bajo el dominio extranjero son los peligros que hoy asechan a Europa, digamos que el objetivo de la discusión es encontrar el medio de mantener la paz y la independencia de Europa. Hace 60 años que nos venden a Europa como fiadora paz; es el momento de probar que ella sirve bien para eso. Y salir de planteos del tipo « ¿Cómo garantizar la integridad de la Ucrania? » y otras tonterías. ¿Si Europa no es capaz de mantener su propia integridad, podría ser útil para Ucrania? Por otra parte, visto lo que ya hizo, está fuera de juego por el momento. Primero debe volver a poner la casa en orden. 


5. Identificar el grupo de Estados miembros pertinentes 

Al estar el tema de la discusión planteado, cabe preguntarse quiénes deben ser los participantes, los actores de esta posición común. Y ahora, ¿cuáles son las posibilidades? 

¿Los 28?, son la Unión Europea, en primer lugar es la que siempre fue incapaz de hablar con sola una voz y en el caso particular de Ucrania peor que nunca. Son demasiados, con intereses muy divergentes, los 28 constan de una franja de pequeños países antiguos satélites de la Unión soviética con los que, de manera bastante excusable, es difícil que tengan objetividad en las circunstancias actuales (aunque si el anti-« rusismo » es mucho menos fuerte en la realidad que lo que la Comisión Europea trata de hacer creer con un evidentemente fin instrumental); y de un grueso país, títeres de Estados Unidos en Europa (aunque el vínculo entre Unión Europea y el Reino Unido se debilitó considerablemente estos últimos años: pérdida de eficacia, alejamiento de las lógicas continentales, dominio del país por su plaza financiera). 

Obtener una posición común sobre la cuestión ucraniana es una tarea de alta acrobacia en la que es mejor no equivocarse. 

¿El motor franco-alemán? Desgraciadamente es demasiado débil para enfrentar a la violencia del ataque que sufre Europa...Incluso ilegítima: ¿cómo podría imponerse la posición de dos países a los restantes 26 de los cuales hay que ganar, al menos, su pasividad? Finalmente, si desde hace poco esta dupla se puso a trabajar con cuestiones de mediano plazo y de menor importancia (resurrección de Europa (3), protección de los datos UE de NSA (4), Europa de la defensa para el horizonte 2025, etc.) no parece capaz 
de producir gran cosa frente a una cuestión urgente y de absoluta gravedad (5). Por otra parte, las posiciones de Alemania (sobre todo la Alemania dirigida por una alemana del este) sobre aspectos de las relaciones con Rusia (6) tienen una coherencia que por lo menos es difícil de descifrar: entre una interdependencia muy fuerte con Rusia (energética particularmente, pero también comercial) y viejos reflejos antisoviéticos, la línea directa no parece ser verdaderamente el camino más corto. Sin embargo, se le debe reconocer a Merkel que es la única que intenta emitir, a veces, una posición más equilibrada sobre la cuestión ucraniana y nuestras relaciones con los rusos (lo que le vale por otra parte de ser atacada con maldad por los medios de comunicación y más hipócritamente por las instituciones europeas). Pero, del lado francés, país central para el principio fundamental de independencia del continente, vamos de la decepción al asombro. Intentamos desesperadamente adivinar diplomacias sutiles que escapan a la inteligencia del ciudadano común. Nos las arreglamos para verlo en la posición de Francia en Siria, pero esta vez sólo podemos especular: desaire diplomático a Rusia por el viaje a Estados Unidos de François Hollande (7) el día de la inauguración de Sochi, posiciones intransigentes marciales frente a Yanukovich y Putin desde (8) ...Dicho esto, vemos que la presión de los medios de comunicación reduce notablemente el margen de maniobra político; Pero cuando se ha sido elegido como líder político se tiene el deber de salirse de las trampas de este tipo... sobre todo en circunstancias especialmente graves. Decididamente, la dupla Franco-Alemán no será el motor. 

Un grupo especial de países voluntarios para restablecer la calma en el continente? Sería una pista tentadora... si ella no remitiera a la primera: la creación de una posición común de la cacofonía de los 28. ¡Olvidésmoslo! 


6. Solicitar una « Convención de Jefes de Estado de la Eurozona para la paz y la independencia de Europa » 

Al proceder por eliminación, no sigue siendo más que una pista: la Eurozona o Eurolandia, todavía ella. Pero, cuando los ataques al euro, ella era el interlocutor evidente e ineludible, ahora la cuestión geopolítica que nos preocupa parece menos simple. ¡Sin embargo! En primer lugar, es y sigue siendo la entidad naciente compuesta por el núcleo duro de los países fundadores; está libre de la franja occidental y occidentalistas británica de Europa; y con respecto a la franja oriental (anti Rusia) y anti-orientalista de Europa, está representada (lo que es importante) pero de una manera que no es probable que pesen demasiado y deja la posibilidad a los países más centrales de afinar argumentos destinados a calmar esta parte de los europeos sobre la inocuidad de su posición fronteriza con la zona de influencia rusa (argumentos que son numerosos y fáciles de encontrar); su composición es representativa de la diversidad de la Unión Europea, estando entonces en condiciones de generar un efecto dominó y ganar la adhesión (o como se ha dicho, al menos pasividad) de otros... 

__________ 

Notas: 

(1) Fuente : Commission européenne. 
(2) Fuente : Tratado de Lisboa, Wikipédia. 
(3) Fuente : EUObserver, 17/02/2014. 
(4) Fuente : EUobserver . 
(5) La tentativa de un discurso común sobre Ucrania al final de la cumbre franco-alemana parió un ratón. 
Fuente : European Voice, 19/02/2014. 
(6) Fuente : Der Spiegel, 04/03/2014. 
(7) Fuente : Europe1, 07/02/2014. 
(8) Fuente : NouvelObs, 11/03/2014.

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