Finalmente,
Marina Silva y los Verdes brasileños, al igual que los verdes del resto del planeta, muestran su caripela verdadera, la que
siempre ocultaron tras los ropajes progres de ocasión. Acá va una interesante
nota de Eric Nepomuceno para Página/12 de hoy:
Título: Las
muchas exigencias de la muy derrotada
Texto: Marina
Silva disputó la presidencia en dos ocasiones, 2010 y ahora, el pasado domingo.
Y repitió la misma trayectoria: surge como un tsunami, pero llega a la costa
como vaciada marea. Es verdad que las dos veces obtuvo una votación muy significativa:
unos 20 millones de votos. Pero es igualmente verdad que, tanto ahora como hace
cuatro años, declinó a lo largo de la campaña.
Derrotada en
2010, de salida dijo que no optaría por José Serra ni por Dilma Rou-sseff, y se
mantuvo neutral hasta el fin. Ahora, cambió. Dijo que tomaría partido,
insinuando claramente que por Aécio Neves. Desde el lunes se espera por una
definición a favor del candidato neoliberal. Y, desde el lunes, ella permanece
muda.
Prometió
pronunciarse el martes, y nada. Luego dijo que sería el miércoles, y postergó
su anuncio para ayer. Y ayer, por fin, se supo: no hablará mientras Aécio Neves
no se comprometa, públicamente, con algunas condiciones que están en una carta
que fue entregada a su comité coordinador de campaña.
¿Y cuáles son
esas condiciones? Silencio de Marina, revelaciones de algunos de sus allegados.
Curiosamente, son
exigencias de fuerte compromiso social, que ella no llegó a defender de manera
tan firme durante la primera vuelta electoral. Al menos una de esas exigencias
–que se mantenga la mayoridad penal y jurídica en 18 años– se enfrenta con la
propuesta de Neves, que es bajarla a 16 años. Y otras, como reforma agraria,
asegurar 10 por ciento del PIB para la salud y otro 10 por ciento para educación,
acelerar la demarcación de territorios indígenas, el mantenimiento de derechos
laborales, conforman una lista de compromisos que pasan a años luz del credo
neoliberal defendido arduamente por el candidato. Y la lista sigue, con
destaque para un punto: si se elige ahora, Neves debe comprometerse
públicamente a no presentarse a la reelección en 2018. Esta ha sido una de las
principales fuentes de irritación entre los asesores directos del candidato.
Pero hay más:
mientras trata de poner alto precio a su apoyo personal, Marina Silva avisa que
no participará de ningún acto público de campaña ni aparecerá en la propaganda
de radio y televisión. Los partidos de la coalición que respaldó su frustrada
candidatura optaron claramente por Aécio, que también recibió el apoyo del
Partido Verde y del autotitulado Pastor Everaldo, que se destacó por defender
posiciones ultraconservadoras en su breve y bizarra participación en la primera
vuelta.
De los partidos
de la coalición de Marina, uno, y solamente uno, el Partido Socialista
Brasileño (PSB), puede tener peso. Pero, como se dividió en el respaldo al
neoliberal, resulta muy difícil saber hasta qué punto ese apoyo será realmente
eficaz.
Otras dudas:
¿hasta qué punto el respaldo personal de Marina, en caso que Aécio Neves acepte
doblegarse a sus exigencias rigurosas, significa una verdadera transferencia de
votos? ¿De los electores de Marina, cuántos serán fieles a sus directrices a la
hora de votar en la segunda vuelta?
Ayer por la tarde
era palpable, entre varios interlocutores de Aécio, una clara irritación no
sólo por la indefinición de Marina, sino también por el tono autoritario y
prepotente de sus exigencias.
Mientras tanto,
empiezan a delinearse, de manera más clara, las estrategias de cada adversario.
En el comando de campaña de Dilma, la determinación es primero consolidar la
ventaja en el norte y el nordeste, luego tratar de ampliarla. Y luego se
concentrarán los esfuerzos en el sur, especialmente en San Pablo, donde la
candidatura de la actual presidenta naufragó: la ventaja de su adversario es de
poco más de cuatro millones de votos. Aécio, mientras tanto, trata de ampliar
su alianza, buscando el respaldo de pequeños partidos.
Al margen de todo
eso, el principal núcleo de oposición ya se recompuso y está actuando a pleno
vapor: los grandes conglomerados de comunicación dispararon ayer los primeros
petardos de grueso calibre contra Dilma. El escándalo de corrupción en
Petrobras crecerá de manera exponencial en las próximas semanas. El objetivo es
darle al corazón del PT y su principal aliado, el PMDB. Por más que analistas
políticos y sociólogos reiteren que esa clase de denuncia tiene poco efecto en
la mayoría del electorado, más preocupada en mantener su empleo y los muchos
beneficios alcanzados a lo largo de esos 12 años de gobierno del PT, se sabe,
con seguridad, que entre la clase media y las parcelas de mayor renta referir
la palabra corrupción a las administraciones del PT –Lula primero, Dilma ahora–
es un arma formidable.
Como pocas veces
en la historia reciente, Brasil está dividido en dos. No por coincidencia, son
dos los proyectos de país. De aquí al domingo 26 uno de esos proyectos logrará
imponerse sobre el otro.
¡nuuu! ¿Brasil está dividida en Bra y Sil? ¿es que la temible grieta que nos impide comer chorizos junto a Binner ha contagiado a los brasileños? :-D
ResponderEliminarY es que ya no se puede confiar ni en los países serios (aunque ahora dicen que Brasil no es serio sino Korrupto y kakistócrata, cosas veredes, eso con Fernando Alfonso Collor de Mello no pasaba). De seguro es culpa de la Yegua (no sé si Dilma o Cristina, debo consultar al Clarín o quizá a la Folha de Sao Paulo...mi no entender) :-P
Por cierto ¿Marina está negociando su apoyo a Neves o amenazando con apoyarlo? Porque ese "planteo" (que palabreja, la saqué de un libro de historia, se lo juro) suena a que no le bastaron sus 15 minutos de fama, calladita les serviría más.
Mmmmm, nó sé, Iris, no sé qué decirle. No me parece que se haya pasado de viva la Marina. Pa mí que hay otra cosa. Mire, un conspirativo-apocalíptico de los buenos como Astroboy suma: Marina + verdes + evangelistas + O Globo, y la cuenta le da = CIA + neoliberales locales. Uno siempre puede equivocarse, claro. Cordiales saludos,
ResponderEliminarAstroboy