Título: Un
fantasma recorre la Argentina: cómo es el "plan polaco" para
enfrentar a Macri en 2019
Epígrafe:
Solidaridad fue el nombre del frente nacional que impulsaron el papa Juan Pablo
II y el sindicalista Lech Walesa para unificar al movimiento obrero polaco en
los '80. Diez años más tarde, se convirtió en un partido y Walesa fue elegido
presidente. El "plan polaco" para la Argentina se prepara para
competir en 2019. La imagen ilustra un mural pintado en la ciudad de Ostrowiec
a 30 años de la fundación del frente. El sacerdote es Jerzy Popieluszko,
asesinado por la inteligencia comunista.
Texto: Con la
venia del Papa Francisco, la Multisectorial 21F que integran más de 950
organizaciones sindicales, políticas y sociales de todo el país apura el armado
de un gran frente nacional opositor, que aglutine a todas las alas del
peronismo y otras expresiones políticas encaradas a Mauricio Macri, para
competir en las elecciones presidenciales de 2019. Un fantasma recorre la
Argentina.
Una hora de
charla amiga en el segundo piso de la Residencia de Santa Marta alcanzó.
"Está cansado, pero en paz". Desde Guardia de Hierro a la Tendencia Piquetera
Revolucionaria, pasando por La Cámpora y hasta Nuevo Encuentro. Todos con los
pies en el mismo plato. Sin sectarismos ni exclusiones. Sin grietas.
Resistencia sindical y defensa de los convenios colectivos de trabajo. "Si
el gobierno de Macri es reelecto corre peligro la integridad de la
Patria", estimó el obispo sin sotana a su regreso de Roma. "La
riqueza natural de la Argentina está en disputa porque el líder mundial es
argentino", analizó el confidente bergogliano. Esta puesta en escena
genera un temor inédito para la historia nacional: el avance del separatismo,
las convulsiones internas y una eventual disgregación territorial para generar
caos en el país del Papa. El famoso 'divide y reinarás'.
La militancia
está más a la altura que la dirigencia. El 21F pregona la unidad de todas las
corrientes del campo popular para dirimir candidaturas en una mega PASO. Cuando
se dice todos, es todos, repiten. El remordimiento del Movimiento Evita, el
café entre Cristina de Kirchner y Héctor Daer, la misa de Julián Domínguez en
Luján, el regreso de Hugo Moyano al PJ y el alejamiento de Felipe Solá del FR
demuestran que el designio avanza. El Senado esconde al hueso más duro de roer.
Este tipo de armado no es nuevo. En el Vaticano lo conocen a la perfección.
Solidaridad fue
el nombre con el que se bautizó en 1980 a la federación sindical polaca que
desterró al comunismo soviético de ese país para regresarlo a las huestes del
catolicismo liberal conservador. Solidaridad nació de la lucha obrera por la
libertad sindical, unió a 10 millones de personas y fue uno de los responsables
de la caída del fantasma del comunismo en Europa del este. Los líderes de aquel
movimiento incandescente fueron el sindicalista Lech Walesa y Karol Wojtyla,
más conocido como Juan Pablo II.
En solo diez
años, el carpintero Walesa fue regente de las históricas huelgas ilegales del
Astillero de Gdansk (Lenin), dirigió decenas de comités gremiales clandestinos,
enfrentó con su cuerpo al férreo gobierno de la URSS, permaneció 11 meses preso
por razones políticas, ganó un Premio Nobel de la Paz que no pudo ir a recibir
y llegó a presidente de Polonia en 1990. Todo, bajo el manto de aquel Papa,
exarzobispo de Cracovia. Desde el trono de San Pedro, Wojtyla apoyó
abiertamente la aventura de Walesa y se convirtió el principal impulsor de la
"democratización" de Europa oriental. Iglesia y sindicatos de la
mano, en el mismo camino, con un objetivo común.
A 38 años de la
incursión polaca del fallecido Wojtyla, el terreno se allana para una réplica
criolla. Una misma persona une las dos historias a través del tiempo y las
distancias: Marcelo Sánchez Sorondo. El actual canciller de las academias
pontificias fue el articulador designado por Juan Pablo II para desparramar
Solidaridad por Polonia. Hoy, carga con la misma mochila para la Argentina y es
uno de los consignatarios de Francisco en la relación vaticana con China. De la
mano de opulentos empresarios orientales como Nianbo Wu, Sorondo transita la
huella que dejó Matteo Ricci.
El Papa se acercó
al gigante asiático por historia y necesidad. Lo hace a través de un foro
interreligioso. Las tensiones con Donald Trump facilitaron el trabajo. El
estadounidense retiró a su país del COP21 de París, barrió las metas sobre
desarrollo sustentable que impuso el Vaticano para la Agenda 2030 de la ONU y
rompió el pacto nuclear con Irán, a pedido de Israel. Trump hizo todo lo
contrario a lo que propuso Francisco para garantizar el cuidado de la
"Casa Común". Por ese motivo, se acercó a China. Por ese motivo,
miles de inmigrantes se refugian en establecimientos religiosos mexicanos para
descansar la marcha. La "nueva iglesia" del Papa es la de América
latina, Asia y África. "México es la esperanza", rezan cerca suyo.
Sorondo brinda el
marco institucional para el juego político clerical. Un año atrás abrió las
puertas de Santa Marta a los Camioneros y poco después disertó en la CGT como
enviado del Papa. Trascendió que organiza para el próximo año un coloquio que
no causalmente se celebrará en China. Los encuentros del canciller reúnen a
líderes mundiales de las más variadas disciplinas y el más alto nivel. Jeffrey
Sach, economista y asesor directo del secretario general de la ONU, lo escolta.
Gustavo Béliz en nombre del BID, también. Sach fue el promotor de la fallida
candidatura de Bernie Sanders, el demócrata de izquierda que se enfrentó a los
Clinton en las internas previas al inesperado triunfo de los republicanos. El
canciller y Sach entrelazan con Asia para restituir las metas de desarrollo en
la ONU y la vigencia el tratado de París, que fueron suscriptos por casi 200
países, y que Trump condenó al olvido. Sach lidera un grupo de
"desencantados" con Trump, que se apoyan en el Vaticano para
acercarse a China, y que hoy son una amenaza para la Casa Blanca.
Bergoglio apuesta
a China. Cree que el acuerdo estratégico con Xi Jinping por el nombramiento
oficial de obispos es el "motivo real" de los virulentos ataques
mediáticos en su contra. Dice que buscan dañar su imagen a nivel global. En el
Vaticano señalan, entre otros, a la cadena Fox News. También a los hermanos
Kosh, herederos de un imperio petrolero y propietarios de la segunda empresa
privada más grande de Estados Unidos. De origen alemán y ultraconservadores,
los poderosísimos Charles y David Kosh poseen una extensa red de influencias
que traspasan los duros muros del Vaticano. Los imputan por querer capturar la
mayoría del Colegio Cardenalicio, encargado de nombrar en el futuro al Papa N°
267. No pudieron. No los dejó. Analistas internacionales aseguran que la
telaraña Kosh incluso llegó a Brasil, donde el candidato preferido de los
magnates ganó las últimas elecciones. El conglomerado empresarial Kosh factura
más de u$s 100.000 millones al año. Los dos hermanos poseen la décima fortuna
más grande del planeta.
Los hermanos
Kosh, David (78) y Charles (83) inyectaron millones de dólares al servicio de
causas ultraconservadoras, son los motores del Tea Party, financian a
republicanos y poseen mucha influencia en la política estadounidense. Hoy, rivalizan
con el Vaticano.
Opportunities
Los tiempos se
aceleran. Las acciones -y reacciones- se multiplican. Los objetivos son los
mismos: construir, de la periferia al centro, los consensos necesarios para
lograr un desarrollo justo y sostenible, y enfrentar las situaciones difíciles
que no solo afectan a "desamparados y olvidados", sino que
"amenazan el futuro de la humanidad entera". Así lo manifestó
Bergoglio ante la cumbre interreligiosa del G20 en septiembre pasado. Así se lo
expresará el 21F a los líderes mundiales que aterrizarán en Buenos Aires a fin
de mes. El 20 de noviembre, día de la militancia, la regional 21F del NEA se
moviliza en defensa del agua.
El inminente
desembarco de los presidentes de las naciones más ricas concentra las miradas
sobre la Argentina. La agenda del G20 se vincula al negocio del petróleo y las
finanzas, muy lejos de lo exigido en la encíclica Laudato Sí. En ámbitos
eclesiásticos creen que es la oportunidad perfecta para dejar en evidencia los
perjuicios argentinos de la sociedad entre Macri, Trump y el premier israelí
Benjamín Netanyahu. Habrá que seguir con atención las palabras de Sánchez
Sorondo en la anticumbre organizada por CLACSO en Ferro.
Informe reservado
La semana pasada
Francisco interrumpió su actividad en el Sínodo de Obispos para recibir a dos
dirigentes del 21F. Los visitantes cruzaron el Atlántico con pocas
expectativas. La sorpresa los desbordó. "Sabía que venían", les dijo
sonriente antes de abrazarlos. El Pontífice sufre los embates de un hombre de
83 años que nunca para. La curvatura de la espalda lo deja expuesto. Trabaja
día y noche. Almuerza y cena en soledad. Dedica el tiempo de descanso a las
lecturas. Está totalmente comprometido con sus causas. El cardenal filipino
Luis Antonio Tagle y Gokim puede esperar.
En la misa
pública donde estuvieron los enviados de la Multisectorial, el Papa ubicó a sus
coterráneos en un lugar privilegiado del "corralito" de la Plaza San
Pedro: los activistas aprovecharon para mostrar a los ojos del mundo las
consignas locales. Paz, pan y trabajo. Los atiborró de regalos piadosos, les
bendijo cajas repletas de crucifijos y estampó su firma en varias remeras. Una
de las casacas firmadas provocará alivios y revuelo. En tiempos donde la
gestualidad gobierna el acto de la comunicación, el autógrafo de Francisco
parece ser la modalidad preferida para demostrar estrecha afinidad. Por ahora,
las fotos con políticos argentinos están vedadas. "Todos los días rechaza
decenas de pedidos de audiencias", aseguran en Roma.
De regreso a la
Argentina, los oyentes del 21F brindaron un informe reservado: ámbito.com fue
testigo. La unidad de la oposición solo se concretará con el
"renunciamiento" masivo a las aspiraciones personales. La táctica es
unir al peronismo de cara a las elecciones 2019 y frenar el avance del
"capitalismo salvaje" y los partidos que sostienen el neoliberalismo
económico como modelo de país. La estrategia, aplicar al plan polaco. En tres
meses el Papa recibirá a una importante delegación internacional que marcará el
rumbo definitivamente. Confiados en el método y con amplio respaldo vaticano,
en el 21F se hacen ilusiones hasta con un candidato propio. "Ojo que está
midiendo muy bien", invocan entre risas socarronas.
¿Uno que mide muy bien, que apareció en un afiche arrodillado y rezando, con el título "Yo creo en dios", se separó (tres veces), tuvo un hijo extramatrimonial y votó a favor del aborto?
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