Ya no se puede jugar en Roland Garros: llueve todo el tiempo. Turistas argentinos regresan indignados de sus vacaciones por Europa: les habían dicho que era primavera y se murieron de frío. Alemania bajo el agua. En fin.
The Oil Crash, el excelente blog del español Antonio Turiel Martínez, posteó hace pocos días una nota de su autoría titulada “Un año sin verano” (http://crashoil.blogspot.com.ar/2013/05/un-ano-sin-verano.html). Allí habla de las anomalías climáticas de Europa y su posible devenir. Reproducimos parte de ese post:
“Queridos lectores,
Hace pocos días tuve la ocasión de encontrarme con varios investigadores españoles con ocasión de la lectura de una tesis en la que, ellos y yo, formábamos parte del tribunal de evaluación. Durante la cena del día anterior a la lectura tuve una curiosa conversación.
- La probabilidad de que este año sea un año sin verano es ahora mismo del 75%
Quien así hablaba no era un bocazas desinformado, sino uno de los responsables de un servicio meteorológico autonómico de España.
- MétéoFrance y MetOffice dan esta previsión; los americanos aún no lo ven claro, sus modelos están indecisos. El caso es que el Jet Stream está cambiando.
Efectivamente, parece que la Corriente de Chorro polar está cambiando. Esta corriente es responsable de mantener un clima templado y relativamente húmedo en Europa, y también tiene otros efectos en los EE.UU. Algunas de las figuras que usaré más abajo, así como una excelente explicación de qué está pasando, puede encontrarse en la web de Skeptical Science, concretamente en el artículo "A Rough Guide to the Jet Stream: what it is, how it works and how it is responding to enhanced Arctic warming".
Normalmente esta corriente atmosférica desarrolla unos meandros ondulantes moderados. Sin embargo, los meandros que se están desarrollando son más grandes: se internan mucho más hacia el sur, y su velocidad de fase (a qué velocidad se desplazan estas ondas a lo largo de la corriente de chorro) es mucho menor. La siguiente figura [véase la figura que encabeza este post] muestra las dos posibles situaciones: la normal (línea roja, marcada como "zonal flow") y la que se está desarrollando ahora (línea naranja, etiquetada como "meridional flow").
Parece que la razón por la que pasa esto es por la disminución del gradiente meridional de temperaturas, es decir, que la diferencia de temperaturas entre el Ecuador y el Polo Norte ha disminuido, fruto del rápido calentamiento de éste último. Hasta ahora el Ecuador era mucho más caliente que el Polo Norte y la corriente de chorro era vigorosa y con meandros pequeños. En la actualidad el Ecuador se ha calentado un poco pero el Polo Norte se ha calentado mucho. Por supuesto el Polo Norte sigue siendo mucho más frío que el Ecuador, pero por menos grados centígrados que antes; como consecuencia, la corriente de chorro se hace más perezosa, con divagaciones amplias y propagándose más lentamente. En ocasiones, incluso, el progreso de las ondas se detiene, y según si estamos en un valle o en una cresta de la ondulación tenemos un influjo continuado y durante días de aire tropical o de aire polar. Eso es lo que estaría causando la situación actual.
Cuando los meteorólogos dicen que hay un 75% de probabilidades de que este año no haya verano lo que dicen es que, de acuerdo con sus modelos, el 75% de las configuraciones que prueban llevan a una situación donde el verano es fresco, con frecuentes bloqueos de aire frío alternados con otros bloqueos de aire caliente. Los modelos tienen muchas aproximaciones y tampoco conocemos todos los datos de entrada para alimentarlos, con lo cual la incertidumbre está servida y por eso se prueban diferentes configuraciones. En todo caso, lo que sí que se está observando es que la corriente de chorro va mucho más al sur ahora mismo.
¿Y cuánto más va a durar esto? Como saben, en el Ártico el deshielo avanza rápido e imparable:
Y en Groenlandia en Julio pasado la práctica totalidad de la capa superficial de hielo (unos pocos centímetros) se fundió durante 4 días:
Por tanto la cuestión ya no es si este año tendrá verano o no; la cuestión es que el riesgo de no tener verano en Europa será permanente desde ahora hasta que el hielo del Ártico se funda por completo, y quizá durante unos años más, hasta que se estabilice una nueva situación que no tiene por qué ser igual que la anterior. En definitiva, que no es el que el clima vaya a cambiar: es que ya ha cambiado, y no sabemos lo que nos espera. Y si se preguntan cuándo se acabará de fundir el hielo ártico, las estimaciones actuales apuntan a que será en algún verano de aquí a 2020... El futuro fue ayer: hemos llegado a la era de las consecuencias.
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