jueves, 13 de febrero de 2014

Ya no tan despacito

 
Comenzaron, allá lejos y hace tiempo, representando al 5% de los franceses. En ese entonces, el Frente Nacional, partido francés de extrema derecha, era liderado por Jean-Marie Le Pen. Hoy lo dirige su hija, Marine Le Pen. Junto con la crisis económica, no paran de crecer. Ya pasaron el tercio de las preferencias en las encuestas. El fascismo avanza, ya no tan despacito. Leemos en El País de hoy:

Título: Un sondeo da el 34% de popularidad al Frente Nacional de Marine Le Pen


Epígrafe: El partido de extrema derecha alcanza su nivel más alto de apoyo en vísperas de las elecciones europeas. El Frente Nacional encabeza los sondeos para las europeas en Francia


Texto: El Frente Nacional (FN) ha alcanzado en vísperas de las elecciones municipales y europeas su nivel más alto de popularidad en Francia: un 34% de los franceses dicen apoyar las ideas del partido de extrema derecha, según un sondeo de TNS Sofres publicado este miércoles por el periódico Le Monde y otros medios franceses.


Un 59% están, sin embargo, en contra de las grandes propuestas del FN, como el rechazo de la inmigración, la defensa de los valores tradicionales, el refuerzo de los poderes de la policía o la demanda de una justicia más severa.


Desde 2011, cuando Marine Le Pen reemplazó a su padre, Jean-Marie Le Pen, como presidenta de la formación, el nivel de adhesión al partido no ha dejado de crecer: un 22% entonces, un 31% en 2012, un 32% en 2013, hasta el actual 34%.


Un 58% de las personas consultadas en este estudio  —realizado del 30 de enero al 3 de febrero con una muestra representativa de 1.021 interrogados— tienen una opinión favorable de Marine Le Pen. Aumenta en particular la percepción de que la presidenta del FN "entiende los problemas diarios de los franceses" y "tiene ideas nuevas para resolverlos", ha explicado el director general de TNS Sofres, Edouard Lecerf. A su juicio, Le Pen ha sabido normalizar más su imagen personal que la de su partido.


En cualquier caso, la líder de la extrema derecha francesa no ha conseguido, ni de lejos, convencer a los franceses de dos de los puntos más significativos de su programa de cara a las elecciones al Parlamento Europeo en mayo: la salida del euro y la "preferencia nacional", por ejemplo en el empleo.


Un 64% de las personas interrogadas se oponen al abandono de la moneda única europea, frente a un 29% que están a favor. En paralelo, un 72% son contrarios a la aplicación del principio de la "preferencia nacional", mientras un 24% lo apoyan.


En una primera reacción a la publicación del sondeo, el ministro de Trabajo, el socialista Michel Sapin, reconoció que las cifras "(le) inquietan", y en especial "el por qué". En una entrevista a la emisora de radio France Info, Sapin ha culpado en particular al presidente del gran partido de la derecha, la UMP, Jean-François Copé, por retomar algunas de las ideas del FN: "mantiene el mismo lenguaje y valida su discurso".

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